Cuando fueron detenidos el 6 de diciembre pasado, los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. dicen que no notaron nada malo en la niña de 7 años que falleció horas después de cruzar la frontera. De hecho, según la versión del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés), su padre aseguró que estaban bien e incluso firmó un documento al respecto. Pero la menor originaria de Guatemala murió 24 horas después de haber cruzado la frontera estadounidense desde México. Su fallecimiento en un hospital se dio luego de que estuvo bajo resguardo de la Patrulla Fronteriza en Nuevo México, por lo que el DHS inició una investigación interna. La niña «no había podido tomar agua o alimentos durante días», según declaró el padre a las autoridades migratorias estadounidenses. Pese a ello, el hombre presuntamente dijo que estaban bien cuando fueron detenidos y solo pidió ayuda pasadas casi ocho horas desde la captura, ya cuando la menor tenía fiebre de 41 grados. La niña murió unas horas después en un hospital, según el DHS. Hasta la noche del pasado viernes, las autoridades de Guatemala no habían confirmado la identidad de la niña ni la de su padre. Medios de EE.UU. y de Guatemala citando fuentes oficiales identificaron a la menor como Jakelin (o Jackeline) Caal Maquin y a su padre como Nery Gilberto Caal. La Cancillería de Guatemala indicó en un comunicado que la niña tenía 7 años y el hombre 29. La familia es originaria de Alta Verapaz, un departamento del centro del país con una población mayoritariamente indígena.