Por Trivia Demir

Hay dos cosas por las que los ciudadanos aceptan una administración social ordenadora de la vida cotidiana y esas son la esperanza y el miedo. Sobre estos dos inasibles sentimientos se montó históricamente la política para desarrollar su modo de dominación históricamente. Mechándolos y dosificándolos según el tipo de `gobierno´ y etapa del mismo, pero se podría decir sin margen de error que siempre, pero siempre, conviven excluyentemente en el relato que se analice, condimentos que tiene que ver indefectiblemente con alguno de estos dos sentimientos.
Últimamente la política tiene poco margen para las promesas. De allí que lo que vaya prosperando sea un `laboratorio del miedo´ en cada partido o alianza, desde donde salen movidas y argumentos muchísimo más elaborado e increíbles. Sencillamente porque el miedo y sus usos políticos pueden servir para entender muchas de las cosas que pasan en este mundo que habitamos, ya que el miedo tiene poder para cambiar el mundo, como también lo tiene la esperanza. `El miedo es un instrumento sumamente poderoso que el neoliberalismo (que es sin duda mucho más que una teoría económica) lleva alentando y manejando desde hace mucho tiempo, como uno de los marcos de interpretación clave para entender la realidad y definirla´, dice Lakoff.
Pero el miedo actual es, sin embargo, un miedo líquido, difuso, en expresión de Zygmunt Bauman, y que intenta el consenso por desesperación: “Dejadnos llevar las riendas, nos avisan, porque contra temores poco tangibles es difícil combatir”, reflexiona el sociólogo polaco.

La encuesta que nadie tiene

Desde hace meses como una verdadera leyenda urbana, circula la versión en Chubut de una supuesta encuesta de la consultora de Julio Aurelio, que nadie ha visto hasta ahora. Es más, incluso desde la propia empresa extraoficialmente habrían desestimado cualquier encargue de sondeo en la Provincia. Sin embargo gran parte de la oposición y del arco político territorial la cita como verdadera, y con un tono oscurantista que pareciera ser la mismísima extremaunción de la reelección del actual gobernador.
Tanto es así que la versión fantasmagórica del sondeo, se va modificando a partir de quien la invoca, y por ejemplo en la apertura de sesiones ordinarias legislativas 2019, varios opositores exageraban de tal manera que lo daban tercero a Mariano Arcioni. En minutos, alguien que escuchó la versión, había comentado a otros presentes su propia certificación de que esta encuesta existía, y que ponía en jaque al oficialismo y también al peronismo.
Como si fuera poco, a más de veinte días de ese rumor, un diario del Valle con corazoncito radical, llegó a dar por hecho su existencia , y hasta comentarla: “La encuesta…que todos tienen. Ese sondeo daría una paridad casi absoluta entre Mariano Arcioni y Gustavo Menna, con una ventaja leve del oficialismo. Y por debajo, la suma de los peronismos de Linares y Mac Karthy, que compiten entre sí”, dice el matutino sin considerar que como regla general, no hay encuestas que den paridad absoluta (excepto que la hayan pagado los dos) y raramente Julio Aurelio se jugaría su prestigio a tan tibia predicción.
El matutino agrega además, mostrando su intención de `visualizar el fantasma´, que “La UCR tiene esa encuesta, pero hicieron otra propia del tipo IVR (respuesta de voz interactiva), telefónica, de 3.800 casos. `Nos dio muy similar a la de Aurelio´ confió una fuente radical”, dice el periódico, con lo que salva un poco la mentira. Agrega como para no dejar margen al `relato oficial´ que pretende instalar desde hace años, que “(….) Por otro lado, nadie hará nuevas encuestas (sic). A lo sumo podrá haber un `tracking´ o ajuste de las existentes. Las garantizadas (empresas serias, investigaciones de mercado reales y presenciales) cuestan un dineral que nadie está dispuesto a gastar en una PASO”. Con esto ese medio sencillamente está intentando una verdad revelada y casi exigiendo que se cierre la idea que no podría haber nada “serio=caro» diferente.

Susto radicalmente paralizador

En realidad, esta casi anécdota periodística sirve para mostrar cómo algunos medios siguen intentando quedar bien con deux y el oscuro, como dice la vecindad. Sobre todo, tras la dramática experiencia de 2003 cuando pusieron todos los huevos en una peligrosa canasta radical y terminó ganando el peronismo de Das Neves, cuya primera medida de gobierno fue pisotear todos los nidos, ventilando maniobras con el banco y amagando con exponer deudores importantes, muchos de ellos con flamantes equipamientos adquiridos con créditos nunca cancelados. Un pecadillo que a algunos habría significado ríos de tinta en carácter de pago.
Por eso se sobreentiende por ahí el agite de esta encuesta como sábana espectral, por un lado para decirle al gobierno que existe la posibilidad que si la cosa está tan fina, necesite mucha más y mejor prensa. Y por otro, empujar a la oposición sin ser demasiado evidentes ni por supuesto `generosos´ antes de tiempo. De paso, se trata de instalar la idea de la paridad, en la opinión pública, metiendo el miedo de la incertidumbre, que es el más paralizador, y es `que nada cambie, o que todo lo haga de plano´.

A nivel nacional

Pero las estrategias del espanto, no son un hallazgo chubutano. A nivel nacional por ejemplo, hay versiones que muestran que “en las últimas semanas las consultoras Isonomía, Julio Aurelio y Poliarquía -la más cercana al gobierno- darían como ganadora a Cristina con el objetivo de asustar al electorado y al mismo tiempo tentar a la ex presidente para que se presente y puedan ganarle, porque la única hipótesis de una reelección de Macri es enfrentarse con ella, ya que con otro candidato pierde”, dice un experimentado politólogo. Para él, “quieren repetir los resultados de Neuquén, donde Unión Ciudadana difundía encuestas que daban ganador a Rioseco, y el matutino Clarín, influenciado por el gobierno, también difundía un resultado abierto, pero finalmente el MPN ganó 40 a 25% al candidato de UC y lo mismo quieren hacer ahora con editoriales donde asustan con que María Eugenia Vidal pierde la gobernación frente a Axel Kicillof, una hipótesis incomprobable pero con el fin de meter miedo al electorado independiente”, sostiene.
Según este versionero, el `fantasma´ también es “para que el entorno de Cristina, que está agarrado de sus polleras, la incentive a presentarse diciéndole que gana. Como dice Juan Grabois, ante ese eventual triunfo, producirían un caos económico, es decir corrida cambiaria y bancaria en forma simultánea, lo que facilitaría el status quo, es decir la reelección de Macri, única posibilidad de que este gobierno que no controla ninguna variable económica pueda reelegir”. Un popstulado bastante `conspiranoico´si se quiere, pero a la luz de los movimientos partidarios, con fuertes visos de realidad.

Nada es lo que parece

Es que nada mejor en política que algo parezca extremadamente descabellado, para que se aplique. Hay quienes dicen que es más fácil digerir una increíble realidad, que una aburrida y lineal ficción.
En este tren de que todo lo imposible no lo es en el universo del poder, surgió el ruido fuerte del acercamiento de Massa con Cristina que habría comenzado varios meses atrás y hasta se habló de la posibilidad de una reunión, tema que quedó congelado. Cristina Kirchner y Sergio Massa volvieron a darse muestras de simpatía recientemente, cuando ella le hizo llegar a él su solidaridad ante la violación de las oficinas del Frente Renovador por parte de desconocidos. Eduardo Wado de Pedro por su parte completó el cuadro convocando públicamente a Massa a trabajar con el kirchnerismo.
Es que ambos tendrían el mismo problema: el crecimiento de Roberto Lavagna, que amenaza por igual los planes cristinistas y renovadores. En el caso de los primeros, Lavagna les pincha el globo porque se presenta como el reivindicador de los años exitosos de la gestión de Néstor Kirchner, y lo mejor que mostró el kirchnerismo en términos de administración, con superávit fiscal y crecimiento sostenido, en contraposición con los desvaríos económicos de la presidencia de CFK.
Mientras que para el massismo, el desafío de Lavagna es aún más grave. Éste le va ocupando a Massa su espacio natural captando a peronistas moderados y llevando adelante las relaciones con radicales y progresistas. De hecho, dicen que hasta la que fuera la principal operadora del tigrense, Graciela Camaño, acompaña hoy con su marido Luis Barrionuevo la candidatura de Lavagna por la solidez que encuentran en sus propuestas, y el conocimiento de gobierno que arrastra.

No los une el amor

Ante estos miedos compartidos, progresivamente Massa también viene acortando distancias con la dirigencia del PJ bonaerense y con Máximo Kirchner en lo que algunos interpretan que sería el primer paso para acomodar a muchos de sus hombres en las listas del justicialismo, en caso de que él no sea candidato a presidente. Una alianza entre Cristina y Massa no es fácil pero tampoco impensable si éste aceptara ser candidato a gobernador. Obviamente, esto significaría una nueva crisis interna en el ajetreado Frente Renovador, sobre todo teniendo en cuenta que los renovadores nacieron como una opción al kirchnerismo. A todo esto, Lavagna debe hacer frente a sus limitaciones. Le falta estructura política territorial en Buenos Aires, sobre todo en las dos secciones decisivas, la Tercera y la Primera.
Si así se dieran las cosas, en Chubut, Mariano Arcioni enrolado en la Alternativa Federal, terminaría probablemente capitalizando en su futura estructura a gran parte del PJ que de hecho se lo ve jugando a menos, muy a menos. No es extraño que para que no se note tanto, el principal operador de estrategias, Blas Meza Evans comenzara con un pedido de `postergación´ de las PASO. Algo que evidentemente no sucederá, pero que le permitiría a la `mesa chica´ peronista una explicación más decorosa a la militancia para justificar la cantada derrota y posterior colonización del gabinete ajeno por los pocos de siempre. Conspiraciones en teoría, que se podrán corroborar en 10 días nomás. Habrá que ver…

Fuentes: NA, ECH, IP, LPO, propias