Crece en el país la discusión acerca de si los extranjeros deben gozar o no de los mismos derechos que los nacidos en Argentina. Si bien, hay quienes se inclinan por la negativa, la Constitución Nacional, norma suprema de nuestro orden jurídico, es sumamente clara al respecto y en su Artículo 20 indica que “los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes”.
En esa línea de análisis, los argentinos creen que hay 33 inmigrantes cada 100 habitantes, cuando en realidad sólo hay cinco por centena, según confirmaron los últimos datos publicados por la consultora Ipsos. En tanto, un informe de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) afirmó que menos de la mitad de la población considera que los inmigrantes fortalecen al país con su aporte socioeconómico; mientras que un trabajo publicado el año pasado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que el número y características de los inmigrantes en Argentina sugiere que su impacto económico actual es positivo, “pero no muy grande”. Asimismo, ambas entidades coincidieron en que en los últimos años los inmigrantes pagaron más en impuestos de lo que generaron en gastos gubernamentales, rompiendo así todas las posturas y afirmaciones que esgrimen quienes están en contra de que los extranjeros gocen en nuestro país de los mismos derechos que los argentinos.

Crecimiento económico

Las estadísticas, por su parte, muestran que la suba o baja de la tasa de desocupación no encuentra relación con la presencia de extranjeros en el país. En 1994 el desempleo llegó al 18%, en 2002 fue del 25% y en 2015 bajó al 5,9%, pero la proporción de inmigrantes se mantuvo estable en el período.
Otro dato a destacar de las postulaciones esgrimidas por la OIT es que los extranjeros generan un crecimiento económico del 4% y una contribución fiscal neta de hasta 2% del Producto Bruto Interno (PBI), según explicó la entidad en la publicación titulada “Cómo los inmigrantes contribuyen a la Economía Argentina”. Además, dicho texto enfatizó que las personas nacidas en otros países que residen aquí realizan un aporte de mil millones de dólares por año a la generación de riqueza del país, cálculo realizado en función del trabajo que hicieron por una investigación de Lelio Mármora, sociólogo especialista en migraciones.

Necesidad de buscar trabajo

Por su parte, la coordinadora general de la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes, Gabriela Liguori, se refirió a los datos que explican que los extranjeros tienen mayores tasas de empleo y menores de desempleo que los argentinos en el mercado de trabajo. “Quien migra lo hace para trabajar, es el primer objetivo que tienen al llegar. Aunque existan redes familiares, no se pueden sostener por un período largo, por lo que la inserción laboral es un imperativo y por ello muchas veces se ven obligados a tomar empleos precarios”, precisó.
Al respecto, cabe aclarar que en Argentina hay una mayor proporción de trabajadores migrantes en el sector informal. No obstante, trabajan jornadas más largas (seis horas más en promedio por semana) y ganan hasta 15% menos que un trabajador autóctono.
Las investigaciones realizadas en el país demuestran que, aunque cada colectivo tenga su nicho, los inmigrantes están más concentrados en los sectores de construcción, manufacturas, comercio, servicios como hoteles o restaurantes y en el servicio doméstico. Y están menos representados que los argentinos en actividades financieras, profesionales, científicas y educativas.
En tanto, Guillermo Dema, especialista en migraciones de la OIT, explicó que si el Estado desarrollara políticas para mejorar esta situación, la contribución económica de los inmigrantes aumentaría considerablemente. En una entrevista con Página 12, el experto señaló que “en los países donde las brechas salariales y la informalidad son menores, mayor es el aporte económico. Mejor trabajo implica mejor salario, mayor tributación e integración económica”. A esto hay que agregar que, sólo con el pago de IVA en cualquier compra, los inmigrantes aportan entre 1.000 y 1.500 millones de dólares por año.

Discriminación a latinoamericanos

Por último, Gonzalo Lantarón, del Instituto Abierto para el Desarrollo y Estudio de Políticas Públicas, hizo referencia a los cuestionamientos hacia la nacionalidad de los inmigrantes: “Antes la gente criticaba que vinieran los españoles y los italianos por sobre los británicos. Ahora critican que los inmigrantes sean latinoamericanos y no europeos. La construcción del prejuicio no tiene juicio”, consideró en diálogo con el diario Página 12.
En Argentina, el 54% de las empleadas que nacieron en Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay se dedican a tareas de limpieza, cuidado de personas o asistencia en el hogar, por lo que la inmigración femenina y la oferta de trabajo femenina autóctona están positivamente correlacionadas. La información publicada por la OIT surge de un informe del American Economic Journal llamado “Inmigración poco calificada y oferta laboral de mujeres altamente calificadas”.

Expulsión de extranjeros en Chubut

Esta discusión no es ajena a lo que sucede en Chubut, sino todo lo contrario. Al respecto, vale recordar que en los últimos días el Gobierno Provincial emitió un decreto que propone expulsar y prohibir el ingreso al territorio chubutense a todos aquellos extranjeros que hayan sido condenados por la Justicia o que se encuentren cumpliendo condena por delitos cometidos.
Puntualmente, apunta a las personas oriundas de otros países “que reúnan antecedentes penales o condena no firme por delitos cometidos en la República Argentina o en el extranjero”.