EN MUCHOS CASOS SON SUSTRAÍDOS Y RÁPIDAMENTE COMERCIALIZADOS

Preocupa la informalidad en la compra y venta de objetos en las redes

Una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta, al momento de adquirir productos a través de Internet, tiene que ver con las cuestiones de seguridad que protegen la operación a realizar.
Plataformas conocidas y de uso frecuente ofrecen diferentes mecanismos de seguridad para proteger la compra y venta, aunque normalmente dicho valor agregado suele tener un costo adicional para quienes ofertan y quienes adquieren los productos.
En el marco de la difícil situación económica que atraviesa el país, con su evidente correlato en Puerto Madryn, reflejado en el continuo cierre de locales comerciales, muchos emprendedores han migrado su negocio al ámbito virtual, en gran cantidad de casos hacia el terreno de las redes sociales, donde la falta de regulación de la compraventa de objetos plantea una opción más accesible para quienes desean adquirir tecnología, ropa, mobiliario e incluso contratar algunos servicios.
Sin embargo, uno de los costados menos visibles pero más preocupantes de dicho sistema de comercialización es que, en algunos casos, determinados elementos que han sido mal habidos, son ofertados a precios irrisorios, llevando a los usuarios que buscan mejores precios “de buena fe” a comprar productos hurtados o robados.
Se trata de una situación que se ha dado muchas veces en Puerto Madryn y que ha vuelto a repetirse en los últimos días, cuando varios elementos de tecnología, robados durante una “entradera”, fueron ofertados en una página web, algo que llamó la atención de los investigadores y culminó con varios allanamientos, un detenido y la recuperación de los objetos robados, que fueron devueltos a su propietario.

Recuperan elementos robados

Sobre las primeras horas del sábado pasado, un sujeto cometió un robo dentro de una vivienda ubicada en la calle Colón al 1.300, lo cual hizo que el damnificado, de apellido Luna, realizara la posterior exposición policial. En ella, relató que “en circunstancias en que su vivienda se encontraba sin moradores, autores ignorados, previo a dañar la puerta de acceso, ingresaron y sustrajeron un sistema de parlantes marca Noga, un control remoto de la misma marca y una plancha”, según describieron fuentes policiales. Posteriormente, y por autorización de un juez penal de Madryn, la Policía realizó un primer allanamiento en el domicilio de un ciudadano de apellido Hughes, “dado que el mismo había ofertado los elementos en una página de compra y venta vía Internet”, aunque con resultados negativos.
Seguidamente, efectivos realizaron un procedimiento en la calle Chaco al 1.700, del barrio 40 Viviendas, donde vive una persona con el mismo apellido que la primera cuya vivienda había sido allanada; fue allí donde secuestraron el sistema de sonido que había sido sustraído de la casa del denunciante.

El circuito de la mercadería

El episodio volvió a poner en cuestionamiento la importante cantidad de productos que suelen ofrecerse a través de plataformas informales para la venta, principalmente la red social Facebook, donde funcionan grupos, comunidades y páginas dedicadas a la compraventa y “trueque” de objetos, páginas que también suelen hacerse eco de este tipo de denuncias, advirtiendo a los vecinos sobre ciertos robos y hurtos para que “estén atentos” en caso de que los vean ofertados online.
Incluso, varias veces la Policía, tras tomar intervención en los hechos llegó a pactar una operación con quienes ofrecían elementos que habían sido denunciados como sustraídos, para luego poder dar con el responsable del hecho delictivo, o bien con la persona a cargo de “reintroducir” dichos objetos en el circuito, sin que sus potenciales compradores conozcan su origen.

Un turista damnificado

Hace tres semanas, un joven que se encontraba visitando la ciudad de Puerto Madryn y que se hospedaba en un conocido hotel de la avenida Julio Argentino Roca, fue víctima del robo de su mochila y de la cartera de su madre, que se encontraba en el interior de un auto de alquiler, estacionado en el ingreso al edificio.
En diálogo con el Diario, el damnificado relató que se dio cuenta del faltante una vez que había arribado al aeropuerto El Tehuelche, para regresar a Buenos Aires, motivo por el cual no radicó la denuncia localmente.
Entre los elementos que le sustrajeron había una notebook Sony Vaio, un reloj marca Tommy Hilfiger, auriculares profesionales, un dispositivo Google Chromecast, guantes térmicos para realizar running, una lapicera Parker, ropa, dos teléfonos celulares y una tablet marca Samsung; elementos cuya valuación supera los 200 mil pesos.

Usan a diario su tablet robada

Una vez que ya se encontraba en su provincia de origen, tanto al joven como a su madre la Policía no quiso tomarles la denuncia, dado que el hecho había ocurrido en Puerto Madryn, a pesar de que, legalmente, la misma sí puede ser radicada fuera de la ciudad, y teniendo en cuenta que, una vez radicada la misma, es girada hacia la Fiscalía local, dando intervención finalmente a la Policía de Chubut para su posterior investigación.
Lo más llamativo de dicho caso, que podría haber pasado desapercibido como un hurto de los tantos que ocurre en la ciudad, es que el damnificado, desde Buenos Aires y a través del historial de uso de su cuenta de Netflix, la cual tenía instalada en la tablet que le fue robada, pudo acceder a la dirección IP desde la cual, a diario, el “nuevo propietario” del dispositivo utiliza la misma; lo que al momento se desconoce es si este último es quien cometió el robo, o bien alguien que adquirió el elemento electrónico a través del “mercado informal”.

Ni los terrenos se salvan

Recientemente, desde la oficina de Tierras municipal se hicieron eco de una metodología que se viene utilizando en Puerto Madryn por parte de personas que, muchas veces, utilizan incluso su nombre real para ofrecer terrenos y lotes sociales a través de la red social Facebook.
Las publicaciones suelen realizarse en páginas de compraventa de objetos, y los lotes son ofrecidos a precios irrisorios; mientras que, por ejemplo, un terreno en las zonas más urbanizadas de la ciudad son comercializados a precios entre los 20 mil y los 50 mil dólares, los otros, ubicados generalmente en el barrio oeste y en las zonas aledañas a asentamientos, se ofrecen a poco más de 50 mil pesos, una “trampa” en la que muchos han caído al entregar, en algunos casos, todos sus ahorros para luego percatarse, vía Tierras, de que los terrenos ya habían sido adjudicados de manera regular a sus verdaderos beneficiarios.

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