Por Trivia Demir

En política, como en casi todos los juegos de azar, una vez blanqueadas las fichas, en este caso, las listas de candidatos, está planteado el grueso del juego. Y a partir de entonces comienza el hilado fino. A decir verdad, la determinación de listas deja ya en evidencia que todas las fuerzas en pugna en Chubut, dejan mucho que desear en cuánto a construcción partidaria y sobre todo trayectoria política de los postulados. O sea, hay más mascaritas que candidatos, para contextuarlo con el carnaval que nos envuelve.
“La vara está sumamente baja”, espetó hace unos días un militante histórico que ha visto pasar mucha agua bajo el puente de la política chubutana. Y esto determina por supuesto, una falta de entusiasmo fundacional, tanto como un repunte de cotización de los experimentados que saben cómo ponerle condimento a las campañas. Aunque el pragmatismo militante tiene argumento para todos y todas lxs ilusionistas, esta semana la adrenalina ya no circulaba sobre los nombres, sino sobre los mismísimos pergaminos, de haberlos; y sobre todo sobre la agilidad temática para diligenciar los debates no siempre con basamento real, también llamadas `operetas´ de campaña.

`No a la minas, si a los minxs´

Quien sorprendió de plano por su viro de 180 grados en su presunta posición ideológica fue el intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, que se cansó de propugnar hasta ayer que el resto de la provincia debía desarrollar proyectos extractivos y dejarse de joder con tanta preservación ambiental, porque no había otro modo de modificar la matriz productiva petrolera, si no se abordan otras industrias como la minería. (Ver http://noticiasmineras.com/linares-la-mineria-es-una-alternativa-valida-para-chubut/ ) Bueno, de acuerdo a lo que se desayunó, el fin de semana y ya en tren de campaña en su nuevo rol de candidato a Gobernador por el PJ-FPV, el mismo Linares salió a postular casi todo lo contrario, afirmando en Esquel que después de todo, la gente ya se había pronunciado por el “no” a la minería. Y según sus seguidores por estos días en el marco de la visita a la meseta central, estaría pregonando la necesidad de una zonificación minera. O sea, mostrando serias dudas sobre la conveniencia de avanzar con la industria. Todo a medida de quien lo escuche.
A decir verdad, Carlos Linares dicen que sangra por la tremenda herida que le ocasiona la idea que las petroleras y el propio sindicato hayan decidido apoyar a Mariano Arcioni en lugar de al `capanga de los pozos´ que se precia cualquier intendente de ese pueblo, o sea él. Hoy por hoy, Linares quedó adelante con la bandera de una gobernación por el peronismo, compartido con Gustavo Mac Karthy, pero con un entramado escuálido en términos sindicales. Se podría decir que acompañado sólo por una entidad de peso: Camioneros; donde sigue aguantando el espacio Jorge Taboada, acompañado por algunos gremios menores. Todo el resto del arco sindical, principal columna vertebral de cualquier propuesta progresista, terminó fungiendo con Arcioni. Que en términos políticos se podría decir que lleva `días´ en las calles descamisadas. Esto no solo crispó a los candidatos del PJ que alguna vez sobredimensionaron como propio, un poder territorial; sino que contribuyó a los `orejas´ a dar letra en contra de todo lo posible.
La minería habría terminando siendo una de esas temáticas listas para cualquier tertulia que se vaya aburriendo. También para cualquier diputado que se esté retirando y busque definir aunque sea un debate que le permita pasar a la historia, o sumar puntos concretos a su taxímetro inmediato.

El viento y las veletas

Otro de los temas que `pintó´ para desmadrar el tablero productivo es la posibilidad de cobrar un impuesto a las productoras de energías renovables (viento o sol). Un tema que arrastran los históricos radicales y que les ha significado no pocas controversias hasta con sus pares. De hecho, el radicalismo es una de esas `rara avis´ que hace 16 años que está fuera del poder en Chubut precisamente por haber impulsado la minería del oro en un paraíso natural como Esquel. Sin embargo en términos discursivos, volvió por estos días con proyectos tan descolocados en términos estratégicos como gravar el viento o los rayos solares. Para ello, nada mejor que achacárselo al propio gobernador Mariano Arcioni, como uno de los cuales `analizaría el tema´. Todo a través de una cataratas de `fake news´ impulsada por un matutino del Valle con aspiraciones políticas. Nada más distante si se considera que en estos últimos dos años precisamente el tremendo esfuerzo de Arcioni ha sido que las grandes industrias cumplan con la `Ley Guinle´, y no sólo le hagan honor a la cruzada que encaró el legislador chubutano, sino que fehacientemente se consiga ir reemplazando la generación eléctrica por fuentes limpias, merced a los beneficios y tentaciones que en principio se les proyectan a las inversoras.

Ninguna posibilidad

Hasta ahora, los antecedentes reflejan la imposibilidad de instrumentar tributos al viento o el sol por parte de las provincias. Sin ir más lejos, el Diputado Nacional, Luis Beder Herrara ex Gobernador de la Provincia de La Rioja, intentó avanzar por esta vía y sacar rédito a la energía solar ya en 2017. La idea duró poco. Después de un fin de semana de negociaciones y duras advertencias, Beder Herrera retiró una medida cautelar que había presentado en la justicia contra 360 Energy por un conflicto sobre el uso de las líneas de alta tensión e indirectamente dio por terminado el tema “regalías”.
El giro se dio después que se desatara la furia entre los inversores privados y el Subsecretario de Energías Renovables de la Nación, Sebastián Kind, quién estuvo muy activo en esos días para evitar una medida que sin dudas generaría desconfianza entre los empresarios que vienen avanzando en el Programa RenovAr.
La intención unilateral de las provincias que así piensan encarar la nueva era energética, choca con los postulados de la Ley 27.191, normativa que expresamente frena este tipo de iniciativas impositivas. Los privados pueden descargar en el precio un canon inesperado, lo que terminaría en definitiva afectando a los usuarios. Así y todo, una idea similar reflota ahora en Chubut, pero de manos del radicalismo. En pleno 2019, en el marco de un ajuste económico, algunos candidatos radicales que se sabe están evidentemente distanciados con Nación por falta de apoyo a su campaña, comenzaron a reflotar el debate. Con esto dicen que `matan dos pájaros de un tiro: por un lado buscan disciplinar a Nación y al PRO y por otro le tiran el sayo al actual gobernador´
No fueron pocos los portales y pseudo-medios que se hicieron eco de esta operación. Con el eje puesto en el escaso `derrame´ la reconversión de la matriz energética nacional terminó medida casi en `caramelos´, en lugar de ser dimensionada en su contexto en realidad sumamente estratégico en términos de posicionamiento regional.

Hay información contundente

No hace falta explicar mucho para decir que entre los pocos proyectos que prosperaron estos últimos años, dando trabajo y reactivando algunas zonas de Chubut se han debido precisamente a las energías alternativas. Por lo cual poner en jaque estos proyecto y fundamentar un debate de campaña tratando de `sospechar´ lo único que está funcionando y no por propia iniciativa, sino por arte de una Ley vigente que exige que se vaya reemplazando un 8% del consumo en limpio, es poco más que una `operación´ berreta.De hecho, el informe “Generación de empleo: energías renovables”, dirigido por Gabriela Rijter, Coordinadora Área Cooperación Internacional de la Subsecretaría de Energías Renovables durante el segundo semestre del 2018, marca como principal antecedente para el crecimiento del sector como política de estado a la sanción de la Ley N° 27.191 del Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía Destinada a la Producción de Energía Eléctrica.
A partir de esto, el cálculo contempla la generación de 17.446 trabajos directos que demandarán los 201 proyectos renovables que surgieron de la Resolución N° 202/16 (10) y de los programas RenovAr (147) y MATER (44).
El informe especifica que se proyectan 15.391 empleos para cubrir actividades de la etapa de construcción y 2.055 para la etapa de Operación y Mantenimiento de aquellos parques y centrales renovables.
En detalle, se diferencian los proyectos por tecnología de generación renovable empleada y potencia total a instalarse: eólica (3738 MW), solar (1996 MW), bioenergías (281 MW) y pequeños aprovechamientos hidro (32 MW). Los parques con la tecnología que más potencia instalada tendrá prevén crear un total de 7831 trabajos: 7.086 empleos en la construcción y 745 para la operación y mantenimiento de parques eólicos.
En el caso de solar, serán 5987 empleos: 5556 para la construcción y 431 para operación y mantenimiento. Menos de la mitad de estos puestos, se prevé que serán creados por bioenergías: un total de 3114, divididos en 2316 para la primera etapa y 798 para la segunda etapa. Y finalmente, en menor medida, para pequeños aprovechamientos hidro serán 514 empleos en total, 433 para construcción y 81 cuando el parque ya esté operativo. Dentro de los informes internacionales que abordan la temática del empleo, se destaca la revisión anual realizada por IRENA, “Renewable Energy and Jobs”, publicado en agosto de este año.
La Ley 27.191 (Ley Guinle), fue sancionada en octubre de 2015, junto a su correspondiente reglamentación en marzo de 2016 conformarían la normativa principal del sector para contribuir al alcance de las metas de diversificación de la matriz establecidas. Entre los instrumentos que impulsa el movimiento del sector se destacan el programa RenovAr (subasta para la contratación a largo plazo de energía eléctrica de fuente renovable) y MATER (que otorga prioridad de despacho a proyectos desarrollados en el mercado a término entre privados). En fin, la política se muestra más que nunca preocupada por los ingresos y los negocios posibles, por ahora todos discursos alternativos, y ni siquiera asumidos, sino endosados en general al contrincante más cercano. Habrá que ver…

Fuentes: NA, AM, propias