CHUBUT BUSCA COMPLETAR SUELDOS Y EL DATO PREOCUPA AL ESTABLISHMNENT. ARCIONI BUSCA LA ESTABILIDAD FINANCIERA PARA REELEGIR, LOS DEMÁS CANDIDATOS EVITAN MOSTRAR UN PLAN ECONOMICO CONCRETO. AFIRMAN QUE LA FIEBRE QUE EMPUJÓ AL DÓLAR, NOS PUEDE "DEJAR EN COMA". LAS RETENCIONES Y LA COMPETITIVIDAD, ECO DEL CLAMOR PRIVADO

La caja es la urna

Por Trivia Demir

La semana comienza con una preocupación mayor en Chubut: con los ingresos que hay, no se llegaría a sostener la estructura provincial con comodidad. Más allá de haber salido del pago escalonado, la realidad dicta que los meses subsiguientes hubo que resignar cosas para poder afrontar sueldos y compromisos operativos de urgencia. Este fin de semana la Justicia se quedó refunfuñando por la postergación de pagos de sueldos y sacrificio de otros poderes, pero más allá del malestar, la plata no estaba, aseguran fuentes extraoficiales de Fontana 50. Por supuesto que el repunte del dólar y la liquidación de regalías, daba a la par, cierta tranquilidad, pero igualmente se estimaba que hasta martes o miércoles no se lograría cancelar haberes de activos. De allí todo lo demás que viene a la cola, que por supuesto se tiende a postergar también 15 días más como mínimo.
Esto, más allá de ser un dato de coyuntura, es clave para la gestión de Mariano Arcioni, cuyo logro para mostrar del año de conducción propia se basa en haber estabilizado el barco económico financiero por naufragar que dejó el fallecimiento de Mario Das Neves. “Somos una de las provincias mejores administradas”, declamaba el Gobernador el día 1, mientras que 10 días después no lograba completar sueldos. Es que si se considera lo presupuestado (dibujo incluido) para 2019, habría un gasto de $61.355.867.011 e ingresos por $63.725.347.661. Finito, lo que se dice finito. Y en todo caso, el 53,9% del total del presupuesto es para sueldos, aunque si se considera solamente los gastos financiados con Rentas Generales, la cifra asciende al 72,5%.
Esta es un poco la conclusión que saca el vecino de a pie, que a la par también evalúa, que ¿si no logran sobrellevar el timón los que están, quienes de los que se promueven podrían hacerlo? ¿El peronismo, que se remite a un pasado que dejó un pasivo irremontable? ¿O Cambiemos Chubut, que parece ser otra cosa que Cambiemos nacional cuya caída en términos administrativos parece no terminar nunca?
De estos temas, que son de los que habría que hablar en campaña, por supuesto ningún candidato dice ´esta boca es mía´ porque ¿qué candidato resistiría el necesario achique que debería hacerse?

El escenario mayor lo dice todo

Los observadores finos señalan que se da un curioso juego de espejos. En la misma semana y comenzando marzo, Cristina y Macri -afectados en su imagen- presentaron a la sociedad un relato que los justifica y los mueve a pelear por el poder. Ambos dependen del tercio del electorado que quisiera no votarlos pero acaso no tenga otra que optar. Algo así como la batalla del mal menor.
En el macrismo creen que su guion tiene más recorrido. El Presidente les dijo a los desencantados que su gestión, pese a no alcanzar hoy los éxitos prometidos, sentó las bases para un futuro mejor. Mientras, Cristina se limita a describir el mal momento y a denunciar una maniobra que (solo en teoría) la exculpa de las acusaciones de corrupción más graves en su contra (y le da una coartada moral a quienes vuelven con ella).
En el Gobierno son conscientes de que para ganar en octubre la economía es central. «Quien diga que no vamos a hablar de economía en la campaña miente», enfatiza un hombre del Presidente. Señales a la vista: ya se anunció un aumento extraordinario de la asignación por hijo y se preparan medidas para alentar el consumo de la clase media.
En Hacienda insisten en que la recuperación empezará a notarse en breve. Algunos funcionarios se quejan porque las estadísticas «van muy lentas». Que los números que se conocen -como el último de empleo o como la pobreza que se difundirá este mes- reflejan fotos viejas. ¿Y la inflación? Bajará desde abril, cuando terminen los aumentos de tarifas, sostienen. Difícil si el dólar se sigue despegando.

El dólar manda

El director de la consultora Ferreres, Fausto Spotorno, afirma que «el tema del dólar estará presente todo el año» y aseguró que durante el año pasado el salario real y los ingresos «se desplomaron». «La gente ya se ha dolarizado bastante, con lo cual lo hay como contrapartida una baja demanda de dinero y eso hace a la moneda muy débil, por lo cual cualquier resfrío que pase por el mundo a nosotros nos deja en coma», sostiene Spotorno.
Según el economista, hay tres factores que produjeron el aumento de la cotización de la moneda extranjera, que durante la semana tocó un máximo histórico de $43,41 para cerrar la semana a 42,26 pesos. Los mismos son un contexto internacional adverso para los mercados emergentes; previsiones de mayor inflación a la estipulada por el Gobierno nacional; y la incertidumbre en torno a las elecciones presidenciales de octubre. O sea, el hubo o la gallina…

Efectos del Plan ´llegar´

El expresidente del Banco Central, Martín Redrado, lo define clarito. Dice que el gobierno nacional «se ha planteado simplemente el ‘plan llegar’, es decir llegar hasta las elecciones» y recomendó «mostrar que parte de los recursos del FMI pueden aumentar la oferta de divisas en el período preelectoral». El economista insiste que «aquí y ahora con las restricciones que tiene el gobierno mi recomendación es generar instrumentos o mostrar que parte de los recursos del FMI pueden aumentar la oferta de divisas en el período preelectoral». «Lo que debiera estar trabajando el ministerio de Hacienda es mostrar cómo va a utilizar esos 10.800 millones de dólares que le va a transferir el FMI, y por supuesto cuando tenga eso resuelto transmitirlo», aconsejó.
Por otro lado, Redrado elogió a Roberto Lavagna. «He trabajado con él, para mi tiene una estatura de estadista y ojalá pueda ayudar y contribuir con sus ideas a tener un mejor debate electoral». «No quiero ingresar en el debate de un candidato y otro, pero está claro que la argentina tiene que debatir cómo vuelve a crecer, cómo baja la inflación, cómo elimina la pobreza y no quedarnos con una discusión, bastante pobre, de futuro vs pasado», declaró. «Los argentinos nos merecemos una discusión que salga de esta mediocridad de si es volver al pasado, volver al zafarrancho que nos dejó Cristina o a esta mediocridad que no resuelve los problemas», añadió el economista que fue convocado para dialogar desde el Gobierno.

La producción regional castigada

Si algo está claro es que cualquier gobierno que pretenda enderezar el barco, deberá consolidar un plan de desarrollo productivo por regiones, que por ahora brilla por su ausencia. Esta semana el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, debió poner la cara en la Fiesta de la Vendimia y aseguró que «no estamos cómodos con las retenciones y tan incómodos estamos que el año que viene se van a terminar», afirmó al participar este sábado el tradicional desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) en Mendoza. «El gobierno nacional viene trabajando muy fuerte en cambio estructurales de fondo que el país necesita, más allá de lo que la coyuntura nos demanda», aseguró el funcionario nacional al abrir su discurso ante productores vitivinícolas y funcionarios nacionales y provinciales en el marco de los festejos vendimiales en Mendoza. Etchevehre destacó además que la agroindustria «genera el 60% de las divisas que ingresan al país» y la calificó como «uno de los motores importantes de la economía». Resaltó además que uno de los ejes de gestión fue «darle mayor competitividad al sector». Etchevehre reconoció la crisis de la vitivinicultura al afirmar que «el momento no es el mejor que podemos esperar» pero también remarcó «que posiblemente en décadas es la primera vez que se están tratando los problemas de raíz». «El impuesto se genera a partir del gasto y el gasto es algo que todos los poderes y todos los niveles del gobierno tenemos la obligación de trabajar para reducirlo», afirmó, al tiempo que aseguró que «el gobierno nacional está firmemente comprometido en lograr este objetivo».

Que dicen los que callan

Finalmente se sabe que el timing lo termina definiendo el poder económico. Y últimamente está claro que hay más que preocupación que tranquilidad en los grandes empresarios. Muchos de ellos grandes observadores que no suelen emitir opinión tan fácilmente, pero los que cuando hablan es porque un mensaje importante trae. Esta semana el presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi; el dueño de Pan American Energy, Alejandro Bulgheroni; y el presidente de Wines of Argentina, Alberto Arizu, brindaron su visión sobre la complicada situación económica que atraviesa el país y sus perspectivas con respecto a las elecciones presidenciales se llevarán a cabo este año.
«La inserción en el mundo tiene que ser más rápida. Llevamos 90 años de políticas de parche. Cualquier gobierno que venga la va a tener muy difícil y asumirá en un país muy complicado», señaló Bulgheroni a MDZ Radio.Y agregó: «Para insertarnos al mundo de verdad hay que abrir la economía y aprender a competir. Necesitamos un Estado que nos saque la carga impositiva de encima».
En este sentido, Rattazzi agregó: «Uno de los modelos nos llevaba a ser Venezuela y el otro nos trata de llevar a ser un país serio. Merecemos un cambio. Las exportaciones van a ser claves. No sólo a Brasil, a todo el mundo. Es lo que necesitamos».
Arizu, por su parte, apuntó al potencial que tiene el país y cómo habría que aprovecharlo. «Argentina tiene muchísimas posibilidades. En los próximos 10 años se va a dar un desarrollo tremendo en Vaca Muerta, que nos va a traer dólares, trabajo, exportación de gas. Ese es el camino», concluyó.

Fuentes: MDZ, NA, LN, propias

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