EL PROCESAMIENTO A CRISTINA, EL SENTIR DE LA OPINIÓN PÚBLICA Y LOS DETALLES DEL CHOREO DE BOCA DE UN EXEMBAJADOR QUE ADVIERTE SOBRE EL NEGOCIO DE LOS BONOS. LAS SEMAJANZAS CON EL PROCESO CHUBUTENSE QUE SE HABRÍA AMESETADO POR CUESTIONES DE CARTELERA

Las causas y el show

Por Juana de Arco*

Es coincidente pero también sintomático que cada vez que se produce una disparada descomunal del dólar o se dan medidas que a todas luces son patinadas políticas tremendas, como la frenada del FMI al envío de 3 mil millones de dólares hasta que Macri no logre ´un acuerdo´ interno con sus gobernados y las provincias le aprueben el Presupuesto 2019 tres meses antes de concluir el año, se den espectaculares avances judiciales. No es que no deban suceder, sino que por lo menos se torna sospecho.
Ayer, el juez Claudio Bonadio acusó a la ex presidenta Cristina Kirchner de ser jefa de una asociación ilícita, que cobró coimas a empresarios contratistas de la obra pública estatal, con 22 hechos comprobados y le decretó la prisión preventiva, no aplicable por el momento por los fueros que la asisten en su condición de senadora de la Nación. Cómo sea, fue un paso muy importante y marcó la intención de ir a fondo. Ya con esto, la opinión pública otra vez recibió una cuota importante de ‘letra´ para catarsear mientras hace colas y recuenta el dinero para llegar a fin de mes, casi rascando la lata de galletitas en que se ha convertido el sistema financiero para la clase trabajadora.
Para la Señora, el Código Penal establece penas que van de 5 a 10 años de prisión para los jefes u organizadores de esa «asociación ilícita», conformada por tres o más personas. Este delito no es excarcelable, así que la pena es de cumplimiento efectiva. El juez Bonadio también acusó a la senadora y ex Presidenta de «cohecho» pasivo en 5 hechos. Este delito contra la administración pública tiene penas que van de 1 a 6 años de prisión e «inhabilitación especial perpetua» para el funcionario público que por sí o por persona interpuesta reciba dinero o cualquier otra dádiva. Con esto se marca una cancha en tema electoral que queda bien clara. Y en los límites de esa cancha es donde se dirimirá posiblemente la próxima presidencia: ella no podrá ser, y el dilema de la sucesión es insalvable, como lo fue siempre.
De aplicarse el máximo de las penas establecidas en el Código Penal, Cristina podría recibir hasta 10 años de cárcel (tendría 75 años para entonces y es probable que pudiera acceder a domiciliaria) y por supuesto, inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Una definición por lo menos redundante porque a nadie escapa que a esa edad lejos estaría de tratar de ocupar algún cargo, se supone.
El auto de procesamiento despliega una extensa explicación del mecanismo de corrupción montado durante los mandatos de Néstor y Cristina Kirchner, con un lenguaje llano y confirma que finalmente el juez decidió dejar de lado el polémico ´recorte´ de los hechos investigados cuyo límite retrospectivo había fijado en el 2008, para que comprenda los tres mandos del matrimonio Kirchner, una decisión mucho más lógica y creíble a la vista del ejercicio de la aplicación de la Ley.
En el escrito se detalla infinidad de ocasiones en las que los bolsos -usualmente con dólares- era presuntamente entregados a Néstor y Cristina Kirchner básicamente en tres lugares: la Casa Rosada, la Quinta de Olivos y el domicilio particular de los ex presidentes frente a la Plaza Vicente López, en la Recoleta.
Con estos procesamientos se cierra esta etapa de la investigación, pero quedan muchos cabos sueltos que muestran el peligroso rol judicial en la arena política, a pesar incluso del proceso. Por ejemplo no pasa desapercibida la sorpresiva decisión de Bonadío de no llamar a indagatoria al CEO de Techint, Paolo Rocca, pese a que dos de sus ejecutivos de máxima confianza, Luis Betnaza y Héctor Zabaleta, confesaron haber pagado coimas a funcionarios del kirchnerismo. Esta excepción es vista en Tribunales como una mancha mayúscula en la investigación que pone en riesgo la integridad de la causa. Para colmo, el Presidente Macri en lugar de tomar cautelosa distancia fue a pasear con Rocca dándole un verdadero espaldarazo en el momento más complicado de la causa, lo que quedó a todas luces como un mensaje literal de banca.
El otro tema muy delicado que debe abordar la Cámara es el presunto forum shopping inicial, ya que Bonadío se quedó con la causa sin sorteo previo. Varios de los estudios penalistas más importantes del país que trabajan para empresarios que podrían terminar esta semana también procesados, saben que ese es el talón de Aquiles de la causa. Pero la cámara camina por un sendero muy estrecho: Entre defender el principio de legalidad y sus propios pronunciamientos previos sobre casos de forum shopping y la presión social y de sectores del poder real para que la investigación no se caiga.

Que afanaron, quedan pocas dudas

Con todas estas cruzadas judiciales, arrepentidos, medidas preventivas etc, la opinión pública tiene casi instalada la idea que se confirmó lo que se sospechaba: tanta vocación política y encarnizamiento habría tenido su precio. ¿Qué piensan los argentinos? Que la actual administración tiene el manejo de la causa, que solo algunos de los implicados sufrirán las consecuencias legales, y que la expresidenta debería ir presa si se prueba su involucramiento en este mecanismo de recaudación de dinero ilegal. Así lo reveló una encuesta de opinión que llevó a cabo la firma de investigación de mercado, D’Alessio Irol, junto con la consultora Berensztein, con más de 800 consultas online a principio de agosto, cuando estalló el conflicto que describen como «un shock en la política argentina»
La presunción se retroalimenta de datos muy sólidos que fueron trascendiendo y que exponen que la causa de los cuadernos y de la obra pública habría sido, como en Chubut, apenas una puntita del iceberg de afano.
El relato por ejemplo de Claudio Uberti revelando la maniobra secreta que usaron Néstor Kirchner y Hugo Chávez para quedarse con u$s50 millones, dejó pasmado a mas de uno. El exembajador en Venezuela aseguró que los presidentes de la Argentina y de Venezuela usaban “bonos” para revenderlos en el mercado y generar ganancias. ¿Le suena vecino chubutense?
Uberti aseguró que entre 2005 y 2006 arrancaron las negociaciones cuando Kirchner le pidió dinero a Chávez, quien accedió a suscribir bonos argentinos. El venezolano y su entorno compraron Boden 2012 durante varios años. En enero de 2006, Venezuela suscribió un valor nominal de u$s312,4 millones y sumó de ese bono poco más de u$s1.800 millones. Kirchner quería con esto recomponer el nivel de las reservas internacionales de la Argentina, que habían bajado dramáticamente en u$s9.530 millones luego del pago anticipado al FMI.
El país caribeño no que se quedaba con los bonos, sino que los liquidaba en los mercados internacionales para ampliar los retornos. Los dólares resultantes eran vendidos en el mercado paralelo, por encima de la cotización oficial, y esta brecha se cobraba en bolívares. Con ese dinero nuevamente compraban dólares oficialmente a precios muy bajos. De esta forma, según Uberti, solo una suscripción de u$s500 millones les generó una diferencia estimada en u$s100 millones. Aunque los venezolanos también tenían otra forma de hacer dinero: compraban los Boden 2012 y posteriormente los colocaban entre bancos de su país, obteniendo una ganancia financiera. Luego, tales entidades revendían los Boden 2012 a inversores venezolanos y aplicaban una recarga de entre 20 y 25% al valor de compra, para eludir los controles de cambio impuestos por el gobierno de Chávez. El circuito finalizaba cuando los extranjeros les acreditaban los dólares por la compra de los bonos a los venezolanos en cuentas de bancos internacionales, por lo que fugaban divisas de su país a un alto costo financiero.
De acuerdo con la declaración de Uberti ante el fiscal Carlos Stornelli, la mitad de esos fondos quedó en manos de los bancos e intermediarios. La otra mitad se dividieron entre Kirchner y Chávez.

¿Y por casa, como andamos?

El proceso nacional marca en gran medida el paso de lo que va sucediendo en Chubut, y si no fuera por el mega escándalo kirchnerista, nuestra provincia se alzaba con el “Oscar” a la mejor película judicial sobre corrupción política. Lamentablemente la ´nave insignia´ del cambio manda, tanto como Hollywood en la industria de la pantalla. Y por eso nomás, el cinematográfico proceso provincial termina eclipsado, aunque tengamos en el reparto a Marlon Brandon o Brad Pit. A propósito, hoy seguiría el desfile de empresarios imputados en una ´Revelación´ interminable que cada vez ´garpa´ más (como dicen los chicos). Todo esto según versiones extraoficiales por supuesto.
La actuación de la Justicia en territorio también tiene sus talones de Aquiles. El mal paso de los Fiscales Napoli e Iturrioz y la distracción del Juez Piñeda con la detención de un ministro pone en riesgo parte del proceso. A esto se sumarían una serie de nulidades que afloraron en murmuraciones inmediatas como suricatas en primavera, por cuanto café o mentidero que se frecuente. Ayer la chicana era que en definitiva Cristina tendría suerte de tener su Bonadío, porque de haberle tocado un Piñeda, ya habría amanecido hoy entre rejas, con el flequillo despeinado y el pijama a rayas, con fueros y todo.
Chascarrillos al margen, también, como en la trama nacional, el bolsiqueo a través de la obra pública se convirtió en el proceso estrella por ahora en Chubt, aunque también y como en el escenario mayor, hay otros tantos frentes que si la Justicia se anima, deberá incursionar: “el broker, las comisiones, los bonos provinciales y la pesca son senderos inevitables en busca de la verdad verdadera (sic)”, estampó un descreído y despechado que se retiró hace tiempo de la argamasa del poder. Por ahora son enunciados que para bien del mandato que venga, y en honor al necesario consenso social, deberían desentrañarse. Elementos hay. Habrá que ver…

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan…y ceniza de tantos

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