Página de cuento 734

Sapoman vs Faceman – Parte 12

Por Carlos Alberto Nacher
Cnacher1@hotmail.com

“Te repito Anplagued, debo saber la verdad. ¿Tú me amas o eres otra mujer?”

Sapoman se encontraba en la recámara de Hombre-Al-Agua, junto al Hombre Estornudo, que yacía, desvanecido y aturdido, mientras la casa entera comenzaba a incendiarse lentamente, como si las llamas quisieran permitir que Sapoman concluyera el chat con Anplagued antes de arrasarlo todo.
“Oh, el amor, el amor. He confirmado, estimado Sapoman, que el amor, el verdadero amor, no se declama ni se anuncia a grandes gritos. No. Viene de otro lado… El amor se compone de pequeños gestos, grandes renuncias, el compromiso con el otro, eso del “estar ahí”. El verdadero amor es imperceptible para un tercero, no es necesario mostrar los besos y las caricias, no es necesario evidenciar las miradas cómplices, ni tampoco hacer demostraciones públicas de sentimientos efusivos. Gente mínima a los ojos de los demás pero gigantes a tu lado… monstruos de carne y hueso que saben ver más allá de las apariencias. Gente común que te hace sentir especial, aquellos que saben cuándo llevarte de la mano y cuándo soltarte para que sigas solo… y ellos se quedan ahí, mirando para que no te pase nada. Así de libre soy. Así de feliz me hace el amor, y ellos ya saben… y lo mejor de todo, yo también lo sé. Eso es amor. Gracias.”
Mientras tanto, Bobo Esponja, en la otra ventana de chat, esperaba una señal de Anplagued que, sumida en un raro ensueño virtual, no le contestaba. De repente, y sin pensar, armó una conversación junto a Sapoman y Bobo Esponja. Hubiera sido una charla interesante, a no ser por la misma Anplagued, que había entrado en trance y escribía en inglés, relatando una extraña e inverosímil historia.
“En fin” escribió Faceman, “Por momentos me dan ganas de rendirme, pero a la vez hago un esfuerzo, me levanto, me lavo la cara, levanto la mirada y sigo. Sin duda estamos en una profunda crisis moral, pero antes que moral es intelectual, pues se ha perdido la referencia acerca de qué es lo ético. Hoy alguien que, por ejemplo, recibe una coima por estar en la función pública, considera que es una realidad de la política y eso es «lícito». Un ejemplo: la Constitución exige igualdad ante la ley, pero hay una ley que habilita a los funcionarios a contar con quien ellos quieran.”
“Jajaja, escúchame estúpido, tú no sabes nada de la vida. Crees que la ética y la moral están por encima del resto de las cosas, pero alguna vez, ¿te has preguntado quién dictó eso como una ley? La verdad es que somos la única especie sobre la tierra que hace un culto de la moral y la ética, el resto de los animales, plantas, insectos y el reino monera, no. Por el contrario, la única ley que respetan es la de la Madre Naturaleza, y en ella estos dos conceptos no existen. La única ley que existe es la del hambre, el sueño y la reproducción. El resto constituye la gran catarata de inventos impuestos para favorecer a los poderosos que desean resguardar su integridad y su estructura de vida para dedicarse a todas las cosas reñidas, justamente, con la moral y la ética. Eres un idiota Faceman, tú y tu alter ego Sapoman, son dos insignificantes seres y peor aún, lejos de asumirlo, se creen importantes y justicieros. ¡Te buscaré y te castigaré por eso, como que me llamo Bobo Esponja! ¡Maldito bufónido! ¡Aprenderás a temer a Los Avomitables!”.
Continuará…

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