ADMITE QUE LA POLÍTICA ECONÓMICA DE CAMBIEMOS NO HA LOGRADO FRENAR ESE FLAGELO

“La inflación es el mal que más nos perjudica a la clase media”, dijo Ebene

El dirigente de Concertación Radical, Guillermo Ebene Kent, se refirió a la actualidad de Puerto Madryn, y el complicado escenario económico nacional, admitiendo que las políticas nacionales de Cambiemos no han logrado frenar el flagelo de la inflación.
A nivel local expuso la necesidad de una proyección urbanística y una planificación acabada para la ciudad, debido a que la ciudad del Golfo “es la tercera de mayor crecimiento en el país después de Ushuaia y Neuquén, este crecimiento exponencial acarrea grandes problemas. Primeramente, la falta de infraestructura y de un plan de urbanismo a mediano y largo plazo”.
A su vez, remarcó: “Nos preocupa mucho este tipo de basurales que están surgiendo por todos los alrededores de Madryn, porque no hay una política preparada. Nos preocupa que muchos se llenan la boca hablando de ballenas y todavía se siguen arrojando desechos de las pesqueras y de otras industrias hacia el agua”.

D: – ¿Qué opina sobre las políticas económicas de Cambiemos desde el ámbito del Gobierno Nacional?

GE: Es un momento complejo de crisis; las crisis son períodos puntuales de algunos meses, un año o un par de años. Estamos saliendo. La inflación, que es el mal que más nos castiga y que perjudica a las clases medias y bajas, la generamos entre todos. Si bien el Estado es responsable de generar las políticas públicas, cuando la cosa se remarca tanto, cuando baja el dólar y los precios quedan altos, uno se da cuenta de que hay un problema de actitud. Siempre, por las dudas, los argentinos nos “cubrimos” y remarcamos un poco más, apostamos al dólar y demás. Es un problema transversal entre todos, no de un gobierno. Si nos va bien a todos económicamente, eso es algo para toda la población, no para un gobierno o una reelección. Cuando aprendamos eso, vamos a poder convivir mejor y llevar las cosas adelante. Por supuesto, los técnicos y economistas hablarán sobre variables muy específicas de las que no puedo opinar académicamente, pero hoy lo que estamos viendo es previsibilidad. Hemos visto que el mundo ha venido a apoyarnos, un gesto que no es fácil de obtener. Se notan grandes inversiones en infraestructura, y esperamos que el año que viene, para bien de todos, salgamos de la crisis. Después, que la gente vaya y vote lo que quiera. No es un problema ideológico, la economía no debería tener ideología.

D: – ¿Cuál es su visión integral con respecto a la ciudad, ya sea desde su profesión como arquitecto, como así también como vecino?

GE: Creo que hoy, Madryn tiene una realidad muy diferente a la que tenía hace algunas décadas, y habiendo resultado ser la tercera ciudad de mayor crecimiento en el país después de Ushuaia y Neuquén, este crecimiento exponencial acarrea grandes problemas. Primeramente, la falta de infraestructura y de un plan de urbanismo a mediano y largo plazo. Hay que reconocer que mucha gente lo hizo muy bien, hay mucho trabajo acá, y Madryn hoy es un producto digno y positivo en general, porque es un producto colectivo. Con esto me refiero al capital privado, a los distintos gobiernos municipales que se han sucedido, pero me parece que tenemos que planificar una ciudad para los próximos 10, 20 o 30 años.

D: – ¿Cómo se puede llevar adelante ese programa?

GE: Acá todavía hay desarrollo, a pesar de las crisis que ha sufrido el país, entonces la gente sigue viniendo, apostando, por el trabajo que hay acá y porque es un lugar hermoso para vivir. Por eso, si una familia logra combinar esas dos cosas, se produce el florecimiento de una gran ciudad, hoy sin techo. El único límite ‘peligroso’ es la precariedad de tener un recurso hídrico sustentable. Tenemos ese río bendito que le da vida a todo el valle y a las 400 mil personas que vivimos en el Virch, pero la situación en Chubut es complicada. Dos tercios de la población, incluyendo Comodoro Rivadavia, están en riesgo hídrico. Son temas de los que tenemos que empezar a hablar. La viabilidad hídrica es uno de los ejes de nuestra propuesta. También, el Estado tiene que empezar a planificar. Lo que pasa es que los estados tienen una visión corta, que son los cuatro años de gestión, no piensan más allá de una eventual reelección y hablan de ocho años, pero esto no es así. Entre todos, queremos empezar a imaginar un Madryn para las próximas décadas.

D: – ¿Con qué referente nacional, pasado o presente, se identifica políticamente?

GE: Cuando comencé a militar estaba cursando la Primaria, sexto o séptimo grado, al tiempo que Argentina volvía a la democracia. Era todo nuevo. Recuerdo los primeros años de colegio, cuando cambiábamos seguido de presidente y la maestra no quería o no nos podía explicar por qué. Nos enterábamos por el diario que un nuevo militar era el nuevo presidente. Entonces, toda esa efervescencia del año 1983, para un chico de 12 o 13 años, fue muy importante. Y no fue casual que este hombre, Raúl Alfonsín, marcara la vida política de las últimas décadas, con sus errores y aciertos. Fue el coraje y la ética del radicalismo puesta en un hombre. Esa tradición de nuestro partido, que tiene 127 años, estaba puesta en las esperanzas de este hombre, que por cierto la pasó muy mal ya que tuvo varios intentos de golpe de Estado, no contó con todo el apoyo ya que la economía fue bastante caótica. Pero hoy, con la perspectiva de los años, lo valoramos en ese contexto. Y tenemos que aprender a mejorar la democracia. Nos dejó ese legado, pero hoy la construcción es en el día a día y de todos nosotros, de todos los partidos e incluso de la gente que no tiene ideas políticas o militancia; todos construimos la democracia. Tendrá muchos defectos, pero es el mejor sistema de convivencia. Cuando vemos en los medios noticias de otros países quizás más desarrollados económicamente, pero donde no hay derechos humanos, ahí nos damos cuenta del valor que nos dieron a nosotros y de la responsabilidad en la construcción de un país.

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