ESTUDIO AFIRMA QUE COMER CADA 3-4 HORAS NUNCA ES ALGO NECESARIO

El secreto de las 5 ingestas de comida al día

Muchos expertos recomiendan realizar cinco comidas al día en lugar de tres, consistentes en un desayuno, una toma a media mañana, la comida, la merienda y la cena, para conformar una dieta equilibrada y variada, de acuerdo con la dieta mediterránea. «Las razones: Entre otros puntos reduce la ansiedad, se llega con menos hambre a la siguiente comida, y después puede ayudarnos a adelgazar, ya que el balance energético, al comer lo justo y necesario y no de más por la ansiedad, acabará siendo positivo», subraya a Infosalus en una entrevista la doctora Katherine García, miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Según defiende, se aconsejan 5 en lugar de 3 comidas al día porque cuando se realizan ingestas de alimentos cada 3-4 horas, en lugar de cada 7-8 horas, se tiende a controlar más la cantidad de alimentos que se toman, siempre respetando el descanso nocturno.

¿Son realmente cinco?

En concreto, la doctora señala que se debería realizar la toma de 3 comidas principales: desayuno, comida y cena. Asimismo, la toma de 2 ‘snacks’ a lo largo del día, a media mañana y a media tarde, según los horarios de cada persona y de la actividad física que se suela realizar. «Tomar un pequeño almuerzo a media mañana y una merienda te ayudará a controlar mejor la cantidad de alimentos que tomas en la comida de mediodía y en la cena», afirma García.
La miembro de la SEEN precisa en este sentido que se entiende por ‘snack’ una toma de alimentos menor que en las comidas principales, siempre que se trate de productos saludables; por ejemplo una fruta o un lácteo desnatado. Así, insiste en que mantener una rutina de 5 ingestas diarias nos ayuda a comer menos o incluso a engordar menos. «Si desayunamos a las 7.00 horas de la mañana, y no realizamos la siguiente ingesta hasta las 14.00 horas, comeremos en la comida principal de mediodía más cantidad de alimentos que si hemos tomado un ‘snack’ a las 11.00 horas.
La suma calórica de la toma a media mañana y a mediodía generalmente es menor que la toma de mediodía cuando no se ha realizado el almuerzo a media mañana», subraya la especialista. En situaciones de sobrepeso u obesidad, añade la doctora de la SEEN, la realización de una dieta hipocalórica consistente en 5 comidas al día, junto a la práctica de ejercicio físico, ayudan a adquirir un patrón regular de ingesta que puede ser beneficioso en aras de conseguir el objetivo de pérdida de peso.
La miembro de la SEEN precisa en este sentido que se entiende por ‘snack’ una toma de alimentos menor que en las comidas principales, siempre que se trate de productos saludables; por ejemplo una fruta o un lácteo desnatado.
A su vez, la doctora Katherine García destaca que es adecuado en personas que tienen un comportamiento compulsivo hacia la comida las ingestas frecuentes y controladas de comida, de cara a intentar evitar los atracones, que consisten en ingestas incontroladas de cantidades muy grandes de alimentos. Eso sí, precisa que comer cada 3-4 horas nunca es algo absolutamente necesario y hay que respetar los ritmos biológicos de cada persona, que generalmente incluyen un largo período de ayuno nocturno.

¿Qué pasa si no comemos durante mucho tiempo?

Respecto a las personas que dejan de comer durante horas, que realizan un ayuno prolongado, afirma que los cambios fisiológicos que pueden tener lugar en consecuencia se inician a las 10-12 horas sin ingerir alimentos, y van dirigidos a asegurar un aporte de glucosa a los órganos vitales.
«Cuando no hay aporte energético desde el exterior (periodo de ayuno) se ponen en marcha una serie de procesos metabólicos capaces de producir glucosa endógena, ya que el aporte de glucosa a los órganos es continuo. Inicialmente (las primeras horas) la glucosa proviene de los depósitos de glucógeno hepático y muscular (glucogenólisis) y pasado este periodo se ponen en marcha la proteólisis (degradación de las proteínas), lipólisis (degradación de las grasas), gluconeogénesis (síntesis de glucosa) y cetogénesis (síntesis de cuerpos cetónicos). Estos procesos son catabólicos, es decir, representan una pérdida de reservas del organismo», sentencia la experta de la SEEN.

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