SEGÚN DATOS DEL INDEC, LOS NÚMEROS DEL AÑO PASADO FUERON UN 8,7% SUPERIORES AL 2017

La pesca generó ingresos por más de 2 mil millones de dólares durante 2018

Según revelaron las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el año pasado la actividad pesquera en nuestro país generó ingresos por unos 2.130 millones de dólares, cifra un 8,7% superior a lo registrado en el 2017. Así, el rubro se ubica en niveles de exportación similares a los de la carne vacuna, fundamentalmente por la bonanza manifestada en los últimos tiempos por el langostino en la zona patagónica.
Igualmente, hay un dato negativo a destacar de toda esta situación, ya que una de las porciones más grandes del nivel exportado es integrada por productos enteros como el calamar y el langostino. Esto significa que no se incrementa el valor final de los productos y tampoco se incrementan los puestos laborales, que podrían generarse en caso de formular un bien elaborado.

Influencia del langostino

Específicamente, el marisco es el protagonista central de la industria y las ventas al mundo. De hecho, el año pasado se declararon descargas por 247.000 toneladas, mientras que en los primeros 11 meses del año se habían exportado 173.000 toneladas, por 1.216 millones de dólares. Mucho más de la mitad de los ingresos argentinos por la venta de productos de origen marino corresponde a esta especie. Y lejos de cuidar el recurso, las autoridades de la Subsecretaría de Pesca de Nación modificaron el plan de manejo y permitieron que aumente el esfuerzo pesquero dirigido al marisco.
Las cifras del volumen pescado de langostino fueron parecidas a las de 2017, pero hubo mayor demanda, principalmente de China, que hizo despegar el precio promedio en más del 7%. Así, se vendieron 111.511 toneladas de langostino entero por 741.469.000 de dólares.
Por su parte, Federico Angeleri, gerente del Grupo Veraz, señaló que “uno de los principales productos que se hacen a partir de los bloques de cola es el langostino pelado y desvenado”. Con activos en Mar del Plata, Rawson y Puerto Deseado, la empresa encabezó el ranking de las pocas que exportan valor agregado.
El año pasado, a partir de la devaluación del peso, la pesca fue uno de los sectores que sintieron el impacto de los derechos de exportación y el fuerte recorte en los reintegros, que en algunos casos superaban el 10%.

Desafíos para 2019

Respecto a las propuestas impulsadas de cara al año entrante, los empresarios de la región patagónica consideraron que el reproceso para sumar valor al langostino puede generar hasta diez mil nuevos puestos de trabajo en la industria. No obstante ello, lanzaron que necesitan que haya incentivos que mejoren el margen de rentabilidad que hoy conserva la exportación de cola en bloque.
En tanto, la flota que migra al sur a pescar langostino reduce de manera significativa el abastecimiento de materia prima -principalmente merluza y especies del variado costero- en los muelles y mesas de corte de las fábricas en Mar del Plata. El año pasado las descargas se redujeron en casi 40.000 toneladas, y en los últimos cuatro años la cifra trepa a las 100 mil, un 25% del total.

Rentabilidad plena en la Patagonia

Dentro de la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura hay dos realidades. «Aquellos barcos que van a la zafra de langostino pueden subsistir y tener una rentabilidad, siempre contando los 12 meses del año. Los que se quedan en Mar del Plata a la pesca de merluza y variado costeros operan a pérdida», aseguró el presidente de dicha entidad, Diego García Luchetti.
En tanto, Antonio Solimeno, uno de los empresarios más destacados de la industria, que de hecho estuvo presente en la mesa pesquera que se desarrolló hace un mes en la localidad de Puerto Madryn y que conto con la presencia del presidente Mauricio Macri, aseguró que “pierdo 200 dólares por cada tonelada de merluza que proceso en mi planta y gano mil haciéndolo a bordo del barco”.
El año pasado el kilo de merluza entera llegó a 48 pesos cuando se redujo la oferta y bajó a 24 pesos a fin de año cuando volvieron los barcos. En esos días se generó otro cuello de botella: no hubo tantos obreros para cortar tanto pescado y los barcos estuvieron más de tres días con la bodega llena amarrados a puerto.
Ese producto final termina compitiendo con el filet congelado a bordo, de mejor calidad y bajo costo, en el mercado brasileño, el principal comprador de la merluza hubbsi nacional.

Sin soluciones a la vista

Sin embargo, tras la reunión del Gobierno con el sector, no asomaron las soluciones que permitan cumplir con las expectativas de 2019, destacan desde el sector. Durante el encuentro con el presidente hubo coincidencias en la necesidad de apurar la reforma de los convenios colectivos en el sector de modo de ganar competitividad, pero los empresarios se quedaron con las ganas de fijar en agenda el problema de la industria del juicio y los altos costos de la ART, recordando que la pesca tiene uno de los niveles de siniestralidad más altos de la industria.
En su momento, Macri reconoció que en el esquema fiscal vigente no hay espacio para discutir una modificación en la estructura de reintegros y que los derechos de exportación se mantendrán por un tiempo. El mensaje final para los industriales rozó a resignación.

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