A TRES MESES DEL HALLAZGO DE LOS CUERPOS DE LÓPEZ Y LOMEÑA

Piden a la Justicia Federal que “active” la causa del Doble Crimen de Madryn

Luego de que la investigación por los homicidios de Héctor “Pato” López y Federico Lomeña pasara a la Justicia Federal, familiares del primero, cuyo cuerpo fue hallado en un predio de El Doradillo a mediados de diciembre, reclamaron que el fuero comience a arrojar novedades respecto de la causa.
En este sentido, la madre de López criticó duramente al juez Gustavo Lleral y se preguntó, a través de las redes sociales, si se necesita “algún muerto más, algún desaparecido más o algún ahogado en el río más”, en clara referencia al caso Santiago Maldonado, que estuvo a cargo del magistrado.
Además, remarcó que se hubieran cumplido tres meses desde la aparición del cuerpo de su hijo, a lo cual se le sumó el hallazgo, en Playa Paraná, de Federico Lomeña, con más de veinte heridas de arma blanca, tapado con bolsas y enterrado.
“Te estamos esperando”, advirtió al juez en cuyo fuero ahora tramita la causa que dejó a la luz un entramado de narcomenudeo con ramificaciones, incluso, en otras provincias.

Un testimonio esclarecedor

Al momento, los principales seis detenidos, todos pertenecientes al mismo grupo de amigos, permanecen alojados en dependencias policiales de la ciudad del Golfo y de la localidad de Trelew, hasta que se cumplan los seis meses dispuestos como plazo para la investigación del caso.
Se trata de cinco amigos que pertenecen al ámbito de los “skaters”, entre los cuales hay un menor, cuyo testimonio, además del de un testigo protegido que fue sacado de la provincia por su seguridad y la de su familia, permitió ubicar los cuerpos de Lomeña y López, dos escenas que arrojaron, desde un primer momento, la hipótesis de un ajuste de cuentas ligado al narcotráfico.

Bajo la lupa de la Justicia

A ello se le sumó la detención de un sexto individuo, que se desempeñaba como diskjockey y fue aprehendido en la vía pública; permanece alojado junto al resto de los integrantes de la presunta asociación ilícita, mientras que en el caso del menor, de 16 años de edad, éste se encuentra en el Centro de Orientación Socio Educativo (COSE).
Desde un primer momento, la familia de López desmintió que el joven, que tenía 27 años cuando fue asesinado, estuviera ligado al tráfico de estupefacientes; esto se contradijo con la información que trascendió algunas semanas después, que confirmaba que tanto Lomeña como “Pato” López habían sido investigados en una causa previa, a cargo de la Justicia Federal, por presunta comercialización de estupefacientes.

La confesión del menor

En el caso del menor de edad, “B.B.”, en un primer momento había aportado información a la fiscal de la causa, Silvana Salazar, en calidad de “testigo de identidad reservada”.
Esto permitió que fueran hallados los cuerpos de los dos amigos, pero al testimonio del joven se le sumaron datos aportados por la División Drogas Peligrosas y Leyes Policiales con asiento en Puerto Madryn, la cual luego fue desarticulada por decisión ejecutiva, que terminaron poniendo en duda la inocencia del menor en ambos hechos de sangre.
Una vez acorralado por las pruebas, este último terminó autoincriminándose, reconociendo que “fuimos nosotros que matamos a Lomeña y lo enterramos en Paraná”.
Lomeña presentaba más de 20 heridas de arma blanca y López tenía las manos seccionadas, además de un golpe en la cabeza con un elemento contundente; ambos habían sido tapados con bolsas, cal y combustible.
Aparentemente, la disputa entre miembros de la misma banda que se dedicaba al narcomenudeo es lo que concluyó en ambos homicidios; en el caso de Lomeña, fue según las pericias forenses el primero en ser asesinado dentro de una vivienda de Berwin al 200.

Deuda interna

Quien planificó los “ajustes”, según varios testimonios, habría sido Nicolás Cerrudo, quien luego de declarar ante el Ministerio Público Fiscal en calidad de testigo, se quitó la vida dentro de la vivienda familiar en la que residía, en Hansen al 400.
El joven de 20 años dejó una carta en la que advertía que “esto pasa por jugar con fuego”; tras requisar su teléfono celular y el de los detenidos e imputados por “doble homicidio agravado”, los investigadores dieron cuenta de una serie de mensajes que el muchacho había enviado a su “grupo de pertenencia”, en el que les pedía ayuda “para matar a un ‘transa’” y también pedía conseguir materiales para llevar a cabo dicha tarea, ofreciendo drogas a cambio.

Habría “encargado” los homicidios

A la detención de los primeros seis jóvenes, se le sumó la de un ciudadano oriundo de Mendoza, detenido en la capital de dicha provincia, quien aparentemente habría sido el proveedor de López, Lomeña, Cerrudo y el resto de la banda.
Según la información que ronda el expediente, a los tres jóvenes se les habría reclamado un “cargamento” de estupefacientes con el que se habrían quedado; la droga solía ser enterrada –escondida– en El Doradillo y Playa Paraná, donde fueron hallados los cuerpos.
Además, el “mendocino” les habría prometido, en agosto del año pasado, trabajar a Lomeña y López bajo las órdenes de Cerrudo.
Sin embargo, ante la desaparición del cargamento de drogas, que se especulaba podría ser de marihuana pero no hay certezas, el resto de la banda habría sido instruido para terminar con la vida de los jóvenes.
El operativo en el que detuvieron al hombre de 52 años apodado “Menduco” fue realizado en la capital mendocina por personal de la División Lucha Contra el Narcotráfico de dicha provincia, y efectivos de la Policía del Chubut.

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