EN EL MEDIO DE LA PULSEADA POR EL PRESUPUESTO 2019 QUE NECESITA MACRI, MASSA RESPONSABILIZA A LOS RADICALES PATAGÓNICOS PARA QUE RECHACEN LA BAJA DE ASIGNACIONES. LOS DIPUTADOS DE LA ALIANZA DEBERÁN PRIORIZAR LA ORGANICIDAD PARTIDARIA O LA COHERENCIA CON EL PUEBLO ELECTOR

Ruidos fundamentales

Por Trivia Demir

La semana arranca con la urgencia por parte del Gobierno Central de cerrar el Presupuesto 2019 de manera consensuada para mostrar fortaleza y planificación imprescindible frente al FMI. Y si el viernes se había alcanzando una postal que se suponía incluía a por lo menos a 22 provincias (menos Santa Fé que se excluyó del ajuste), esta semana no se sabe cómo terminará la negociación que debería cerrarse mañana.
Es que, desde el fin de semana, Sergio Massa lanzó una fuerte campaña de presión a los diputados radicales patagónicos para que el miércoles asistan a la sesión especial que tratará la derogación del decreto que rebajó las asignaciones familiares a las zonas desfavorables.
El tigrense, que visitó Chubut hace días apenas y mostró agenda común con Mariano Arcioni, preparó spot para trabajar en las redes sociales en todas las provincias del sur, en el que se invita a la gente a llamar a sus diputados. Es sabido que las provincias patagónicas son las más perjudicadas por la medida que el 2 de agosto Mauricio Macri postergó un mes, para evitar una rebelión de sus diputados en la sesión que estaba llamada para esa semana.

Los diputados vs los intereses del pueblo

Esa postergación se sabe que logró calmar a la radical rionegrina Lorena Matzen, que estaba dispuesta a sumarse a la sesión, pero tuvo una excusa para no aparecer y ayudar a que no haya quórum, por ausencias salpicadas en todos los bloques opositores.
Matzen no tendrá esa excusa el miércoles, como tampoco su correligionario Gustavo Menna (Chubut) o los fueguinos Héctor Stefani y Carlos Gastón Romá y el neuquino Leandro López, del PRO. La sesión fue pedida por Graciela Camaño, jefa del bloque de Sergio Massa, tuvo la firma de Diego Bossio y el kirchnerismo ratificó que participará.
La jugada de Massa y el bloque de Bossio contiene un mensaje implícito de los gobernadores a Macri: basta de tomar medidas de ajuste de manera unilateral.

El escenario inevitable

Las tres bancadas reúnen 119 votos, 10 menos que el quórum, pero pueden alcanzarlo con los 5 del Movimiento Evita, los 4 San Luis, los 2 de izquierda y un puñado de monobloques como Luis Contigiani (Socialismo), los santafesinos Alejandra Rodenas y Alejandro Ramos y los mendocinos Omar Félix y José Luis Ramón (Intransigente).
Si hay quórum, Cambiemos deberá bajar de urgencia para bloquear los dos tercios e impedir que los proyectos para derogar el decreto de asignaciones sean enviados al Senado. No pueden aprobarse por mayoría simple porque no tienen dictamen ni lo tendrán: el macrista Luciano Laspina cajonea cada ley que tenga gastos molestos para la Casa Rosada.
Con los números tan justos para la mitad más uno, será clave que no se atrase ningún avión o en la Casa Rosada persuadan a algún gobernador de retener a sus diputados.

Podrían ceder en esta pulseada

Macri de todas maneras sabe que el costo político de mantener esta medida es altísimo y su beneficio fiscal menor, por eso en el bloque de Cambiemos afirmaron a LPO que desde la Casa Rosada les dijeron que posiblemente se termine dando de baja la medida.
En la bancada Argentina Federal aseguraron que eso no pasará y estarán todas sus bancas ocupadas, un golpe bajo a Macri que negocia una foto de unidad y armonía con los mandatarios provinciales para mañana martes.
Sueña con enviar un mensaje al FMI y ablandar la negociación para renovar el préstamo que lleva adelante Nicolás Dujovne, pero a los gobernadores y a Sergio Massa no les agrada ser llevados a la rastra cuando ni siquiera se conoce la letra chica del presupuesto y todos los recortes se definen por decreto.

¿Otro abrazo de oso?

El gobierno incluso filtró a algunos medios que Macri pensaba convocar a Massa luego de dos años de no hablarle. El tigrense se curó en salud y mandó a Camaño a contestar públicamente, por lo que considera es un abrazo del oso del Gobierno para dejarlo pegado con el ajuste en march: «¿Cuál es la necesidad de acercarse o reunirse? Ninguna. Sergio Massa tiene un bloque de diputados en el Congreso de la Nación que son los que van a afrontar la discusión del Presupuesto cuando llegue a la Cámara. No sé por qué lo quieren citar a Sergio», afirmó Camaño a radio Mitre.
«No existe absolutamente ninguna vinculación. Imagino (si Massa respondería a un llamado de Macri) que lo hará a través de la Cámara de Diputados, que es lo correcto. Esta costumbre del Gobierno de no institucionalizar un diálogo, pero hablar del diálogo. Hay un diálogo trucho, un diálogo de fotos, que no sirve ni para el Presidente, el Gobierno o la gente», cerró la diputada.
En el Senado, que es siempre es más dócil, Cambiemos logró bloquear dos sesiones llamadas para derogar el recorte a asignaciones por las ausencias de la mayoría del bloque Justicialista, conducido por Miguel Pichetto. Fue uno de los reproches que sufrió de sus pares el miércoles.
La única senadora de Cambiemos que fue a defender las asignaciones de su provincia fue la fueguina Miriam Boyadjian, pero nunca aparecieron los radicales santacruceños Eduardo Costa y María Belén Tapia. Y no explicaron por qué.

Las Provincias, la variable de ajuste

El endurecimiento de posiciones de los Gobernadores no es capricho. De sobresalto en sobresalto, la situación del interior es complejísima y el temor es que otra vez se pretende hacer de las Provincias la variable de ajuste. Donde habita buena parte de los sectores más vulnerables de la sociedad, sobre los que impacta de lleno la alocada carrera del dólar, la “liberalización” de las tarifas y los traspasos de gastos indiscriminados. El viernes, los precios de los fideos se habían disparado al compás de la disparada del precio de la harina. Hubo marcas que llegaron a cotizarse as 40 y 50 pesos. Algunas alcanzaron los 65 pesos. No habían arribado todavía a las góndolas los “precios cuidados”. Y podía advertirse a los compradores detenerse ante cada producto que debían adquirir para ver cuál era el más barato, sin importar ya las marcas. En las farmacias, los medicamentos habían seguido la espiral del dólar. Y en algunos casos, no había reposición.
“A cada momento, pasan nuevos precios” se justificaba la empleada de un supermercado con la maquinita remarcadora en mano. En otros comercios sumaron las lectoras de barra a las que puede recurrir el comprador para verificar valores.
“Tuvimos tres días de tranquilidad, pero todavía no pasó la tormenta”, advertía de su parte el mismísimo presidente Mauricio Macri en una conferencia de prensa desde Mendoza, donde había asistido a un evento de la industria vitivinícola. Y ponía expectativas en un par de cuestiones: “esperamos aprobar el Presupuesto en breve, que junto al acuerdo con el Fondo nos permitirá dar tranquilidad para recuperar el crédito en el sector privado, poner en marcha la inversión y la economía. Esperemos que esta sea la última vez que pasamos por una crisis”. Como si la crisis fuera algo importado.

Y ese mismo viernes en un comunicado de apenas un renglón el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne informó que se dejaba sin efecto la resolución de Energía por la cual se decidía (¿de la noche a la mañana?) trasladar a las Provincias la tarifa social eléctrica. Rápidos de reflejos dos senadores, Maurice Closs y Maggie Solari, salieron a rechazar la medida cuando se conoció. El sobresalto se había sumado a la suspensión del subsidio al transporte anunciado a mediados de semana.
La definición del Presupuesto 2019 que deberán cerrarse en el encuentro del Presidente con los Gobernadores, arrastra indefectiblemente un compromiso de integrar a todo el país en los planes de Cambiemos. En ese marco, las Provincias están buscando poner un cese a la tendencia a trasladarle responsabilidades que le caben al Ejecutivo nacional. El Fondo Federal Solidario de la Soja, es uno de ellos, pero también el Fondo Especial del Tabaco que, como siempre, se pretende recortar. El intento por revertir la situación conlleva un freno a la rebaja de los impuestos provinciales, única fuente de ingresos propios de las Provincias. La Nación eliminó impuesto a los sectores más concentrados ni bien Macri asumió la gestión. Es decir, resignó ingresos y pretende que la factura la paguen quienes nada tuvieron que ver con esa determinación. Ni con la “reposición” de las “retenciones” contempladas en pesos para exportaciones que se cotizan en divisas. Porque curiosamente, pesifican “impuestos” a quienes tienen la mayor rentabilidad y dolarizan las tarifas que pagan hasta jubilados de ingresos mínimos y desocupados.Así las cosas, la semana viene movida en términos políticos. Habrá que ver quienes están a la altura de las negociaciones y quienes e quedan en la pose.

Fuentes: NA, LPO, Noticiasdel6, MI, propias.

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