Con el año electoral ya iniciado, en Chubut comenzó el movimiento de tropas propio de los inicios de año, sobre todo por tratarse de un Gabinete heredado en gran parte por el gobernador Mariano Arcioni, tras el fallecimiento de Mario Das Neves que a más de un año de gestión propia ha tenido que ir acomodando al andar. No sin las complicaciones que marcaron los últimos meses, el equipo que acompaña al comodorense fue básicamente operativo hasta ahora, con experiencia en sus roles y confiabilidad respecto al compromiso de alineación, cosa difícil de conseguir para una gestión continuada con amplias dificultades económicas que ha debido fungir con un poder central condicionante con poca participación de proyectos. Decidido a la reelección, Arcioni ahora buscará poner en varias líneas actores más políticos que contribuyan a otorgarle peso específico a la gestión, y lo ayuden a espadear la coyuntura.

Tarrío por Garzonio

En ese marco, uno de los enroques que se darían empieza por el ministerio de Economía, un bastión que deberá preservar y requerirá de gestiones finas con Nación en un año donde Chubut deberá dar muestras de amor en la práctica, respecto al Pacto Fiscal que firmó el Gobernador. Allí el desplazamiento del contador Alejandro Garzoni por su segundo, Luis Tarrío daría muestras de contracción de personal y porqué no del gasto. Además habrá que ir pensando en los vencimientos y los `cumplimientos´ con agentes y proveedores del Estado, algo esencial para un año electoral.

Pérez Catán por Marcial Paz

El otro bastión central a reactivar en los planes de Arcioni es el ministerio de Coordinación de Gabinete que en manos de Marcial Paz pasó a un estado de letargo, tras un fuerte protagonismo jugado por Sergio mammarelli. Un amigo personal y compañero de liceo de Arcioni que le permitió agarrar las riendas y contribuir tanto al desparramo generalizado, que le generó oxígeno y espacio para que el escribano pudiera hacer pie y salir casi indemne de todo el proceso de judicialización que rodeó a la gestión de ChuSoTo con Das Neves absolutamente debilitado físicamente y ausente de las oscuras entretelas del Ejecutivo. Desde Mayo pasado Marcial Paz tomo la posta y amesetó el área, además de ordenar los papeles para adelante, una tarea tan laboriosa como tediosa. Sin embargo a estas alturas los pedidos expresos que resuenan en Fontana es contar con un conductor del Gabinete que oficie prácticamente de “dos”, con mucha más muñeca política, sobre todo para el diálogo y los acuerdos que serán estrictamente necesarios con el sector gremial en función de una campaña proselitista tan anticipada como las elecciones mismas. En ese marco, el nombre por excelencia que resuena es el de Máximo Pérez Catán, un hacedor por excelencia que se forjó en el riñón mismo del exlíder pero que en los últimos tiempos se retiró a cuarteles de invierno en el IAC. “El Príncipe” sin embargo ha sido posiblemente el artífice del salvataje del bastión electoral desdasnevisado en el que hoy se para Arcioni, y de varias de las movidas que contribuyeron a lograr la pata peronista que estaba faltando con Ricardo Sastre y de Adrián Maderna sumados al Frente `Chubut Federal´. Fórmula que hoy en todo caso lleva las de ganar de acuerdo a los sondeos en danza.

Sala se hace los `rulos´

En realidad quien se hacia los `rulos´ virtuales en el rol de Coordinador de gabinete presuntamente era el actual presidente del Puerto de Madryn, y ex intendente, Osvaldo Sala. El ingeniero fue tal vez uno de los `adelantados´ en adelantar movidas, valga la redundancia, plegándose rápidamente al arcionismo por convencimiento días antes de que se venciera su mandato ya prorrogado por Das Neves, como interventor del Puerto. Con una verba convincente merced a su amplia experiencia en la función pública y con fluido diálogo con todos los partidos, Sala le comprometió acercarle jugadores al Gobernador, tanto que hoy se arroga en mesas chicas la fórmula Arcioni-Sastre. El precio de tanta dedicación fluctuaría entre la Coordinación de gabinete y una banca nacional que le permitiría finalizar su carrera política con un buen retiro en términos de protagonismo. Ambas cosas sin embargo se verían lejos, por un lado la Coordinación que requiere una gimnasia extrema en el año que se avecina, sin tantos adoctrinamientos a futuro ni enaltecimientos del pasado, cuyo pragmatismo pacificador beneficiaría más a Pérez Catán que se para siempre en el hoy y ahora. Mientras que la banca está dicho que requerirá de referentes mucho más afines con el massismo que no jueguen la individual una vez llegados a ese centro de poder que es el Congreso de la Nación. Allí todas las fichas estarían puestas en un operador fino y de Comodoro, como Rafael Cambareri.

El Puerto, un mal paso

A propósito, la cruzada que enarboló Sala desde el Storni dejó bastante mal parado políticamente a Arcioni y Sastre más de una vez. No se sabe si por impericia del ingeniero o por ingerencia del nunca resuelto desvínculo con el sector del peronismo que lidera Carlos Eliceche. Con la presunta excusa de enfrentar a Cambiemos por supuestas desinversiones, Sala embarró demasiado la cancha y el equipo presidencial se lo habría hecho saber al Gobernador. El primer problema es que los dichos extremadamente politizados de Sala no fueron ciertos, tal lo que afirmó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, ya que Nación habría cumplido con su parte de la inversión en el muelle para reparar el sitio 2. La otra parte la debía poner la Provincia tal lo comprometido por el extinto Gobernador, quien solicitó a una empresa exportadora que contribuyera, afirman los entendidos. Compromiso nunca firmado en los hechos, que terminó dejando la obra inconclusa por ahora. De todo esto se anotició Macri antes de venir, además de las pujas por la planta de combustible, un tema de particular interés para Sala. Todo eso empujó a que como pocas veces, el propio Presidente se pronuncie y hable de “desmanejo” que se ocupó personalmente de remarcar, ya que el Storni sería el único puerto que no habría accedido a blanquear sus números a nivel nacional ni público: ni tarifas ni balances ni inversiones. Como si fuera poco habría fuertes indicios que el Puerto es en definitiva el epicentro del manejo de drogas, que termina repercutiendo en el derrame y menudeo que está erosionando sectores vulnerables de la ciudad, un tema que Sala decidió judicializar en lugar de investigar como titular de los puertos de Madryn. Todo un tema que no se descarta culmine con un recambio en puerta del APPM

García por Müller

El otro recambio que se produjo es la renuncia del ministro de Turismo, Herman Müller que será reemplazado por el actual subsecretario de Conservación y Áreas Protegidas Néstor “Quique” García. Con esto se va cumpliendo con achiques ministeriales comprometidos y a la par con una oxigenación en un área que venía regenteada con fuertes visos y vínculos monopólicos en casi toda la provincia, lo que para el Gobierno ya era presuntamente poco saludable. García es un experimentado en el área, más concentrado en la conservación que la comercialización, y con trayectoria del radicalismo a esta parte cumpliendo funciones intermitentes pero sólidas.

¿Un madrynense por Chicala?

Si bien no se ha materializado aún ningún cambio, otro ministerio que se modificaría sería el de Planificación que actualmente ocupa Raúl Chicala que reemplazó en su momento a Alejandro Pagani. La salida del trelewense estaría vinculada a algunos negocios cruzados detrás de lo cual estaría parte del poder lucifuercista trelewense y que emergió a partir de la idea de repatriar al país la onerosa turbina de Ingentis que, se supone, aún permanece en un depósito en Houston. Según anticiparon extraoficialmente los interesados, la idea sería instalarla en Comodoro Rivadavia, cerca de algún yacimiento de gas, y ponerla en funcionamiento. No había nada definido al cierre de semana pero entre varios nombres que sonaron figuró el de Gustavo García Moreno, un conocedor del área. Sin embargo y con las causas abiertas por `problemillas´ con la obra pública, todo apuntaba a optar por un profesional madrynense sin tanto antecedente político pero con amplio borrador del funcionamiento de Planificación y de los proyectos inmediatos a empujar, que además tendría gimnasia de despachos y aceitados contactos nacionales.