El agro volvió a tener un rol protagónico en la inserción de la Argentina en el comercio internacional, aún en una campaña azotada por la sequía más grave en 50 años, que afectó en verano particularmente los rindes en la zona núcleo, y también las inundaciones que se registraron en abril del año pasado. El INDEC informó que las exportaciones alcanzaron los USD 61.621 millones el año pasado. De ese total, un 39%, unos USD 24.028 millones, correspondió a envíos generados por el agro, ya sea como producción primaria o como manufacturas. Ese monto fue un 6% inferior a los USD 25.570 millones percibidos en 2017. Al segmentar las ventas por grandes rubros, el ente estadístico identificó exportaciones de Cereales por USD 7.567 millones (+8,6% respecto de los USD 6.969 millones de 2017), impulsadas por una mayor producción y exportación del trigo, cultivo que no fue perjudicado por la sequía.
En cuanto a Semillas y frutos oleaginosos, donde se incluyen porotos de soja, la caída por el efecto climático fue evidente: USD 1.779 millones, un 43,5% menos que los USD 3.148 millones de 2017.
Dentro de las Manufacturas de origen agropecuario (MOA), el INDEC informó ventas anuales de productos de molinería por USD 717 millones (un 6,3% menos que los USD 765 millones de 2017), grasas y aceites, que incluyen al aceite de soja, por USD 3.985 millones (baja de 18% respecto de los USD 4.860 millones de 2017).
Y destacó en este ítem la exportación de Residuos y desperdicios de la industria alimenticia -básicamente harina de soja- por USD 9.980 millones en 2018, con un crecimiento de 1,5% respecto de los USD 9.828 millones del año anterior.
La harina de soja fue el principal producto de exportación de la Argentina, con un 16,2% del total. Nuestro país es el mayor productor y exportador de harinas y aceite de soja del mundo.