Un trabajador del volante de Puerto Madryn fue víctima de dos delincuentes que, tras hacerse pasar por clientes, lo llevaron hasta un punto específico al oeste de la ciudad, donde lo amenazaron con dispararle en la cara y luego en el cuello, y se alzaron con su billetera y su teléfono celular.
El episodio de inseguridad tuvo lugar días atrás, y el conducto, tras haber sido despojado de sus efectos personales y de la recaudación del día, intentó seguir a los sujetos, uno de los cuales le respondió efectuándole varios disparos con un arma de fuego, para luego esconderse dentro de una casa; no logró ser detenido, a diferencia del otro individuo, que fue reducido en la calle por dos policías cuando intentaba escapar.

Alerta de Monitoreo

El hecho tuvo lugar el fin de semana, cuando el Centro de Monitoreo de Puerto Madryn fue informado sobre un hecho de “robo con arma de fuego” que se desarrollaba en la intersección de Estivariz y Rosario, luego de lo cual, un móvil a cargo de los agentes Julieta Peralta y Marco Guardia arribó al lugar.
Allí, observaron que sobre la calle Tierra del Fuego, en dirección a Albarracín, un sujeto que venía corriendo en su dirección y, al percatarse de la presencia de los uniformados y el patrullero, quiso darse a la fuga, descartando en su huida, la billetera del damnificado, cuyo dinero luego le sería restituido.
Sin embargo, el hombre fue reducido a pocos metros, y momentos después, la víctima del asalto se presentó en el lugar y narró lo ocurrido a los agentes, luego de lo cual radicó la denuncia.

Se hicieron pasar por pasajeros

El chofer de remis, de apellido Amigorena y de 23 años, relató que “en circunstancias en las que me encontraba trabajando a bordo del vehículo Renault Logan, tomé un viaje en la calle José Menéndez y Juan Muzzio, más precisamente en el local comercial ‘A Toda Rosca’, y allí subieron dos hombres, mayores de edad”.
En ese momento comenzaría el derrotero del conductor: “Uno de ellos, ni bien se subió al remis, se puso una capucha, ambos me pidieron que los llevara hacia la intersección de las calles Rosario y Albarracín, y el transcurso del viaje desde que inicio hasta llegar a la intersección mencionada fue absolutamente normal; incluso, uno de ellos, el cual fue detenido después, venía hablando con total normalidad conmigo, mientras que el otro que se había encapuchado y que no logró ser detenido, no habló en ningún momento”.

“Te voy a pegar un tiro”

Una vez que llegaron al lugar de destino, “detuve la marcha del vehículo”, continuó relatando el chofer, sumando a ello que “me dijeron que continuara por la calle Albarracín hacia Mendoza, pero como era contramano, seguimos por Rosario y dimos la vuelta por Estivariz, con dirección a Mendoza”.
En ese entonces, “cuando llegué a esas calles, me pidieron que detuviera la marcha, y el que en un principio se había encapuchado, que de hecho se subió detrás del asiento del conductor, me tomó del cuello, inmediatamente me apuntó con un arma de fuego tipo revólver en el rostro y me pidió que me quedara quieto, que si no me iba a ‘pegar un tiro’”.

Le apuntaron con el arma al cuello

Como si ello fuera poco, en medio del violento asalto, uno de los delincuentes, según el relato del chofer, dijo “que no tenía miedo en disparar” y “me apuntó luego al cuello”.
Luego, “me dijo que le diera el teléfono celular y la billetera al que venía hablando conmigo durante el camino, este sujeto se bajó y le entregué las cosas; inmediatamente luego de que se retiraron, informé a la Central de remises para la que trabajo que me habían robado y les di mi ubicación, luego vi que los sujetos se fueron corriendo hacia la calle Mendoza y Estivariz, así que comencé a seguirlos por Mendoza, luego La Pampa y Albarracín”.

Le dispararon varias veces

No obstante, “vi que el que me había apuntado con el arma, me apuntó nuevamente, por lo que detuve la marcha del vehículo; después, vi que continuaban para Albarracín hacia Tierra del Fuego, me efectuaron un disparo con el arma, llegaron a una casa de ladrillos a la vista que hay allí, que tiene planta alta, y pensé que eran de ahí, pero nunca se metieron adentro; el que tenía capucha comenzó a dispararme nuevamente, por lo que me alejé un poco del sitio, y aprovechando mi distancia, corrieron nuevamente hacia la calle Albarracín, donde vino un móvil policial, y el sujeto se descartó de mi billetera, antes de ser detenido”, relató el damnificado.

Se “desquitó” con el ladrón

A pesar de haber sido aprehendido uno de los sujetos, el que efectuó los disparos “logró huir”, describió el conductor en su denuncia, advirtiendo que lo vio “por última vez en Albarracín, entre Tierra del Fuego y La Pampa, donde ingresó a un domicilio”.
Al mismo tiempo, y preso de la angustia por las amenazas que había sufrido, “el sujeto que no tenía el arma de fuego, cuando fue detenido, por impulso lo golpeé en el rostro; logré recuperar la billetera con el dinero en su interior, pero no así el teléfono celular”.
De acuerdo a las actuaciones judiciales, el dinero en efectivo, por disposición del Ministerio Público Fiscal, fue restituido al chofer; eran unos 2.330 pesos, producto de la recaudación del día.
En cuanto al sujeto detenido, el mismo fue identificado por la Policía como Carlos Andrés Olivieri, de 25 años, quien arrojó la billetera durante su huida y luego fue reducido por los dos agentes que acudieron al requerimiento.