SOLO EL AÑO PASADO POR ARGENTINA PASARON 23.772 KILOS DE COCAÍNA Y 405.693 KILOS DE MARIHUANA. DE ESTO, EL ESTADO SECUESTRÓ EL 39,6% DE CANNABIS Y EL 35,5% DE COCAÍNA. EL RESTO FUE CONSUMIDO O REEXPORTADO. RUTA 40 Y RUTA 3, LAS VÍAS DE INGRESO DE LA DROGA A LA PATAGONIA Y A MADRYN

La droga tiene una ruta

Por Trivia Demir

“Dejar de luchar es empezar a morir”, dice un proverbio tan sabio como anónimo. Por todo lo que acontece en nuestro territorio y por lo que no debe volver a suceder, es fundamental la información, pero no cualquiera, sino aquella que produce conocimiento.
Al debate sobre narcotráfico oficialmente han intentado entrarle desde distintas aristas por estos días en Chubut. Aún no se sabe qué pasó con la Seperintendencia Antidrogas que prometió la ministra Patricia Bullrich en 2016 y tampoco cuanto de esto ha reclamado el gobernador Mariano Arcioni. Pero lo fundamental tal vez, sería comenzar con ese famoso `mapa del delito´ local que siempre se afirmó que existe, pero que nunca condujo a evitar nada, ni a alcanzar el preciado tesoro de la seguridad ciudadana. Información hay para encuadrar acciones, el tema es contar con quienes sepan usarla. Recientemente un informe del periodista Andrés Klipphan puso blanco sobre negro sobre cuáles son las principales «rutas» del fenómeno del Narcotráfico en la Argentina, cuáles son los caminos de ingreso/salida y modus operandi de las organizaciones criminales en la región y cómo están compuestos estos clanes. Fue una investigación basada en datos obtenidos de causas judiciales y de estadísticas elaboradas por el ministerio de Seguridad de la Nación, teniendo en cuenta, por ejemplo, los decomisos que realizaron las fuerzas federales, como Prefectura Naval Argentina (PNA), que tiene una gran injerencia en el combate contra las bandas narcos, sobre todo en el norte del país, donde estas redes mafiosas utilizan los cursos de los ríos para trasportar su carga ilegal.

El negocio

Según el trabajo de investigación publicado por Infobae y otros medios nacionales, actualmente existen canales de ingreso de marihuana con destino de consumo nacional fundamentalmente y paso a Chile además, y cocaína que busca salida principalmente a Europa. Si bien este mecanismo es cada vez menor ya que los carteles parecieran privilegiar en el tránsito hacia Europa a Venezuela y a Brasil; aun hoy hay algunos intentos por extraer cocaína por puertos argentinos con destino al Viejo Continente, como el de las ciudades de Buenos Aires y Rosario.
Solo el año pasado, por nuestro territorio pasaron 23.772 kilos de cocaína y 405.693 kilos de marihuana, para tener una idea. De esa enormidad de drogas prohibidas, el Estado, secuestró el 39,6% de cannabis y el 35,5% de cocaína que ingresó. El resto, fue consumido o reexportado. Las rutas tanto de ingreso como de egreso de estupefacientes, y sus modalidades, tiene que ver con el tipo de drogas: marihuana, cocaína o pastillas de diseño.

Como se mueve marihuana

Casi la totalidad de cannabis que ingresa a la Argentina procede de la República de Paraguay, el principal productor de Sudamérica y el segundo a
nivel mundial. La permeabilidad de nuestras fronteras, de aproximadamente 1.240 kilómetros fluviales, con un escaso ancho de canal, favorecen el fluyo de marihuana de ese país hacia el nuestro.
El troncal fluvial conocido como Hidrovía, se transformó en una ruta de tráfico cada vez más empleada por las organizaciones mafiosas. La Hidrovía es surcada en toda su longitud por formaciones de embarcaciones denominadas «convoyes» o «trenes de empuje». Son barcazas de escaso calado, propulsadas por un remolcador de empuje, en donde cada una de las barcazas mide aproximadamente 12×48 metros y tiene una capacidad de carga de 1.500 toneladas.
El desarrollo logrado en la faz comercial y su crecimiento exponencial no tiene precedentes. Entre 1988 y 2015, el transporte de mercaderías se multiplicó, pasando de 700 mil a casi 20 millones de toneladas al año, hasta superar los actuales 36 millones. La soja y sus derivados son los productos más importantes trasportados por esta vía, seguidos por el hierro y los combustibles. Los narcos suelen esconder los panes de marihuana entre esa mercadería legal. En gran medida el transporte de cannabis se realiza a través de camiones. Este medio es utilizado para llevar grandes cantidades de panes prensados ocultos entre la carga. También se utiliza el trasporte público de pasajeros, esto es micros de larga distancia, aunque esta modalidad se emplea para pequeñas cantidades; otra modalidad utilizada es el trasporte en vehículos de menor porte (automóviles y camionetas).

El mercado Patagónico y la Ruta 40

Según las investigaciones de la Justicia Federal, quedó evidenciado que existe un aumento de procedimientos con incautaciones de grandes cargamentos de droga salientes de la provincia de Buenos Aires, que tienen como destino final a las provincias de Neuquén, Rio Negro, Chubut, Mendoza e incluso Chile. En estos casos las organizaciones criminales se movilizan –según la experiencia recogida por Prefectura- por la Ruta Nacional 7 que une las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza, con el vecino país trasandino. Otra de las vías de ingreso tendría como destino final el abastecimiento de la región patagónica del país.
Por sus características propias, la Ruta Nº 40 en forma conjunta con la Ruta Nº 3 se transforma en la columna vertebral de los caminos viales que conducen al sur del país. Por esas arterias se interconectan las principales ciudades de nuestra Patagonia y los pasos fronterizos a Chile. Precisamente la Ruta 40 une todo el país desde el Cabo Vírgenes, Santa Cruz hasta el límite con Bolivia en la ciudad de La Quiaca, en Jujuy. Es paralela a la Cordillera de los Andes, la más larga del país, con 5194 km:3 comienza en Santa Cruz, atraviesa 21 parques nacionales, 18 importantes ríos, conecta 27 pasos cordilleranos, cruza once provincias y trepa a casi 5000 msnm en el Abra del Acay en Salta, convirtiéndola en la ruta más alta de América, y también la más alta del mundo fuera de los Himalayas.

El mercado Central

La Ruta Provincial Nº 88 (une la ciudad de Mar del Plata y Quequén/Necochea) y por la Ruta Nacional 227 (une la ciudad de Balcarce con Quequén/Necochea) son vías alternativa para el ingreso de estupefacientes. La narco mercancía, proveniente de las provincias argentinas del litoral (marihuana – Paraguay) y noroeste (cocaína – Bolivia), llega a Mar del Plata y Bahía Blanca (principales centros de consumo) a través de las rutas que la comunican desde Buenos Aires al sur (Autovía Nº 2 y Ruta provincial Nº 11).

La entrada de cocaína

Según los trabajos estadísticos de las fuerzas federales, los mayores cargamentos de cocaína que ingresaron a nuestro territorio «provienen la República de Colombia, República de Perú y el Estado Plurinacional de Bolivia; ya que son los únicos países del mundo que cuentan con las condiciones geográficas y climatológicas aptas para la siembra y cultivo de la planta de coca con el alcaloide cocaína». Las principales rutas que utilizan las organizaciones dedicadas al narcotráfico del clorhidrato de cocaína son por vía terrestre por transporte, y en menor medida a través del «bombardeo» de bolsones de esa droga desde aviones narcos sobre cascos de estancias y campos. El producto final que es traficado a través de nuestro país posee diversas características que determinan el uso o mercado al cual se derivará:
-Si la forma de ingreso de cocaína es en forma de tiza –generalmente de 10 a 15 gramos cada una-, el uso que se da es el fraccionamiento mediante el empleo de diversas sustancias de corte (codeína, cafeína, lidocaína, entre otras, según un profundo estudio realizado por la SEDRONAR). Una vez «estirada» se distribuye a puntos de venta al menudeo, como bunkers o kioscos de drogas, entre otras modalidades.
-Si la forma de ingreso es panes rectangulares, generalmente por su calidad y composición son destinados a mercados extranjeros. En este punto no se descarta que porcentaje de ese estupefaciente de alta calidad sea destinado a un mercado interno con un poder adquisitivo importante.

El camino de la muerte

Según los decomisos que realizó Prefectura Naval Argentina entre los años 2017 y el primer trimestre de 2018, los canales de transporte más utilizados
por las organizaciones narcos son las siguientes.
Ruta 7, ruta 8, ruta 9, ruta 12, ruta 34, ruta 14, ruta 50, ruta 11. Los Puertos, Aeropuertos y las grandes ciudades. Por esas rutas, solo en 2017, la PNA decomisó 35.068 kilos de marihuana y 82 kilos de cocaína y otros tipos de estupefacientes como ketamina, LSD y otro tipo de drogas sintéticas. El valor de la droga secuestrada fue estimado en unos 31 millones de dólares.

Cómo funcionan las organizaciones narco

La capacidad operativa de las organizaciones se ve acrecentada por las ganancias que surgen de la actividad delictiva, que tienta a invertir en este negocio “próspero” a personas de diferentes sectores sociales. En la inmensa mayoría, en la Argentina, las estructuras de estas organizaciones están configuradas por pequeños grupos que no exceden las 10 o 15 personas. Generalmente las bandas están conformadas por uno o dos líderes que además aportan el capital. Un segundo escalón se encarga de la logística (acopio, ocultamiento y traslado de la droga). El tercer escalón se ocupa del traslado o cruce fronterizo y tareas menores.
Las funciones en las que se verifica o registra una sensibilidad o riesgo a la detención por parte de Fuerzas de Seguridad se encarga a personas de bajos recursos que son utilizadas por su estado de vulnerabilidad (condición económica en su mayoría), generalmente ocupan las funciones de maleteros, paseros o transportistas.
El informe también detalla que en la mayoría de los casos, estas redes narco evitan el enfrentamiento armado con las fuerzas de seguridad «prefiriendo descartarse de la mercadería y huir del lugar. (…)De esa manera se mantiene estable el grupo de miembros de las organizaciones cerrándose en la confianza del círculo».
Por último el estudio revela que estas organizaciones, muchas veces formados por «clanes familiares» utilizan el trueque de embarcaciones, vehículos o armas como forma de pago por las cargas narcos ante la falta de dinero en efectivo motivo por el cual se presenta un creciente mercado negro ilegal.
La cara más oculta de estos clanes narcos, tal como sucede en Madryn y el resto del país, lo forman los abogados, contadores, arquitectos, funcionarios, empresarios, que se encargan de lavar el dinero negro de cien formas diferentes que merecerá un capítulo aparte y que son solo la punta del ovillo de este millonario negocio que no podría desarrollarse y crecer sin sus vínculos con el poder. Poder económico y poder político, sí, escucha bien estimado lector.

Fuentes: PNA, Infobae, MSN, NA.

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