AUMENTA LA TENSIÓN ENTRE EL PRO Y LA UCR ANTE LA FALTA DE DEFINICIÓN POR LAS CANDIDATURAS EN DISTRITOS CLAVES. EN CHUBUT, EL ADELANTAMIENTO EXACERBÓ LAS ASPIRACIONES RADICALES Y VAN POR TODO. BUENOS AIRES, CÓRDOBA, SANTA FE Y MENDOZA, OTROS DISTRITOS DONDE CORRERÁN RÍOS DE OPERACIONES CRUZADAS. EL FANTASMA NO TAN LEJANO DE AQUELLA OTRA ´ALIANZA´

No entran boinas en cabezas duras

Si las internas peronistas son un espectáculo aparte cada vez que aflora una contienda electoral, las que promueve el radicalismo no son menores. Como dice el refrán popular que “donde hay dos radicales hay dos internas”. Actualmente el partido gobernante en la alianza electoral Cambiemos quiere una fórmula exclusivamente amarilla en Buenos Aires mientras los intendentes radicales reclaman mantener la vicegobernación. El enojo se incrementa por la falta de definición sobre las candidaturas en Córdoba y Santa Fe, sumado al amague de Casa Rosada de poner candidato propio a la gobernación por Mendoza. Ni hablar la situación que se da en Chubut donde el radicalismo pretende quedarse con todo.

Internas furiosas

Es un secreto a voces que la Unión Cívica Radical no quiere saber nada con perder lugares estratégicos dentro de Cambiemos, y si bien ratifica la coalición formada con el PRO, la tensión aumenta en varios distritos particularmente en aquellos que tienen elecciones en la primera parte del año como Chubut, pero sobre todo en los territorios de peso electoral nacional como Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Buenos Aires donde ya se evidencian fracturas notables.
En el caso de Buenos Aires, Vidal descomprimió un poco con la definición de no adelantamiento que comprometió ayer, pero los intendentes radicales que garantizan la proyección de la mandataria en el interior de la provincia ya habían sacado un comunicado exigiendo que se respete el lugar de la vicegobernación de cara al próximo periodo. Una discusión que todo indica que no sólo se mantendrá latente sino que se agudizará con el correr de los meses. Es que según detalla la Política Argentina, la intención de la Casa Rosada es lanzar a su figura estrella acompañada por un dirigente de pleno origen amarillo, esto generó un fuerte malestar ya que la UCR bonaerense considera clave mantener el lugar que hoy ocupa el correligionario Daniel Salvador. «Los intendentes radicales ya decidimos. Decidimos seguir trabajando por la Gobernadora y el Vice Gobernador de los Bonaerenses. Ellos son los dirigentes que encabezan nuestro proyecto político, y por ellos estamos orgullosos del rol que jugamos para este equipo en cada una de nuestras localidades», manifestaron en un comunicado que lleva la firma de 37 intendentes radicales de la PBA. Este mal clima de verano se repite entre el PRO y la UCR en la provincia de Córdoba donde la interna entre el diputado nacional Mario Negri y el intendente de la capital Ramón Mestre está que arde, porque ninguno desiste de sus pretensiones electorales para unificar posiciones y fortalecer a Cambiemos en la provincia que obtuvo mayor rendimiento electoral en 2015 y 2017. Desde el entorno de Negri afirman que el enojo pasa por la falta de definición de la Casa Rosada para ordenar las fórmulas y evitar una interna que disperse las fuerzas opositoras para intentar ganarle al peronismo. El jefe del interbloque Cambiemos hasta el próximo 10 de diciembre estará acompañado por Héctor Baldassi, mientras que Mestre tantea a la senadora Laura Rodríguez Machado como posible acompañante. Si bien Marcos Peña había dado un ultimátum para alcanzar un acuerdo entre los aspirantes a la gobernación, responsabilizan que sin poder acordar, el propio Gobierno nacional no se meta de lleno a ordenar el entredicho para lograr una candidatura competitiva. Así y todo, comentan por lo bajo que Peña ya le habría dado la bendición a Negri, que arrima mejor en las encuestas, pese a la insistencia de Mestre.

Santa Fe y Mendoza con nuevas pulseadas

Por otro lado, y sin Miguel Ángel Del Sel en el medio, el Gobierno sabe que competirá en Santa Fe con un candidato radical. Allí está José Corral, el intendente de la capital provincial y hasta hace unas semanas único aspirante a la gobernación. Pero en los últimos días resurgió la figura de Federico Angelini, diputado provincial y presidente del PRO en la provincia, como potable candidato. El entramado de una lista única que potencie las posibilidades del triunfo electoral ante el socialismo gobernante y la alternativa peronista parece diluirse y hasta el momento no se ve una resolución que evite la interna.
Entre los grandes enredos aparece también la provincia de Mendoza, gobernada históricamente por el radicalismo y en esta ocasión por el propio presidente del partido a nivel nacional Alfredo Cornejo. La particularidad de la provincia cuyana es que no admite la reelección en el Ejecutivo y Cornejo deberá ceder su lugar a otro candidato. Si bien naturalmente se especulaba con una transición tranquila donde el actual gobernador imponga a su delfín, desde la Casa Rosada amagan con la posibilidad de tener un candidato puramente PRO que le dispute internamente a la conducción radical. Ahí aparecían dos nombres apuntados por el gobernador: su ministro de Economía Martín Kerchner y el actual intendente de la capital Rodolfo Suárez. Pero Mauricio Macri se metió en la disputa por la gobernación ante el incesante reclamo del mandatario provincial que algunos señalaron como un hipotético presidenciable por la UCR en caso de que Cambiemos respete la interna que realizó en 2015. Así desde Balcarce 50 empezaron a tantear los números del intendente de Luján de Cuyo, Omar de Marchi, un macrista de pura cepa. Esto desató la furia de los radicales ya que consideran que la estrategia del Gobierno nacional puede perjudicar a los radicales en los distritos que ya gobiernan y en aquellos donde tienen aspiraciones concretas de obtener un triunfo. Ahí es donde más ruido se genera, muchos dirigentes apuntan a la cabeza de Rogelio Frigerio al acusarlo de acordar con el peronismo no kirchnerista de darles tranquilidad electoral si se sumaban al proyecto de presupuesto que fue aprobado al cierre del 2018.

En Chubut van por todo

Y si a nivel nacional la cosa está difícil para ponerse de acuerdo, ni hablar en Chubut, donde el radicalismo cumplirá 16 años lejos del poder. Esa terrible abstinencia es la que enceguece a los adherentes a la resucitada fuerza que empezó a desplegar pergaminos para copar todos los espacios posibles en vista al adelantamiento electoral 2019. Si bien se mantienen negociaciones, la testarudez de los históricos insiste en pretender quedarse con los dos lugares centrales de la fórmula a la gobernación, que encabezará el diputado nacional Gustavo Menna. El planteo es diametralmente opuesto al que el PRO públicamente promueve. El esfuerzo de lograr un acuerdo entre el titular del radicalismo, César Herrera, y el titular del PRO, Daniel Laudonio, se ve además ensombrecido por todo tipo de operaciones paralelas. Esta semana –por ejemplo- un radical que juega fuerte y no quiere perder su última oportunidad en la historia como Mario Cimadevilla, (ex Unidad AMIA) salió a acusar al propio Presidente Mauricio Macri nada menos que de encubrimiento de una de las causas más graves que ha vivido el país. Un tema por el que seguramente deberá responder en otros ámbitos, ya que se supone que avanzó con la denuncia correspondiente. Mientras en tanto, uno de los principales diario del Valle que funge como vocero radical, filtró un audio propio presuntamente en tren de ´ayudar´ a las definiciones PRO, tratando de exponer presuntamente al primer mandatario, en el marco de un ´modus operandi´ que falta a todas las reglas de la ética periodística conocida. Este trabajo de pinzas es apenas un emergente de las metodologías que el radicalismo estaría dispuesto a utilizar para llegar de nuevo a Fontana 50, co o sin alianza Cambiemos.
Si hay un punto de acuerdo para Cambiemos en Chubut por ahora, es que Gustavo Menna debería llevar una mujer como compañera de fórmula, ya que con esto se diferenciaría claramente de las otras fórmulas ya en danza. El tema es que para el radicalismo suena fuerte y ya comenzó a caminar con Menna, la diputada cimadevillista, Jaquelin Caminoa. Mientras que para el PRO, las mejores posibilidades es que completen ese sillón o la valletana Sonia Cavagnini, ex compañera de fórmula de Menna que de hecho contribuyó a garantizarle la banca, o la abogada comodorense Ana Clara Romero.
Si bien durante la visita a Puerto Madryn, el propio Presidente Mauricio Macri no contribuyó a clarificar ´bendiciones´, si quedó claro que el fuerte respaldo al PRO Chubutense fue un guiño para que se consideraran parámetros de equilibrio sobre las candidaturas en una fórmula compartida, algo que por el momento se ve bastante difícil.

Pulseadas peligrosas

De esta forma la puja entre el radicalismo y el PRO se evidencia en los principales distritos donde se disputará poder en los primeros meses del año, y donde la Casa Rosada o promueven candidatos puros o fórmulas compartidas, cosa que el radicalismo se niegan a ceder por el poco espacio que les dejó la alianza celebrada hace ya casi cuatro años en la recordada convención de Gualeguaychu.
La falta de intransigencia del radicalismo trae a la memoria el pasado inmediato que dejó a este sector prácticamente fuera de juego del poder real cuando la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación, que consistió en la coalición política sellada en 1997 entre la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario, ganó las elecciones de 1999 y terminó disolviéndose estruendosamente de hecho después de la renuncia del presidente Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de 2001. Desde el inicio, la Alianza se vio afectada por fuertes luchas entre los sectores internos de la UCR y el FrePaSo, en especial de los sectores más conservadores que sostenían al presidente de la Rúa, en oposición a los sectores de centro-izquierda del alfonsinismo y el FrePaSo. Las luchas internas desembocarían en el año 2000, en un gran escándalo por una denuncia de sobornos en el Senado de la Nación con el fin de sancionar una ley laboral muy resistida por los trabajadores, atribuido al Poder Ejecutivo Nacional, y la subsiguiente renuncia del Vicepresidente Carlos «Chacho» Álvarez. Pasaron 20 años para que la UCR pudiera volver al ruedo del poder de la manos del PRO ahora en la alianza Cambiemos. La hará trizas también? Una memoria que no deberá perderse para no cometer viejos nuevos errores, no? Habrá que ver…

Fuentes: Política Argentina, NA, Télam, propios

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