La agenda de cruceros de Puerto Madryn es cada vez más ajustada y se programa con meses de antelación, pero a veces suceden imprevistos, como el de la madrugada de este martes, cuando el domingo a última hora el lujoso crucero Azamara Pursuit, de bandera maltesa, pidió puerto y terminó atracando a las seis de la mañana de ayer martes.
El motivo de la llegada imprevista fue que tuvo que cancelar una escala en el puerto de Ushuaia debido a las malas condiciones meteorológicas.

De yapa

De esta manera la nave de bandera maltesa realizó un atraque en el muelle Luis Piedra Buena, parada que no estaba contemplada en el calendario original de cruceros de Puerto Madryn, luego de intentar desistir atracar en Malvinas primero y después en Ushuaia producto de los fuertes vientos presentes en la zona.
“La embarcación pidió sitio en el muelle el domingo, por eso lo aguardábamos para esta madrugada y a eso de las seis tomó amarras”, explicó la guardia de la Prefectura Naval Argentina.
De este modo, el crucero de lujo de 180 metros de eslora y que navegan con unas mil personas en su interior permaneció en la ciudad del Golfo hasta las 15 horas, cuando zarpó para continuar con su ruta que lo llevará hasta Punta del Este en Uruguay.

De lujo

El Azamara Pursuit está considerado un barco boutique, por la cantidad de pasajeros y los servicios a bordo.
Pertenece a la compañía Royal Caribbean Cruises, su tamaño, ni demasiado grande, ni demasiado pequeño, le permite entrar en puertos a los que los gigantes del mar no tienen acceso, y además ofrecer una mayor intimidad.
En el Azamara Pursuit pueden hospedarse 694 pasajeros con 408 tripulantes, tiene una eslora de 180 metros y una manga de 26 m.
Una de las principales novedades del Azamara es lo que llaman “Inmersión en el destino”, que se traduce en estancias más largas y más noches a bordo en los puertos de escala. Ninguna otra línea de crucero pasa tanto tiempo en puerto, permitiendo a los huéspedes una visita más completa de los destinos y no un simple paso de largo por las ciudades.
Además, la programación de actividades a bordo se personalizan al máximo con respecto a las escalas, con bebidas locales, películas relacionadas con la zona visitada, conferencias y mesas redondas sobre esos lugares.