ARRANCAN EL DEBATE DE LA NUEVA LEY DE ÉTICA PÚBLICA EN EL CONGRESO. LA DISCUSIÓN QUE PROPONE EL GOBIERNO PASA POR ACOTAR EL NEPOTISMO, EXIGIR DECLARACIONES JURADAS A MÁS CARGOS Y GREMIOS, Y REFORZAR PROHIBICIONES VNCULADAS A CONFLICTOS DE INTERESES. ¿UNA SEMILLA POR SI GANA LA OPOSICIÓN?

La ley y la trampa

“La historia de la ética es un triste relato de ideales maravillosos que nadie cumple”, dice Yuval Harari en su libro ´Sapiens (de animales a dioses)´. Pese a que son muchos más materiales los intereses públicos que angustian a los gobernados, la alianza gobernante no deja de atender los ideales. Por eso, para las autoridades de turno por algo hay que empezar, y por eso se busca una modificación en la Ley de Ética Pública que ya comenzó a trotar los espacios legislativos al calor de la campaña. Justamente cuando el Congreso de la Nación retoma bastante lentamente su trabajo y esta semana ambas cámaras tendrán varias reuniones de comisiones. El proyecto de la nueva ley de Ética Pública que propone el Gobierno nacional, ya ingresó la semana pasada por Diputados. En esta línea, un plenario de Asuntos Constitucionales y Legislación General, ambas presididas por el Pro en las figuras de Pablo Tonelli y Daniel Lipovetzky, respectivamente; se reunían ayer en la Sala 1 del Anexo de la Cámara baja, para un encuentro de carácter informativo al que también asistieron la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso; y el secretario de Fortalecimiento Institucional de la Jefatura de Gabinete, Fernando Sánchez.
La iniciativa, que era prometida por el Ejecutivo desde el año pasado, fue mencionada por el presidente Mauricio Macri en su discurso ante la Asamblea Legislativa y girada al Parlamento el 6 de marzo. El proyecto de una Ley de Ética Pública, que contiene 74 artículos, busca establecer reforzar las prohibiciones relacionadas con el nepotismo y conflicto de intereses, amplía la cantidad de cargos cuyos funcionarios deberán presentar declaraciones de bienes y exigirá lo mismo a los sindicalistas que administren obras sociales.

Menos nepotismo

La ley del pariente intenta frenar el hábito de designar parientes en los gobiernos. La norma propone una prohibición del nepotismo hasta ahora inexistente en la legislación. El art. 6° dice que » El cónyuge o conviviente o las personas que posean vínculos de parentesco en línea recta o colateral hasta el segundo grado con los secretarios o Subsecretarios del Poder Ejecutivo Nacional, funcionarios con rango y jerarquía equivalente, Secretarios de Gobierno y máximas autoridades de los Entes Descentralizados, no podrán ser designados ni contratados, bajo ninguna modalidad, en el ámbito de sus respectivas jurisdicciones.
En el caso del presidente de la Nación, el vicepresidente de la Nación, el Jefe de Gabinete de Ministros, los Ministros, los funcionarios con rango y jerarquía equivalente y los Secretarios de Gobierno la prohibición se extiende al ámbito de todo el Sector Público Nacional definido en el artículo 8º de la Ley N.º 24.15. El art. 7° agrega: El cónyuge o conviviente o las personas que posean vínculos de parentesco en línea recta o colateral hasta el segundo grado con los Senadores y Diputados de la Nación, con los Auditores Generales de la Nación, con el Defensor del Pueblo de la Nación y con los magistrados y secretarios del Poder Judicial de la Nación y del Ministerio Público de la Nación no podrán ser designados ni contratados, bajo ninguna modalidad, en sus respectivos ámbitos. Esta norma no es retroactiva, o sea que se salvan los parientes que ya tienen cargos. El límite al nepotismo fue impuesto por una norma interna del gobierno de Cambiemos. El proyecto exceptúa a los parientes que acedan a cargos por concurso o por elección popular.

Declarando, estaba la gansa

También el proyecto amplía la cantidad de funcionarios que deben presentar declaración jurada de bienes antes de asumir y al dejar el cargo, y sanciona severamente el no presentarla. Art. 24°- Quien hubiere cesado en la función pública y adeudare la presentación de al menos una (1) Declaración Jurada, no podrá ejercerla nuevamente durante los cinco (5) años siguientes a la fecha de cese, o hasta tanto dé cumplimiento a dicha presentación. Las autoridades competentes deberán consultar la existencia de incumplimientos con carácter previo a realizar cualquier designación.

Gremios, abstenerse

Los sindicalistas que administren obras sociales tendrán que presentar también declaraciones de bienes. El proyecto modifica el art. 66° de la Ley de asociaciones sindicales de 1888 y queda expresado de esta manera: «Quienes integren los cuerpos colegiados que dirijan y administren las obras sociales deberán presentar al inicio, anualmente y a la finalización de su mandato una Declaración Jurada Patrimonial y de Intereses con el contenido y sujeta al régimen de publicidad de las Declaraciones Juradas Patrimoniales y de Intereses previstas en la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública, como requisito de permanencia en el cargo. Quienes no hayan presentado la Declaración Jurada Patrimonial y de Intereses al finalizar su mandato no podrán dirigir ni administrar obras sociales ni ejercer la función pública hasta tanto subsanen dicha omisión, sin perjuicio de otras medidas que pudieran corresponder por la falta de presentación de cualquier Declaración Jurada.” Y fija entre otras cosas, que los funcionarios no puedan «realizar una actividad en el ámbito privado o prestar servicios para quien realice una actividad en ese ámbito sobre la que tenga algún tipo de atribución en ejercicio de la función pública”.
Este proyecto que dominará la ´arena´ del Congreso como próximo gran debate, lleva las firmas de Mauricio Macri y Marcos Peña, y su elaboración estuvo coordinada además, por varias oficinas del gobierno y el Secretario de Fortalecimiento Institucional Fernando Sánchez, ex diputado de la Coalición Cívica que regentea ´Lilita´ Carrió.
Este proyecto que precisamente se discutirá en el año de campaña electoral, tiende a cuestionar vicios que se dieron en el gobierno anterior, aunque también en el propio. Y en todo esto hay mucho de utopía, o de discurso, acusa gran parte de la oposición. Como decía Soren Kierkegaard en «El concepto de la angustia» hace casi dos siglos sin que pierda nada de vigencia, “la Ética es aún una ciencia ideal, y esto no solamente en el sentido en que toda ciencia lo es. La Ética quiere introducir la idealidad en la realidad, es decir, que su movimiento no es como el de otros casos, en los que se pretende elevar la realidad hasta la idealidad”. Por eso, habrá que ver…

Fuentes: Parlamentario, ZST, NA.

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