Página de cuento 737

Sapoman vs Faceman – Parte 15

Por Carlos Alberto Nacher
cnacher1@hotmail.com

Sapoman la miró a los ojos, iba decirle algo cuando de repente sonó el Blackberry, que sin querer había dejado en altavoz y contestador automático. Una voz hollywoodense, algo así la voz glamorosa de Brad Pitt tomando un scotch en las rocas, contestó. En ese mismo instante concluía la zamba del cantautor sureño, recibiendo un aplauso y medio.
“Hola, te comunicaste con el Sapo Mastronicola, si conoce el interno márquelo, de lo contrario aguarde y será atendido”. “Hola querido amigo. Es un placer comunicarme nuevamente con usted. Lo llamo de la Asociación de adoradores del Perro Salchicha para, nuevamente, convocarlo a nuestro próxima salchijuntada!!! Elegiremos a la mejor remera, la más votada!!! No faltes a este nuevo encuentro de los Salchis! Ojo: Llevar bolsita y palita por si los salchis tienen que ir al baño.”
Sapoman tomó el teléfono, lo descolgó para contestarle a ese individuo que le insistía con esos malditos perros execrables, para insultarlo en varias formas y decirle que no lo molestara más, que lo que había logrado con aquello había sido que él odiara aún más a esos asquerosos perros salchichas, pedazo de ignorante, qué se piensa, que me va a interrumpir a cada rato con sus estúpidas salchicheadas. Pero nada de eso dijo, ni bien se llevó el celular a la oreja, Melisah lo tomó de la otra mano y exclamó:
“¡Oh! ¿Te gustan los perros salchichas?” “Esteee sí, un poco, jajaja.” ¡A mi me encantan! Me parecen redivertidos y súperagradables gordo. ¿Vos tenés uno? ¡Qué copado!” “Eeeehh, no, la verdad que no. Es que siempre quise tener uno, pero por diversas razones nunca pude. Pero a decir verdad, es una de mis debilidades el perro de la especie dachshun” “Oye Sapoman, tengamos un perro salchicha y vayamos a ese hermoso salchiencuentro. ¡Porfi!”
“Eeeehhhh, bueno, espera un momento. Hola, hola, ¿Dónde dice que se realiza el salchiencuentro?” “Hola, muchas gracias por contestar. Mi nombre es Mauricio y la salchireunión es en el Club Perrocarril Oeste, mañana a las 12 del mediodía. Los esperamos, a usted y a su mascota. Traiga bolsita y palita. ¡Chauchalines!”
“Oh Face, eres tan dulce, que tengo ganas de besarte en la boca y nombrarte el albacea de toda mi fortuna que, como tú sabes, se encuentra toda depositada en Ouagadougou, capital de Ivory Coast, en un banco internacional de la Banca Libertaria Neoliberalista y Libremercadista de los Países Insurgentes del Hemisferio Sur. ¡Oh! ¡Estoy tan emocionada, que tengo miedo de decirte que te amo!”
“No lo digas aún, por favor. No quiero que me jures nada, mejor dejemos que todo fluya. Yo también tengo mi verdad, y no es justamente el amor, no todo en este mundo es la belleza de las grietas de los glaciares, los desiertos, los volcanes catamarqueños, los lagos de altura, las masas de jacarandaes florecidos, los lapachos rosados del norte durante el mes de agosto… Y aunque también existen las armas, las hambrunas, la agresividad, los conflictos que cada día aumentan y culminan en matanzas impropias de una humanidad que se merezca el privilegio de habitar en un lugar tan maravilloso. Tú sabes que los niños de hoy en día están siendo educados para encontrar más belleza en jueguitos de computadora orientados a la destrucción, que en la hermosura de ver, por ejemplo, en noviembre, cuando florecen los jacarandaes en los Bosques de Palermo, en el momento en que las flores caen al piso y el árbol las sigue generando, en muchos puntos se producen túneles florales de luz por donde uno camina circundado del color liláceo. Es realmente mágico. Agéndalo y no te olvides de verlo alguna vez.
Continuará…

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