NUEVE DE CADA DIEZ FIRMAS REGISTRÓ CAÍDA EN LAS VENTAS

El 60% de la industria textil redujo personal durante 2018

Como consecuencia de diversos factores como pueden ser la caída del mercado interno, el aumento considerable que sufrieron las materias primas, las importaciones y los aumentos en los servicios públicos, la empresa textil registró cifras sumamente negativas en el 2018. Al respecto de esta situación, una encuesta realizada por Fundación proteger reveló que el 66% de las empresas del sector manifestó haber empeorado su desempeño respecto de 2017, lo que adjudican principalmente al debilitamiento del consumo.
El parque industrial de Trelew es testigo de la abrupta retracción que registra la actividad con una sostenida caída de la ocupación de mano de obra.
Dentro de los factores reconocidos por los titulares de las compañías textiles, el 33% de los encuestados reconoció una baja del poder adquisitivo, el 28% señaló expectativas negativas del mercado interno y el 16% culpa al aumento de las importaciones. Como resultado de todo esto, el sector sintió con fuerza la contracción del mercado, lo que se tradujo en una caída en las ventas, según reveló el 89% de los textiles encuestados.
La estrategia elegida para sortear esta situación recayó sobre el nivel de empleo: el 21,8% recortó horas, 12,9% redujo personal y otro 12,9% adelantó vacaciones a sus empleados. Un 60 por ciento de las empresas redujo su dotación de personal, independientemente de si lo hizo como estrategia o fuerza mayor, como podría ser el cierre. La mitad anticipa que reducirá su cantidad de empleados durante este 2019, así como una misma proporción achicará las horas de trabajo.

Caída interanual del 32,2%

Según el último informe industrial del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), con datos a noviembre, la producción textil registró una caída interanual del 32,2 por ciento y acumuló en once meses de 2018 una baja promedio de 13,6 por ciento. La contracción afectó tanto al sector de hilados de algodón como a la fabricación de tejidos. La disminución del nivel de actividad provocó además la menor utilización de la capacidad instalada en 17 años, al bajar a 43,9 por ciento. El informe Evolución y Perspectivas de la Cadena de Valor Agro Textil y Confecciones de Argentina que realizó ProTejer acerca la mirada de 86 empresarios sobre la situación de la actividad.
Puntualmente, el informe explicó que “el sector textil y confecciones está atravesando una prolongada crisis por la reducción del nivel de actividad, explicada, principalmente, por la profunda retracción de la demanda producto del deterioro del poder adquisitivo de la población. A la disminución de la demanda se le suma la persistente presión de las importaciones que provoca una sensible pérdida de participación de las ventas nacionales sobre un reducido mercado local”. En tanto, el 38% de los encuestados aseguró que su situación “empeoró mucho”, el 28% que lo hizo “poco” y el 22% que no varió su desempeño. En contrapartida, el 12% restante tuvo mejoras.

Factores determinantes

Los motivos que esgrimen sobre ese desempeño están relacionados principalmente con la caída de las ventas al mercado interno (28,4%), el deterioro de la actividad económica nacional (12,1%), el aumento del costo de las materias primas e insumos (10,6%) y el incremento de las tarifas energéticas (9,2%). En el sector advierten que esa pérdida en el mercado interno “no es posible ser compensada con mayores exportaciones que han sufrido importantes caídas en 2018”. El 73% de las empresas no exportó durante el año pasado y para la mayoría de las que sí lo hizo, el ingreso por ventas al exterior solo representa entre 1 y 3% de sus ventas totales, por lo que las ventas al exterior están lejos de ser una alternativa y posibilidad de recupero para las compañías del sector.
Al respecto de esta situación, desde el Gobierno Nacional esgrimieron en reiteradas oportunidades que el problema se explica por la falta de competitividad, algo que fue duramente cuestionado por los empresarios del sector. Específicamente, el informe contestó que “las plantas industriales textiles tienen niveles de eficiencia y productividad de clase mundial”, al mismo tiempo que identificaron que el problema es que el mercado se achica por la crisis y por la pérdida de poder adquisitivo.

Recortes laborales

“El 50 por ciento del precio de cualquier prenda de vestir vendida en un centro comercial corresponde a impuestos abonados a lo largo de todo el proceso productivo. Sólo 8,5% del precio corresponde a costos de producción”, lanzó informe de ProTejer.
Como consecuencia de esta situación se produjeron recortes en las horas trabajadas, suspensiones y despidos hasta el cierre de líneas de producción y de fábricas. Se estima una pérdida de más de 17.000 empleos registrados desde octubre de 2015 (en base a los datos de SIPA). El impacto sobre el empleo es mayor si se considera la pérdida de puestos de trabajo no registrados, principalmente en la confección. Un 60% de las empresas redujo su dotación de personal durante 2018, contra solo un 4,3% que aumentó su número de empleados y un 35,7% que no alteró su nómina.

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