CON EL CIERRE DE AÑO TAMBIÉN SE CUMPLIERON TRES CUARTAS PARTES DEL GOBIERNO DE CAMBIEMOS. ESPECIALISTAS MARCAN LOS ACIERTOS, FRACASOS Y TEMAS PENDIENTES A ACELERAR EN 2019. LAS PROVINCIAS TIENEN EL DESAFÍO DE MANTENER EL SUPERÁVIT. CHUBUT DEBERÁ ENFRENTAR VENCIMIENTOS DE DEUDA Y CUMPLIMIENTO CON PROVEEDORES Y SERVICIOS

Tiempos de balances

Por Trivia Demir

Comienza el fin de las primeras tres cuartas partes de la presidencia de Mauricio Macri en Argentina en un contexto de profunda recesión económica, caída de la imagen en las encuestas y una magra cosecha de réditos luego de la finalización de la cumbre de líderes internacionales del G20. ¿Qué pasó y qué les espera a los argentinos?
Un analista político, un economista y un especialista en asuntos internacionales realizaron un balance del Gobierno del presidente Mauricio Macri a un año de la finalización de su mandato o de su potencial reelección. «Mauricio Macri tuvo desde el principio una decisión central que fue la de no progresar desde el punto de vista de que una coalición electoral se convirtiera en una coalición de Gobierno. Congeló el crecimiento de Cambiemos y lo convirtió en una estructura estática, sin la posibilidad de ampliación. No se conoce ningún dirigente significativo que se haya incorporado», dijo a Sputnik el analista político Enrique Zuleta Puceiro.
«Esto le permitió cosechar algunos éxitos pero en el balance tienen superioridad los fracasos. Sacó setenta y pico de leyes pero no logró avanzar en la sustancia de lo que había prometido, que era una reforma estructural centrada en tres aspectos: laboral, tributaria y previsional. Por eso perdió el apoyo de las clases medias. Un presidente que tuvo al llegar casi un 70% de apoyo, más allá de quienes lo hayan votado, apenas alcanza hoy un 25%», profundizó.
«Si bien no llega a ser terminal debido a las dificultades que tiene la oposición para ofrecer una alternativa, es una situación de mucha desventaja que le ha hecho perder lo que es fundamental en la visión que Macri tiene de la política: competitiva, centrada en lo electoral y en la capacidad para mantener la iniciativa, fijar la agenda, sorprender al adversario. Tener que responder a desafíos, insuficiencias, problemas que se le van planteando en actitud defensiva le quita la mayor fortaleza», concluyó el presidente de la encuestadora OPSM.

¿Éxito o Fracaso?

Nicolás Litvinoff, director de Estudinero.net, analizó las variables más importantes para medir el grado de éxito o fracaso en materia económica de los últimos tres años. «La inflación aumentó, prácticamente se duplicó el promedio que veníamos teniendo [de 26,9% en 2015 al estimado de 47% para 2018, la más alta desde 1991], el PBI está cayendo este año [se espera una caída de 1% cuando el presupuesto estimaba un crecimiento de 3,5%] y es muy probable que caiga el año próximo, y también la pobreza aumentó», afirmó.
«Creo que el Gobierno subestimó el problema de la inflación y cómo combatirla, se equivocó en creer que es un fenómeno monetario, una discusión muy en boga entre los economistas hoy en día. En mi opinión, en Argentina la inflación tiene que ver más con la formación de precios, con las cadenas en el proceso productivo hasta que llegan al consumidor y también con una desconfianza que hay entre los propios argentinos que lleva a querer salvarse uno primero por si viene la debacle», explicó.

Pobreza cero, mal cálculo

Macri dijo en su primer año de mandato que quería que el éxito fuera juzgado a partir de sus avances en la erradicación de la pobreza. Según un estudio publicado a principios de diciembre de 2018 por la Universidad Católica Argentina, en un año la pobreza subió del 28,2% al 33,6%, provocando 2,2 millones de nuevos pobres y que 170.000 personas cayeran en la indigencia.
Además, el presidente anunció desde su llegada al poder una apertura al mercado financiero mundial, esperando una lluvia de inversiones. «Durante todo el 2017 llegaron inversiones financieras de corto plazo pero no inversión extranjera directa, que es la productiva, que viene para quedarse. Creo que estas no van a llegar en los próximos meses y dudo mucho que lleguen el año que viene. Puede ser que llegue algo de inversión especulativa financiera, pero eso no ayuda demasiado», dijo Litvinoff.
«El inversor extranjero no ve en Argentina un modelo económico que esté sustentado en la industria nacional, en la producción, en incentivar el consumo interno, que no deja de caer y parece no tener piso. Es verdad que hay un contexto global que no ayuda, los mercados emergentes estuvieron recibiendo mucha menos inversión en [el] 2018 que en [los] años anteriores, que tiene que ver con la suba [aumento] de tasas en Estados Unidos y otros temas que tienen que ver con el riesgo geopolítico», analizó el economista.

Los aciertos

Consultado por Sputnik acerca del principal acierto del Gobierno para la imagen internacional de Argentina, Gustavo Segré, analista internacional opinó: «Creo que la lucha contra la corrupción. Se ha cortado esta cadena institucional del robo sistémico al Estado en complicidad con empresarios vinculados. El hecho que sean llamados el padre y el hermano del presidente a declarar [en la investigación por el supuesto pago de coimas] demuestra que no hay un vínculo de la Justicia con el Poder Ejecutivo, como sí lo hubo en el pasado»
«En la perspectiva internacional hay mucho por hacer. Parece que, por cuidar lo urgente, el Gobierno se olvidó de lo importante. Argentina es un país cerrado, que no está abierto a las cuestiones de la economía internacional en lo relativo al comercio y perdimos tres años. Me parece que el empuje va a ser a la fuerza a través del surgimiento de (Jair) Bolsonaro -presidente electo de Brasil-, que está generando, por lo menos en la teoría, un cambio en lo que se refiere al Mercosur y a lo que deberá hacer el bloque», dijo el socio de Center Group.
«La Argentina demostró que está a la altura de organizar cualquier evento del tamaño del G20, fue muy bueno para mostrarle al mundo que existimos, que podemos hacer las cosas bien, pero eso ya pasó, la foto ya se sacó. El G20 en sí no te genera una mejora ni en las relaciones internacionales de corto plazo, mucho menos en lo económico. El Gobierno no puede dormirse en los laureles», advirtió.

El escenario provincial

En tanto, el cierre de 2018 estará marcado para Chubut por el modo en que siga acomodando las cuentas y el cumplimiento de pagos para poder enfrentar las paritarias que vienen. Porque contar con superávit después de haber cortado la cadena de pagos no es ningún mérito. El verdadero proceso de ordenamiento se verá en 2019. Un tema que se reflejará en todos los distritos y en gran parte de esto dependerá el éxito o fracaso de quienes pretendan repetir mandato. l proceso de ordenar las cuentas públicas no es sólo una tarea del Estado Nacional, dice un reporte de Jefatura de Gabinete, “sino también de las provincias”.
En rigor, el déficit del país, en sentido amplio y consolidado, suele incluir los resultados financieros de las provincias. El buen dato, a diferencia de otros periodos complejos, es que los distritos tienen sus cuentas en orden.
Entre las 22 provincias que firmaron el Consenso Fiscal, sólo Santa Cruz tuvo déficit primario en los primeros nueve meses de 2018. Todas las demás tuvieron superávit. En los primeros nueve meses de 2017, sólo 9 habían tenido superávit y 13 habían tenido déficit. Las dos provincias que no firmaron el acuerdo son La Pampa y San Luis.
Esta mejora fue posible gracias al compromiso del Gobierno con el federalismo, dicen en Jefatura, algo “que permitió a las provincias aumentar en cuatro puntos (del 28% al 32%) su participación en el reparto directo de la recaudación”.
Esto a su vez permitió que los ingresos de las provincias crecieran este año 9 puntos más que sus gastos. También fue clave el fallo de la Corte Suprema a finales de 2015, según El Economista.
Tomadas en conjunto, las provincias tuvieron entre enero y septiembre un superávit primario de $108.000 millones, contra un déficit de algo más de $3.000 millones en el mismo período de 2017.
Este esfuerzo compartido se refleja en la baja del gasto en los últimos años, tanto en la Nación como en las provincias. En 2018, el gasto público consolidado (Nación más provincias) será de alrededor del 37% del PIB, “tres puntos menos que en 2015 y el nivel más bajo desde 2012”.

Fuentes: Sputnik, El Economista, NA, propias

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