Por Trivia Demir

La semana cierra en Chubut con una visita presidencial que dejó tela para cortar y sobre todo que marcó la agenda política de la semana, acelerando varias definiciones como el lanzamiento de la posible fórmula de `unidad´ peronista, Carlos Linares- Gustavo Mac Karthy o viceversa. A la par, el radicalismo de la mano de Gustavo Menna volvió a visualizarse y agarrar trote en una campaña que venía de lamentos y falta de entusiasmo. La mesa de trabajo de Cambiemos en Madryn con parte del gabinete nacional y el propio Macri sentado en el cierre, les devolvió sobre todo la confianza a un sector que aún necesita sepultar viejas internas. El Pro provincial, de la mano de Daniel Laudonio demostró que por más que sean pocos, pueden pilotear con maestría un sector que se consolidó como opción política increíblemente y a pesar de las medidas nacionales. No sólo eso, sino logró traccionar a territorio a un presidente de la Nación que por primera vez en años accedió a pernoctar en la zona y participar de mesas de trabajo con temas de gestión y análisis político. Por si en las Legislativas el radicalismo infería que había sido todo mérito propio y de un buen candidato el dejar tercero al PJ, y quedar a escasos guarismos del poder provincial que ostentaba el dasnevismo con el líder en vida, los números que evalúan ahora vienen atados a la alianza sí o sí. En ese marco, muchos correligionarios habrían comprendido los beneficios de contar con el aparato electoral nacional, aunque provincializando extremadamente la campaña. Además de casi salvar las disputas por una vice que presumiblemente también absorberían en la figura de una mujer presuntamente del Valle que acompañaría a Gustavo Menna, cediendo varias bancas a diputados para el PRO en las listas que ya se comenzarían a evaluar.

Con Arcioni, todo bien

El otro suceso que permitió la bajada de Cambiemos con el propio Mauricio Macri a la cabeza, fue un acercamiento con el Frente Chubut Federal. La reunión entre el Presidente y el Gobernador limó algunas asperezas de momento y recompuso hasta una oxigenación de financiamiento que le permitió a Arcioni completar sueldos de diciembre, sobre todo con el sector de la Justicia que aún estaba en lista de espera.
Para Cambiemos, el Frente Chubut Federal es una buena opción de alianza para terminar de empujar un poco más lejos de Fontana 50 al peronismo. Las muestras de diálogos, las fotos entre funcionarios y el marcado protagonismo de Arcioni-Sastre-“Loma” Ávila durante la visita de Macri, fue todo un gesto de que el verdadero contrincante es el peronismo-kirchnerismo, polarización de la que no se quiere salir el Gobierno.

El PJ apuró el tranco

Con estas movidas en territorio, al PJ más “K” y menos “k” no le quedó otra que dejar de lado los coqueteos y las internas y comenzar a definirse. La primera intentona de 2019 fue la de retrotraer el adelantamiento de elecciones en Chubut argumentando que el hantavirus no permitía con la emergencia de 40 días, llegar a definir alianzas electorales en 30. Como esto no se produjo y se mantuvo el cronograma, la segunda opción fue intentar retrotraerle la alianza que Arcioni logró forjar con Ricardo Sastre y Adrián Maderna, dos intendentes peronistas permanentemente condicionados por la estructura orgánica que se hartaron de los manejos del sello e hicieron valer sus gestiones para proyectarse a futuro.
Con todos estas operaciones fracasadas y a sabiendas que una interna los podría debilitar aún más, el peronismo anunció a mitad de semana que presentaría fórmula y que estaría integrada por un comodorense, como dicta la tendencia, como Carlos Linares, y un valletano como Gustavo Mac Karthy.

Más desdobla-mientos

En tanto, esta semana también se oficializó que la provincia de San Luis convoca a elecciones provinciales para el 16 de junio, y tras esta decisión, ya son diez las provincias que notificaron el desdoblamiento electoral: La Pampa abrirá el calendario a mediados de febrero con las PASO provinciales y también adelantarán los comicios Neuquén, San Juan, Chubut, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Río Negro y San Luis.
La Pampa es la primera provincia en ir a las urnas este año: el 17 de febrero se realizarán las PASO. La elección a gobernador está prevista para el 19 de mayo. Con todo esto, el mapa político nacional comenzará a esclarecerse bastante antes lo que permitiría al oficialismo al fin y al cabo, reajustar la estrategia hacia octubre.

La estrategia de fondo

Si bien los adelantamientos podrían considerarse que no ayudan, al oficialismo no le quita el sueño, afirman desde Balcarce. Sí se concentran las energías en hacer andar bien `el carro´ de la coyuntura en lo que queda del último año. Ayer mismo el ministro Nicolás Dujovne celebró haber logrado las metas fiscales que impuso el FMI. El ministro de Economía consideró positivo haber llegado a un déficit del 2,4 % del PBI en 2018, aunque contabilizado los pagos de la deuda, el porcentaje en realidad llegaría al 5,2 %.
El funcionario destacó oficialmente que “Hemos sido muy disciplinados desde el lado del gasto», afirmó el titular de la cartera de Economía. El ministro señaló que «la Argentina cierra 2018 con un resultado primario negativo de 338.987 millones de pesos, que es 2,4 puntos del PBI».
Todo esto es necesario en función de las reuniones internacionales que se avecinan la semana entrante donde está prevista, después del eclipse y la gran luna de sangre de este lunes, cuando del 22 al 25 de enero, la ciudad de Davos, en Suiza, será una vez más la sede de la conferencia anual del Foro Económico Mundial, cita que reúne a los poderosos del planeta, entre líderes y personas más ricas del mundo.
El Foro, que nació en 1971 como iniciativa del economista alemán Klaus Schwab, celebra su 49 encuentro y tiene como tema principal la ‘Globalización 4.0: conformando una arquitectura global en la era de la cuarta revolución industrial’. El esfuerzo por la `buena letra´ de la política argentina de turno, tiene que ver directamente con la búsqueda de inversiones que ya van teniendo más respaldo para Macri (como el aporte del tesoro de Estados Unidos para empujar los PPP que es toda una señal), reactivación laboral y sobre todo control de la inflación y repunte en las expectativas y el poder adquisitivo de la gente. Porque está dicho que la economía incide directamente en las elecciones. Lo que parece una obviedad fue confirmado por el IERAL de la Fundación Mediterránea, también esta semana, al revelar coordenadas de cómo han transitado los votos y los bolsillos casi un camino coincidente. «En todos los años donde el oficialismo resultó victorioso, el indicador global de la situación económica presenta valores más elevados respecto de los años donde resultó perdedor en las elecciones».
Entonces, la pregunta que se hacen los analistas políticos para atar tendencias es ¿cómo llegará la economía a las elecciones presidenciales de 2019? ¿Peor o mejor que en otros comicios?
Para medir la marcha de la economía antes de las elecciones, el instituto cordobés utiliza cinco variables: la evolución de la actividad económica, inflación, empleo, poder adquisitivo de los salarios y crédito. Según las estimaciones de los analistas que recaba el Banco Central (REM), la economía estaría llegando a las elecciones:
* Mejor que en 2001, 2009 y 2013 (donde el oficialismo resultó perdedor)
* Parecida a 2014 (donde el oficialismo resultó perdedor)
* Peor que los períodos donde el oficialismo resultó ganador (2003, 2005, 2007, 2011 y 2017). Por todo esto, el impulso que comenzó a ponerle el propio Macri y todo su Gabinete a estabilizar la economía y hablar de manera directa con los principales sectores productivos, apuntaría definitivamente a un `timbreo´ de alta escala con el que intentarán garantizar un escenario económico mucho más positivo por lo menos el primer semestre. Para esto, la recuperación del protagonismo federal, como lo ha sido acercar a las provincias al superávit y comenzar a evaluar con más atención sus potencialidades, es un ámbito de oportunidades territoriales que habrá que ver si se logran capitalizar.

Fuentes: NA, LPO, IERAL, propias