La relación con los gremios aeronáuticos volvió a tensarse en Aerolíneas Argentinas, esta vez por la orden dada por el Ministerio de Transporte en las últimas horas de avanzar en un nuevo esquema de turnos en Ezeiza para atender un mayor volumen de vuelos. La medida confirmada por la compañía a apunta a absorber el traspaso de operaciones desde Aeroparque con el reordenamiento de 1.200 trabajadores de tierra, lo que amenaza con desembocar en un conflicto de magnitud con la Asociación Personal Aeronáuticos (APA), el mayor sindicato aeronáutico del país con cerca de 10.000 afiliados que cuestionó no haber sido consultado.
El plan de la línea de bandera es demorar una hora el ingreso y egreso del personal de rampa y tráfico, que hoy realiza dos turnos de 12 horas (de 6 a 18 y de 12 a 24) bajo un sistema de dos días laborables con dos francos (2×2).
La medida sorprendió al sindicato de APA, liderado por Edgardo Llano, que en respuesta envió una carta documento al presidente de Aerolíneas, Luis Malvido, a quien le solicitó una reunión urgente y le advirtió en un comunicado que realizará «todas las acciones necesarias para que ningún derecho se vea afectado».