En el marco del debate que se impulsó hace algunas semanas sobre la baja de la imputabilidad de 16 a 15 años, un informe elaborado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación manifestó que el 23% de los homicidios que hubo en nuestro país durante 2015 (últimos registros oficiales) fueron concretados por menores de 19 años. Puntualmente, de los 2.837 casos, 270 fueron desarrollados por personas que estaban dentro de esta franja etaria, mientras que el 77% de los homicidios restantes fueron ejecutados por mayores de 20 años.
En tanto, en el año mencionado se denunciaron 862.330 delitos contra la propiedad, mientras que también hubo 604.879 hechos de hurto, robo, secuestro y extorsiones. De esos casos, sólo en 65.565 se identificó al presunto autor al momento de la denuncia, lo que alcanza a poco más del 10%
Específicamente, de ese porcentaje que sí se pudo identificar, 17.248 eran menores de 18 años: 41 robos a bancos, 1.204 robos de autos, tres secuestros extorsivos, 9.886 robos, 5.914 hurtos, 198 hurtos de automotores y dos extorsiones. Teniendo en cuenta esto, es posible afirmar que el 26% de los hurtos, robos, secuestros y extorsiones con autores conocidos al momento de la denuncia fueron presuntamente cometidos por menores de 18 años.

1 de cada 10, menores de 16 años

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Asimismo, sobre la base de lo informado oficialmente por la mayor parte de las jurisdicciones del país, al 31 de diciembre de 2014 surgieron datos que revelaron que en ese lapso temporal había 1.142 niños y jóvenes en conflicto con la Ley Penal privados de su libertad en institutos u hogares para menores. De ellos, 593 estaban imputados por la comisión de un robo y 255 por homicidios.
Puntualmente, de este total, el 91% eran mayores de 16 años; el 98% eran varones; el 98% eran argentinos; el 43% había cometido un delito con anterioridad; el 22% eran imputados por homicidio; y el 52% eran imputados por robo.
Al respecto, cabe aclarar que en Chubut está en funcionamiento el Centro de Orientación Socioeducativa (COSE), que está ubicado entre las localidades de Puerto Madryn y Trelew. En el lugar actualmente hay cuatro adolescentes detenidos ahí, que cuentan con la colaboración del Ministerio de Familia y Promoción Social de Chubut.
Por su parte, la propia titular de dicha cartera, Valeria Saunders, se manifestó semanas atrás respecto al proyecto impulsado por el Gobierno Nacional para bajar la imputabilidad. “No creo que sea la forma de solución del problema que podríamos tener con los adolescentes incursos en delitos. Nosotros creemos que la forma es apostar al a escuela, apostar a la educación, apostar al trabajo social y a trabajar en cada uno de los barrios. Tenemos una realidad distinta a la que tienen los grandes centros urbanos y evidentemente el Gobierno Nacional sólo gobierna para algunas provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, que tienen una realidad diferente a la nuestra”, precisó Saunders.

Consumo de estupefacientes y educación

Siguiendo con el análisis del informe presentado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, cerca de las 2.000 encuestas realizadas entre personas que se encontraban en tratamiento por adicciones en establecimientos nucleados en la Federación de ONG para la prevención y la atención de las adicciones en Argentina, surgió el dato que el 45% de los consultados narró problemas de alcoholismo en su hogar, al mismo tiempo que el 33% respondió que alguien en su hogar consume drogas.
Vale destacar también que el inicio del consumo de estupefacientes es extremadamente temprano: el 45% de los interrogados sostuvo que inició a consumir alcohol entre los siete y 13 años, mientras que el 37% respondió lo mismo respecto a otras drogas.
Cuando se les preguntó a las personas de hasta 25 años cómo hacían para conseguir dinero para comprar drogas, la gran mayoría dijo que a través de robos y hurtos. Inmediatamente después aparecieron las opciones “Trabajo”, “Pide dinero” y “Robo a familiares”. En contrapartida, las tres opciones menos elegidas fueron “Vende sus cosas”, “Vende droga” y “Prostitución”.
Al parecer el robo o hurto es uno de los delitos que inician a las personas en el mundo de la delincuencia, ya que el 87% dijo que éste fue su primer infracción. Además, el 34% de los que delinquieron fuera de su casa cometieron esa primera infracción entre los siete y los 13 años. En tanto, seis de cada 10 sostuvo que estaba bajo los efectos del alcohol y/o drogas, pese a que el 76% ratificó que consumir drogas acerca al delito.

Alarmantes niveles educativos

Sobre los casos de violencia intrafamiliar, el documento especificó que el 61% recibió castigos durante su infancia, la mitad dijo que hay armas en su casa, mientras que siete de cada 10 aseguró que contaba con un arma propia antes de los 25 años.
Igualmente, los datos más alarmantes surgen al hacer un análisis sobre las variables que podrían incidir en una reinserción social para las personas privadas de su libertad. Del total de los encuestados con menos de 18 años, el 85% respondió que habían abandonado la escuela. En tanto, el 71% del total no alcanzó un nivel de educación formal obligatoria (secundario), el 63% refirió haber cometido delitos, de las cuales el 87% fueron robos.

Uso de armas

Otro de los datos alarmantes que se disparan de este informe puede tener cierta vinculación con las declaraciones de la ministro de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien en un momento dijo que las personas que quieran estar armadas pueden hacerlo. Más de la mitad (55%) de quienes cometieron delitos usaron armas de fuego, mientras que de este total e, 80% aseguró tener al menos un arma en su casa.

Sentencias a menores

Durante 2015, los tribunales de menores dictaron 561 sentencias condenatorias. Al respecto, el principal delito por el que recibieron condenas los jóvenes de entre 16 y 17 años fue el robo. Vale destacar que en una entrevista con El Diario, Sebastián Daroca, defensor general de Chubut hizo referencia a las penas contra los menores de edad, afirmando que éstas no son una solución concreta.
“La pena no sería la solución y ya está comprobado. Sumado a esto, hay que tener en cuenta que el sistema penitenciario de nuestro país, no sólo en el caso de los menores, tiene muchas carencias que no facilitan la reinserción social de las personas sometidas a una privación de su libertad”, dijo en su momento Daroca.