ADVIERTEN POR EL IMPACTO EN LA FAUNA MARINA DE LA ZONA

Denuncian acumulación de basura en diferentes playas de Península

Una problemática que se repite cada año en la zona de Península Valdés, es la importante cantidad de residuos que generan los miles de visitantes que concurren a pasar las fiestas en el área, así como también quienes se instalan en el sector de Puerto Pirámides y sus alrededores durante el mes de enero, caracterizado por una amplia concurrencia.
La basura generada por las actividades recreativas en las playas “no la junta nadie”, denunciaron, sumando a la cuestión otro problema, que es la presencia de jet skis, algo prohibido por la Administradora pero que tampoco se controla; prueba de ello es la publicación reciente, en redes sociales, de una de las autoridades de la cooperativa de Pirámides, quien compartió un video donde pueden verse delfines y la presencia de uno de los vehículos acuáticos, prohibidos por la normativa.

Plan de manejo

Según lo establece el Capítulo IV del “Plan de Manejo del Sistema Península Valdés”, al cual es posible acceder desde la página oficial de la Administradora (http://peninsulavaldes.org.ar/descargas/), varias son las restricciones establecidas pero que, al momento, no se cumplen o sobre las cuales no hay controles frecuentes; entre ellas, “No permitir el uso de Jet Ski” y “Prohibir las actividades de campamentismo libre”, algo que queda en evidencia que continúa realizándose en zonas como la de Playa Larralde y Punta Gales.

Acampe y residuos

Al respecto, uno de los vecinos de la villa balnearia reconoció que “es un problema de larga data, en Pardelas pasaba exactamente lo mismo; dejaban que la gente acampara y nadie iba, después, a recolectar los residuos que se generaban”, agregando que “la Administradora Península Valdés cobra una entrada, y estamos hablando de precios que no son bajos; lo menos que podrían hacer es gestionar la disposición de la basura que termina acumulándose en esos sectores, es inaudito que se permita acampar pero que eso no esté acompañado con los servicios correspondientes”.
A ello, sumó que “estamos en un Patrimonio de la Humanidad, el cual parece que tiene vigencia entre junio y diciembre, porque cuando empieza el verano, podemos hablar un área ‘des-protegida’”.

No se respetarían las prohibiciones

Por otro lado, el vecino sostuvo que “además de la basura, otra problemática que vemos casi a diario es la presencia de jet skis en la zona, que no deberían ni siquiera despacharlos sino notificar desde Áreas Protegidas a personal de la Prefectura (Naval Argentina, PNA) que se encuentran prohibidos”, añadiendo que “lo establecen el Plan de Manejo y las normativas vigentes, sin mencionar que la restricción, paradójicamente, prohíbe los jetski pero no las motos de agua, y en realidad, en Península la idea del Plan de Manejo era que se prohibieran los dos tipos de vehículos”.
En la misma línea, advirtió que “es tal el descontrol que durante el verano reina en Península Valdés, que no saben qué está permitido y qué no, la gente puede salir tranquilamente a bordo de un jetski entre la fauna silvestre y marina”.

Biodiversidad amenazada

A su vez, recordó que “un dato que poca gente sabe es que Península Valdés fue declarada Patrimonio de la Humanidad por su biodiversidad marina, no por los guanacos, los pastos, las maras y demás; hay quienes critican que ‘cómo se pudo declarar Patrimonio mundial una serie de campos privados’, pero en realidad ello fue por la riquísima biodiversidad marina de la zona, por las especies que la habitan, los mamíferos marinos y porque, además, es una de las áreas de mayor reproducción de la ballena franca austral, agregando a los delfines, las orcas, los delfines oscuros y los únicos apostaderos continentales de elefante marino”.
En este sentido, puntualizó que “toda esa basura que está en las playas, directamente impacta sobre el ambiente marino porque se vuela, llega al mar; estamos hablando de un lugar donde, si bien hay ballenas de junio a diciembre, hay mamíferos y aves marinas todo el año; esos residuos son armas mortales para la fauna marina, porque las aves se comen las tapitas, los lobos marinos y los elefantes se enredan en sogas y bolsas; los delfines se tragan las bolsas o cualquier basura que ande dando vueltas, y la verdad es que es un despropósito, más aún cuando todo esto es responsabilidad de la cartera de Turismo y la Administradora Península Valdés”.

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