DETUVIERON POR TENTATIVA DE HOMICIDIO A UN JOVEN QUE APUÑALÓ A SU TÍO

Preocupa la comisión de delitos por reclusos con arresto domiciliario

Alrededor de las cuatro de la madrugada del lunes, un lamentable episodio tuvo lugar en las inmediaciones del barrio Presidente Perón, que tuvo como protagonistas a un sujeto que se encontraba preso en su domicilio, y su propio tío, que reside en una vivienda lindera de la calle Manuel Alzúa, donde tuvo lugar el hecho.
El agresor, de 17 años, había sido beneficiado con arresto domiciliario tiempo atrás, y se había juntado con su familiar a consumir bebidas, y tras una discusión, lo apuñaló a la altura del abdomen, provocándole una herida de carácter grave.
La Policía arribó el lugar de la gresca y le secuestró un cuchillo con manchas hemáticas, con el llamativo dato de que, momentos antes, agentes habían realizado el control domiciliario y constatado la presencia del recluso dentro de su vivienda, lo cual obliga a reflexionar si, efectivamente, no se estarían otorgando demasiados beneficios a presos con perfiles violentos.
Incluso, por estos días se lleva a cabo el juicio a tres jóvenes imputados por el homicidio de Eliberto Santos Ramos, el hombre que fue abordado dentro de su vehículo a la salida de un bar y asesinado a golpes, donde uno de los que protagonizó el crimen debía encontrarse dentro de su casa en ese momento, ya que había sido beneficiado con el arresto domiciliario.

Control de arresto

La “tentativa de homicidio”, como fue calificado el episodio por la Justicia, tuvo lugar en uno de los lotes de la Manzana 1.209, sobre la calle Manuel Alzúa, al oeste de la ciudad, uno de ellos el agresor, de 17 años, y el otro de 50 años, que recibió el puntazo en la zona abdominal.
Un móvil policial a cargo del sargento Gabriel Aguiller y del cabo primero Gabriel Castillo arribó a la vivienda y los agentes observaron una riña.
“Al retroceder, constaron a R.A., a quien horas antes se le había realizado el control de arresto y vestía igual, que ingresó corriendo; ya que es lindero el patio al de su vivienda, se ingresó rápidamente a la casa del aprehendido, en la misma manzana, y se procedió a su detención”, indicaron fuentes policiales.

Cómo fue la discusión

Una vez reducido, la Policía le secuestró “un arma blanca, la punta de un cuchillo rodeado con cinta transparente con manchas presuntamente hemáticas”, mientras que el sujeto poseía “un corte en su mano derecha” y la víctima “un corte en la zona abdominal, por lo que fue asistido por la doctora Tejerina y luego trasladado al nosocomio local”.
Previamente a ello, el apuñalado dijo “haber estado tomando alcohol con su sobrino, y, como se iba a dormir, le pidió que se retire, pero este, de mala manera le preguntó si lo estaba echando”.
Acto seguido, el hombre “lo sacó fuera de la vivienda y R.A. le propinó una patada a la puerta, por lo que el tío le propinó un golpe de puño en la boca”, lo cual motivó el posterior puntazo que recibiría el hombre de 50 años.
Los efectivos secuestraron el arma blanca manchada de sangre, a la cual le realizaron el hisopado correspondiente, y posteriormente llevaron a cabo la secuencia fotográfica del lugar donde tuvo lugar la gresca.
A su vez, dieron aviso a la fiscal de turno, Ivana Berazategui, “quien ordenó que (el menor) permanezca detenido hasta la audiencia”, que se celebrará este martes por la mañana.

Las andanzas de El Peque

El control de presos con arresto domiciliario ha sido motivo de polémica en varias ocasiones, teniendo en cuenta la demanda de recursos humanos, logísticos y físicos por parte de la Policía para constatar que, aquellos sobre los cuales pesa dicha medida, efectivamente la cumplan sin retirarse de su casa.
En este caso, el detenido había protagonizado tiempo atrás un robo a una despensa, en el que había intentado sustraer cuatro botellas de bebidas alcohólicas; apodado “El Peque”, su corta edad no le impidió protagonizar un ataque en el que casi ultimó a su propio tío, lo cual afortunadamente no ocurrió.
En este sentido, varios han sido los casos de presos que debían permanecer en sus casas y que cometieron hechos delictivos aún más graves, como fue el homicidio de Eliberto Santos Ramos, ocurrido el 9 de junio del año pasado en horas de la mañana, a la salida de un local nocturno ubicado frente a las oficinas de Anses.
Uno de los tres agresores, que ahora es enjuiciado y para quien la fiscalía pide prisión perpetua, es nada menos que un sujeto que, al momento de ocurrir el crimen, debía encontrarse en su domicilio, dado que pesaba sobre él una medida de arresto domiciliario.

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