El ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, garantizó la continuación de la obra pública a pesar de las dificultades económicas del país y aseguró que “la obra pública dejó de ser sinónimo de corrupción para transformarse en sinónimo de lugares para crecer y desarrollarse”.
Frigerio hizo estas declaraciones al participar junto al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés de la inauguración de obras de infraestructura urbana en el Barrio Quilmas de nuestra ciudad, más puntualmente el Salón de Usos Múltiples en donde funciona el comedor Sagrada Familia. “Este es un trabajo que se da cuando tenemos todos la camiseta puesta” lo que aseguró se traduce en “beneficios concretos para los correntinos” y añadió”.
El ministro del gabinete nacional aseguró que se están “pudiendo hacer estas obras porque vimos en el equipo de Valdés y del intendente una enorme capacidad de gestión. El desafío era trabajar en equipo: Nación- provincia y municipio, todos con la camisera puesta y se ven los resultados”.
“Con cada uno de los funcionarios estamos resolviendo temas pendientes de muchos años. La obra pública es lo que le cambia la vida a la gente, estas obras y estas inauguraciones también son señales de que se puede, que se trabaja en equipo y que cambia la vida de los vecinos” dijo.
Frigerio no esquivó el bulto cuando fue consultado sobre la situación actual y aseguró que «las cuentas del Municipio estaban desquiciadas” cuando las recibió Eduardo Tassano también presente en el acto, pero prefirió quedarse con el valor de las obras: “las obras otorgan dignidad y mejoran la calidad de vida de la gente y las obras son transparentes y con el cuidado de cada centavo de los contribuyentes” aseguró.