DETECTARON VARIAS IRREGULARIDADES EN EL NUEVO SUPERMERCADO CHINO

“Los empleados descansaban parados 15 minutos y tomaban agua”

El recientemente inaugurado supermercado chino, que abrió sus puertas durante el mes de febrero en Puerto Madryn, fue inspeccionado por miembros de la Comisión Directiva del Sindicato de Empleados de Comercio e inspectores de la Secretaria de trabajo local.
En el lugar “se pudo contemplar que el empleador está incumpliendo con varias pautas del Convenio Colectivo de Trabajo, además de evidenciar ciertas anomalías administrativas vinculadas con el pago de haberes”, indicaron quienes participaron de la inspección.
En este sentido, la edil Andrea Moyano se refirió a las problemáticas que muchas veces suelen detectar en inspecciones realizadas por el gremio y con el acompañamiento de otras áreas municipales, y sobre este caso particular expuso que “logramos mantener una reunión con uno de los dueños de la nueva sucursal, no habla bien el castellano y por momentos resultó difícil la comunicación; de todos modos noté predisposición para dialogar, pero existe un desconocimiento absoluto de todos los artículos relacionados con el Convenio Colectivo de Trabajo y a raíz de ello se suscitan varias irregularidades”.

Irregularidades

En diálogo con El Diario, Moyano contó que “finalmente pudimos hacer las inspección, ya que debíamos esperar algunos plazos para que el personal pudiera tener en sus manos algún recibo de sueldo y poder constar el pago; si bien teníamos denuncias previas, no servía hacer la inspección porque no disponíamos de dicha documentación” y agregó que “se detectaron irregularidades en cuanto a la parte administrativa y la registración del personal”.
Sobre este punto, aclaró que “no hicimos inspección de Seguridad e Higiene, realizamos un recorrido por el local y no detectamos grandes irregularidades en ese sentido, pero es una gestión que está pendiente junto a la Secretaría de Trabajo”.

Declaraban menos horas

Las conclusiones del procedimiento fueron “trabajo mal registrado en cuanto a las horas y deficiencias en este punto; si bien el personal no quiere perder sus puestos de trabajo, están preocupados; todos están como ‘enseñados’ a decir el mismo verso, que trabajan seis horas de manera rotativa semana a semana; cuando dicen eso, si la inspección va a la mañana o a la tarde y lo encuentra trabajando, la excusa es el propio ‘horario rotativo’”.
Además, explicó que “es difícil poder detectar el verdadero horario cuando el trabajador, por miedo, algo que entendemos desde el gremio, declara vía Declaración Jurada que trabaja seis horas; esto es lo que hicieron, y cuando se les preguntaba el horario variaban bastante en sus dichos, hacían la cuenta y en realidad trabajan más horas, lo sabemos y algunos lo admitieron; algunos estaban registrados por ocho horas y trabajaban ocho horas, y otros por seis y trabajaban entre ocho y diez”.

Inspecciones en todos los súper

Por otro lado, sostuvo que “en eso haremos hincapié, en la registración deficiente por horas, no en empleados no registrados” y, consultada sobre la frecuencia con la que supermercados chinos suelen tener este tipo de inconvenientes, aclaró que “es algo recurrente, pero no sólo en los supermercados chinos; sobre estos últimos, en los siete que han ido abriendo, tenemos inspecciones; no todos tienen personal a cargo, se han hecho inspecciones de Seguridad e Higiene y, donde no hay personal, el Sindicato no tiene nada que hacer, ya que el lugar justamente es atendido por sus dueños”.
También, detalló que “en donde sí hay personal, hicimos inspecciones y, si bien al principio se detectaron irregularidades en cuanto a la registración, con empleados no registrados o registrados por menos horas, se fueron acomodando y no teníamos denuncias de maltrato, como ocurrió en este último caso”.

“Descansan parados y toman agua”

“Tanto los trabajadores y las trabajadoras (del nuevo supermercado) se han ido acomodando al trato que tiene el propietario”, de origen chino, explicó Moyano.
“Nos comentaban en una charla que, entre ellos, tienen una forma de hablar un poco agresiva, que parece que están gritando, pero que esa es la forma de tratarse entre ellos, incluso hacia el personal; pudimos tener una reunión y algo que nos llamó la atención con los inspectores de la Secretaría (de Trabajo) es que no tenían un lugar para el refrigerio, algo establecido por el CCT de Comercio; cuando le pregunté al encargado, que es el único que habla castellano, me indicaba que el descanso lo hacen ‘parados, en el lugar de trabajo’ y que toman agua”.

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