Los ferrocarriles holandeses indemnizarán a las víctimas del Holocausto

Los Ferrocarriles Neerlandeses (NS), la principal compañía operadora de servicios de pasajeros de los Países Bajos, compensará a los supervivientes y a las familias de las víctimas del Holocausto que fueron llevados al campo holandés de tránsito nazi de Westerbork, desde donde eran enviados a campos de concentración. Se trata de la primera vez que la firma estatal accede a indemnizar a sus compatriotas por un transporte que le reportó 409.000 florines (casi tres millones de dólares) durante la ocupación nazi.
“Las empresas son mucho más sensibles a las reclamaciones de colectivos que a las privadas, y de ahí el éxito de esta”, indica el historiador Johannes Houwink ten Cate, especialista en el estudio del genocidio y el Holocausto, en conversación telefónica. “En la guerra, los directivos del ferrocarril debieron pensar que tenían un pacto con los ocupantes: hicieron lo que les pedían a cambio de mantener el control de la red, pero las consecuencias fueron tremendas”, agrega.
NS envió 93 de sus convoyes a Westerbork durante la guerra. La cuenta de uno de los viajes realizados en 1944 estaba guardada en los Archivos Nacionales, en Estados Unidos.
Controlado por la policía holandesa, los nazis utilizaron Westerbork para reunir a la población lista para su deportación, que empezó de forma sistemática en 1942. Ana Frank, la autora del famoso Diario, y su familia fueron transportados en esos trenes. Ella y su hermana, Margot, perecieron en Bergen-Belsen (Alemania). Su madre, Edith, murió en Auschwitz. Solo sobrevivió Otto, el padre. “Hace dos años, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia [SNCF, en sus siglas en francés] decidió compensar [con un total de 53 millones de euros] a las víctimas del Holocausto o a sus familias”, añade Ten Cate. ¿Es más sensible Holanda ahora a las injusticias históricas? Tal vez, dice.

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