ARCIONI BUSCARÁ MOSTRAR UNA GESTIÓN CONSOLIDADA Y AFIANZAR LA VENTAJA QUE LE DA EL APARATO DE GESTIÓN, COOPTANDO TODO EL PJ POSIBLE PARA POLARIZAR DIRECTAMENTE CON MENNA. EL RADICALISMO CHUBUTENSE POR SU PARTE SE ADUEÑA DEL SELLO DE LA ALIANZA A SABIENDAS QUE CAMBIARÁN LAS CONDICIONES DE LA ECONOMÍA NACIONAL EN EL PRIMER SEMESTRE. EL MERCADO YA CREE QUE MACRI TIENE MÁS CHANCES DE SER REELECTO Y PONE FICHAS

Encuesta a boca de bolsillo

Por Trivia Demir

La semana culmina en Chubut con mucho movimiento político apresurado por la jugada de adelantamiento que plantó Arcioni y que por ahora todo indica, le va resultando a medida de su reelección. Con el desparramo peronista de las últimas 48 horas, con la declinación de aspiraciones por parte del comodorense Carlos Linares y el envalentonamiento de Gustavo Mac Karthy, las elecciones provinciales prácticamente se entienden en términos de polarización entre Chubut Federal y Cambiemos. Sin embargo en la calle no está tan claro aún que ofrece cada uno en términos de perspectivas presentes y futuras a las más de 600 mil almitas que habitan el territorio, (que representa poco más del 1,30% de la Argentina) como para que se los elija en las urnas. Por eso, si algo tienen claro aquellos que están en gestión y pretenden reelegir es que para hacerlo deberán hacer un esfuerzo presupuestario por mantener contentos a sus aliados electorales, que es ni más ni menos que la vecindad. De otro modo, es de manual que la ciudadanía buscará modificar las condiciones fundamentalmente propias que devienen de la/s administraciones de turno. En Chubut, el gobernador Mariano Arcioni lo sabe, por ello gran parte de su estrategia radicará posiblemente en fortalecer los lazos y los refuerzos de fondos en las ciudades que pueden garantizarle el triunfo, sin descuidar las urgencias de gestión territorial por supuesto. Por ahora mucho más no hay que aprovechar fuertemente los beneficios que devienen de contar con el ´aparato´ de gestión, aunque el adelantamiento ya puso en marcha el mecanismo de recaudación que requiere la campaña. Quiera o no el escribano en ese sentido cuenta con una ventaja importante, porque si algo reclama del otro lado el radicalismo que le tiene copado Cambiemos en la provincia, es la ´sequía´ de aportes para inversión proselitista que le impone el partido gobernante nacional y que necesariamente se requiere, para intentar desbancar casi dieciséis años de populismo en Chubut. Traducido a la práctica Gustavo Menna sabe que sólo con perfil bajo y algunas declamaciones y buenos deseos no podrá desequilibrar la balanza electoral, mientras Mariano Arcioni siga haciendo las cosas bien, no cometan ningún error grave y logre cooptar gran parte del peronismo díscolo, que no está dispuesto a perder las posibilidades de ascenso al poder tan fácilmente otra vez a manos de la puja de egos de los históricos.
Por eso Arcioni buscará la estabilidad financiera más que nada en los próximos meses, dosificará el gasto superfluo y concentrará el esfuerzo en inversiones concretas que atiendan necesidades claras de cada ciudad, en la medida de las posibilidades presupuestarias, claro está. Además buscará negociar temprano con los gremios estatales para garantizar la convivencia y el acompañamiento de los agentes del estado, que son un gran porcentaje del soporte del poder de Fontana 50. A la par buscará cumplir con las metas fiscales y tanto con los compromisos de deuda y proveedores. Sabe que por cada mes de tranquilidad económico-financiera su imagen se consolida. Y nada mejor que contrastar hechos con palabras. Sin embargo, opinan los observadores finos, deberá inyectar proyecto concreto a su propuesta reeleccionista, tanto orientado a los sectores productivos como a la ciudadanía en general. Un déficit que viene arrastrando en función de tener que ocuparse en principio, de una gestión ´heredada´ tras un fallecimiento y ante los barquinazos graves que mostraba la caja pública al tomar el timón. En las huestes oficiales chubutenses no pierden de vista que el radicalismo provincial si algo debe cargar cual ´collar de melones´ por ahora, son las medidas nacionales que han golpeado fuertemente a la región. Pero también tienen claro que este escenario va a cambiar este año, por lo menos por unos meses por efecto mismo de la campaña, y eso no se debería subestimar.

El mercado hoy cree en la reelección de Macri

Para el economista Guillermo Laborda, esto mismo aplica a nivel nacional, porque ´es regla de oro electoral vigente´. “Por cada mes de estabilidad en el tipo de cambio, la imagen presidencial crece entre un punto y dos”, afirma. El director de Bank Magazine, analiza la coyuntura y opina que a la luz de lo que indica el panorama actual hay indicios de mejora en las posibilidades reeleccionistas. “Enero fue alentador en los mercados: el riesgo país cayó de 830 a 666 puntos, el Merval acumula suba de 15% y el BCRA se da el lujo de comprar dólares. Un solo dato dista de ser el ideal: el descenso de la tasa en pesos, el rendimiento de las «Leliq»‘, se está produciendo a un lento ritmo, del orden de los 20 puntos básicos (0,2 puntos porcentuales) por día. El mundo financiero está jugando a favor; la Argentina acompaña. No es que el país súbitamente pasó a ser la vedette de los mercados, sólo va en paralelo al flujo de fondos mundial. Igualmente hay algunas señales que inversores comienzan a considerar en lo político: asignan ahora una mayor probabilidad a que Mauricio Macri sea reelecto en las presidenciales. Por cada mes de estabilidad en el tipo de cambio, crece entre un punto y dos la imagen presidencial. Es la «golden rule» o regla de oro electoral vigente en la Argentina.
Pero hay una grieta entre los mercados y la economía. El buen clima financiero aún no se traslada a la actividad. El índice de confianza del consumidor medido por la UTDT cayó 8% en enero frente a diciembre. El pesimismo se concentra básicamente en CABA y el conurbano. Otro indicador clave es el que elabora el Ministerio de la Producción y Trabajo, y el Reporte del Trabajo Registrado que difunde cada 30 días con dos meses de retraso. El informe de diciembre por ejemplo, reflejó que en octubre se habían perdido 119.000 puestos de trabajo respecto a octubre de 2017. El recorte en el empleo público fue de 57.000 puestos, algo que el gobierno no difunde para no despertar a gremios estatales. La economía sigue destruyendo puestos de trabajo”, analiza.

La inyección de optimismo que se viene

Laborda se pregunta “¿es posible que un gobierno gane una elección con alta inflación y altas tasas de interés, con la economía y el empleo en baja y con un recorte de más de 2 puntos del PBI en las cuentas públicas? En primer lugar, la apuesta oficial es que desde marzo la economía comienza a repuntar. Siempre tomando en la comparación la actividad con respecto al mes anterior. Si se compara la actividad con igual mes del 2018, va a dar negativo por lo menos hasta el segundo semestre del año. Las tasas de las «Leliq» bajan cuatro puntos por mes. Es decir que para fines de marzo, podrían estar en 46%. Muy altas aún. La inflación mensual seguirá en torno al 2% también para esa fecha. Lo que puede cambiar el clima es que la economía empieza a generar puestos de trabajo en abril. Y que lo que se defina en las paritarias desde febrero supere a esos datos de inflación. Pero volviendo al interrogante de si un presidente puede ser reelecto en medio de este ajuste inédito en materia fiscal y monetaria, según las encuestas a las que accede el gobierno y a la impresión en mercados, la respuesta es que sí. Puede compararse lo sucedido en 1995 cuando con la economía en descenso, Carlos Menem ganó las presidenciales. En ese entonces, el ´voto cuota´ (por los créditos hipotecarios obtenidos en los inicios de la Convertibilidad) tuvieron un rol importante en ese resultado. En esta ocasión no existe el ´voto cuota´ aunque el ´voto cuadernos´ o el ´voto Maduro´ (por Venezuela) pueden jugar su rol”, afirma.

Dosificando la estrategia

Para entender como la campaña pasa en gran parte por otras mesas, Laborda comparte datos: “Tecnicismos interesantes y no menores en importancia se conocieron en un almuerzo de economistas en el restaurante Tancat esta semana. ¿Por qué el BCRA interviene con apenas 50 millones por día en la plaza? Si lo hiciera más agresivamente, por el doble de magnitud, podría ganar tiempo en la reducción de las tasas a valores normales y en la contención a la baja del tipo de cambio. Lo mismo sucede con el ancho de la banda de flotación. Las críticas apuntan que es como «la 9 de Julio», la más ancha del mundo. Dado el interés del BCRA en reducir la inflación, habilitar una suba del tipo de cambio de 10% en banda puede conspirar con ese objetivo. Las apuestas en Tancat: si realmente Macri gana las elecciones, las acciones (Pampa, TGS, Galicia entre otros) pueden tener subas de 35% en dólares este año. Curiosamente YPF está a valores de liquidación y no por el juicio del fondo Burford Capital que es contra el Tesoro Nacional. La petrolera argentina se está reconvirtiendo silenciosamente a eléctrica y ya está en el tercer puesto en el país de generadores. ¿Y la bomba de ´Leliq´? Por ahora no preocupa a economistas. Pero de nuevo, la velocidad en la baja de tasas de interés es clave, para desactivar ese proceso”, afirma el analista.
Agrega que “En el Foro de Davos, el ´Lollapalooza´ de la economía y las finanzas mundiales, estuvieron presentes el ministro Nicolás Dujovne y el presidente del BCRA, Guido Sandleris. Los números hoy del plan lanzado el 1 de octubre están en línea con lo planeado entonces. La reunión de los funcionarios con el FMI fue un simple trámite. Christine Lagarde sigue de cerca su evolución habida cuenta que el desembolso al país por monto récord y que Argentina se ha convertido en el deudor principal del organismo. No hay margen de error para ambas partes”. Un vínculo que a propósito expone un interrogante que se responde por sí mismo: ¿Permitiría el FMI que el kirchnerismo se acercara siquiera al poder si pretende cobrar sus préstamos? Pareciera poco probable. Y en todo caso, ¿se entusiasmaría el kirchnerismo por recuperar el poder dependiendo del FMI para funcionar? También parecería poco probable. Por eso el mejor negocio de Macri por ahora es la polarización casi exclusiva con Cristina. Cómo decía Benjamin Disraeli, “Ningún gobierno puede estar seguro largo tiempo sin una formidable oposición”, no?

Fuentes: NA, LPO, MI, propias

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