Preocupación en Estados Unidos por los ejercicios militares entre Rusia y Venezuela

Dos bombarderos supersónicos TU-160, conocidos como “cisnes blancos” por los pilotos rusos y con capacidad para portar armas nucleares aterrizaron el lunes en el aeropuerto de Maiquetía, cerca de Caracas, tras recorrer más de 10.000 kilómetros, en una demostración simbólica de apoyo al Gobierno de Nicolás Maduro, considerado una dictadura por la Casa Blanca.
“El Gobierno de Rusia envió bombarderos a través de medio mundo hasta Venezuela”, afirmó Pompeo en Twitter. “Los pueblos ruso y venezolano deberían ver esto tal y como es: dos gobiernos corruptos despilfarrando fondos públicos y asfixiando la libertad mientras su gente sufre”, agregó.
A su vez, el Kremlin rechazó los comentarios de Pompeo, asegurando que fueron “muy poco diplomáticos” y “completamente inapropiados”. Su vocero, Dmitri Peskov, dijo que “en lo referente a la idea de que estamos despilfarrando dinero, no estamos de acuerdo. Realmente, no es apropiado que haga estos comentarios un país que con la mitad de su presupuesto de defensa podría alimentar a toda África”.
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, consideró que los comentarios de Pompeo “no solo son irrespetuosos, sino cínicos”, porque Estados Unidos “posee al menos 800 bases militares (conocidas) en 70 países” y además tiene programas de cooperación de seguridad en América Latina. “Es insólito que cuestione nuestro derecho soberano a la cooperación en defensa y seguridad con otros países, cuando Trump nos amenazó públicamente con una intervención militar. Si quieren cooperar, levanten sus sanciones” a Venezuela, agregó también en Twitter.

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