Hoy iba a ser un día clave para el Reino Unido porque el parlamento debería votar si aprueba o no el plan que el gobierno negoció con la Unión Europea (UE) para que el país abandone el bloque comercial. Pero no. Varios medios británicos aseguran que la primera ministra, Theresa May, suspendió la votación tras las repetidas advertencias de varios legisladores que aseguran que la magnitud de una derrota podría hundir su gobierno.
Ayer temprano, May realizó una teleconferencia con sus principales ministros para discutir qué hacer con su acuerdo de compromiso sobre el Brexit, que permitía a Reino Unido abandonar el bloque y seguir dentro de la órbita de la UE.
Aunque aún no hay declaraciones oficiales, dos fuentes dijeron a la editora política de la BBC, Laura Kuenssberg, que la iniciativa había sido retirada. Asimismo, un reportero de Financial Times dijo que un funcionario cercano al gabinete confirmó también que la votación sería cancelada y el diario The Guardian abre su edición online con la noticia confirmada.
May y sus ministros habían repetido de manera insistente que la votación seguiría adelante, tal como estaba planeado. El reporte que indicó que May cancela la votación se conoció apenas horas después de que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) dijera en un dictamen de emergencia que Londres puede revocar su aviso formal de salida del bloque en virtud del Artículo 50 sin ninguna penalización.
«El Reino Unido es libre de revocar unilateralmente la notificación de su intención de retirarse de la UE», indicó la corte. «Tal revocación, decidida de acuerdo con sus propios requisitos constitucionales nacionales, tendría el efecto de que el Reino Unido permanezca en la UE bajo términos que no han cambiado», agregó.