El Gobierno nacional amplió el nivel de asistencia a las provincias afectadas por inclemencias ambientales tan dispares como los incendios forestales en diferentes sectores de la región Patagonia, donde Chubut resultó fuertemente afectado; y temporales e inundaciones que se registran en el Litoral y en el Noroeste Argentino.
En este marco, las acciones son coordinadas por el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), que depende de la Jefatura de Gabinete y está a cargo operativamente de la Secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad.
Su objetivo es articular con las provincias respuestas efectivas frente a emergencias y desastres. El subsecretario de Operaciones de Protección Civil, Daniel Russo, se reunió ayer con el ministro de Seguridad de La Pampa, Julio González, y otras autoridades locales para coordinar una asistencia al distrito. A su vez, personal del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), con el empleo de un helicóptero con helibalde y cuatro aviones hidrantes provistos por el organismo, colaboraron en la contención del incendio forestal que afecta unas 1350 hectáreas en Epuyén, en Chubut. El organismo además intervino en Trevelín, donde quedó montada una guardia de cenizas, y en Cerro Hilario, donde el fuego que afecta a casi un centenar de hectáreas fue controlado. También hubo intervención de personal de la Administración de Parques Nacionales (APN) en el combate de focos ígneos como el que se registra en Ruca Choroy Neuquén (dentro del Parque Nacional Lanín), que alcanza pastizales y bosques de Araucarias y de Ñire.
En el resto del país fuerzas de seguridad intervienen con asistencia a las personas que quedaron aisladas en la zona de Chumbicha, Catamarca y el municipio salteño de Santa Victoria debido al desborde del río Pilcomayo. Además, autoridades del SINAGIR se reunían al cierre de esta edición en Corrientes para analizar nuevas acciones de ayuda a los pobladores una vez que retornen a sus hogares en Libertador, Cuchillas y Paseo Galeana. En tanto que en Entre Ríos, ya funcionan dos albergues temporales acondicionados en unidades militares para el alojamiento de las familias damnificadas, mientras que en el norte de Santa Fe, unas 125 personas permanecen evacuadas.