SE POSICIONÓ POR DEBAJO DE VENEZUELA Y ZIMBAWE

Argentina es el tercer país con mayor inflación

Los fuertes y constantes incrementos de precios que vivió la economía argentina durante los últimos meses provocaron que nuestro país se suba al modio de aquellos que tienen mayor inflación interanual. Según el ranking de Trading Economics, la acelerada medición de febrero contra el mismo mes del 2018 dejó una suba de precios generalizada de 51,3% y es la tercera más alta del mundo. El primer puesto fue ubicado nuevamente por Venezuela, con una extraordinaria de 2.296.000%, mientras que en segundo lugar quedó ubicado Zimbabwe, con un 59,4%.
La situación no parecería mejorar en los próximos meses, ya que para marzo la expectativa es que la inflación cerrando el mes en torno al 4%, lo que de confirmarse llevaría a la medición contra marzo del 2018 a una suba de precios de 53,7%. Además, para abril hay una expectativa similar, ya que influirán en los indicadores las subas en gas, subtes y naftas. En caso de confirmarse también ese 4%, la interanual terminará el primer cuatrimestre en 55,7%. Otro dato alarmante es que, en caso de que en mayo se concrete un aumento de precios del 3%, como prevén las proyecciones privadas, la inflación interanual trepará hasta el 57,1%.
Estas estadísticas irían en contra de todas las estimaciones que se hicieron por parte del Gobierno Oficial en los últimos meses y, pese a la agudización de las políticas contractivas que enfrían todavía más la economía, el aumento constante de precios acelerará su marcha impulsada por la inercia que dejó 2018, la devaluación del peso respecto a la cotización del dólar y los tarifazos en los servicios públicos.
Al respecto, según las mediciones privadas el índice de precios al consumidor (IPC) de marzo, que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informará recién el 16 de abril, se ubicó en torno al 4%, impulsado por las subas de las tarifas eléctricas, del boleto de colectivos, de las expensas, del aumento de los alimentos y de los incrementos estacionales en educación e indumentaria.
En tanto, el tándem 2018-2019 sigue mostrando números complicados para la economía local y durante la semana pasada un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mostró que la industria argentina fue la de mayor caída en el mundo durante el 2018, con una de 11%, superior a la de 9% de su escolta Kazajistán y de 8% del tercero, Turquía.

Inflación en la Patagonia

Vale recordar que el último indicador del IPC divulgado por el INDEC fue el correspondiente al mes de febrero, el cual alcanzó un 3,8% en todo el país, mientras que en esta oportunidad la Patagonia se ubicó por debajo del indicador nacional, con un 3%. Así, en el primer bimestre del año se acumula un 6,7% a nivel país, mientras que la región suma 6 puntos, recordando el 3% que había arrojado también en enero.
Los rubros que más se movieron durante el segundo mes del año, a nivel nacional, fueron “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, con un 5,7%, detrás de “Vivienda” (que incluye las variaciones de tarifas), que se ubicó en el 6,4%. En la Patagonia se da una ligera variación, ya que la canasta alimentaria básica presentó un 3,6% de aumento (es decir, más bajo que en el promedio del país, un dato sumamente llamativo), mientas que Vivienda estuvo cerca del índice general, con un 5,8%.
En un año, al compararse contra febrero del año pasado, el salto más importante a nivel país se da en Transportes, con un 63,6%; los alimentos acumulan 58,3%; Equipamiento y mantenimiento del hogar, un 54%; Salud, 53,1%; Viviendas, un 52,4%, entre los indicadores más significativos. En la Patagonia se mantienen tendencias similares, aunque en Vivienda y en Equipamiento y mantenimiento del hogar sobre pasa por varios puntos a la marca nacional, con un 60,9% y un 61,1%, respectivamente.
En algunos rubros alimentarios ha sido especialmente notable el incremento de precios en la primera parte del año. En el caso de las carnes, se reconoció un incremento cercano al 30% sólo en enero y febrero, cuando en todo el año pasado había variado un 40%.
En enero, el IPC a nivel país fue del 2,9%, mientras que en la Patagonia se había ubicado en igual índice que ahora, es decir un 3%.
La tendencia general es preocupante, ya que el Índice se elevó casi un punto en relación al primer mes, contando el IPC país, mientras que en los próximos meses comenzarán a impactar los incrementos de tarifas y las variaciones del dólar, por lo que a nivel nacional se proyecta un piso del 36%, muy por encima del 23% previsto en el presupuesto nacional.

Pérdida de poder adquisitivo

En otro orden, si bien es cierto que la mayoría de las provincias argentinas cerraron el 2018 sin déficit fiscal, el balance positivo en las cuentas de casi todos los distritos se explica por varios dos motivos, aunque los principales son el estancamiento o los bajos incrementos en los salarios y la reducción o ausencia de la inversión en obra pública. Esto permitió cumplir con el pacto fiscal firmado a fines de 2017 con el Gobierno Nacional, que les impidió a los distritos incrementar las erogaciones por encima de la inflación.
Puntualmente, un documento elaborado por el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal explicó que al término del tercer trimestre de 2018 sólo tres provincias habían superado la cota del 29,45% marcada por el IPC del INDEC. Específicamente, se trata de Neuquén, Corriente y San Juan, que registraron incrementos del 29,75, 32,83 y 36,16%, respectivamente.
Al respecto, resulta importante destacar que en la mayoría de los casos el gasto público está ligado a las paritarias acordadas con los empleados públicos. Como consecuencia de esto no es llamativo que en los tres distintos disidentes los desembolsos en salarios hayan cerrado en torno al 30% y sean el único caso en donde los estatales no perdieron contra la inflación, según explicó un trabajo realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
En contrapartida, donde peor les fue a los trabajadores que dependen de las administraciones provinciales fue en la mayoría de las provincias patagónicas (Chubut, Tierra del Fuego y Santa Cruz) y Misiones. En dichos distritos, el deterioro del poder adquisitivo fue de más del 10%, cuya contraparte fue una distancia más que holgada (entre ocho y 16 puntos) respecto al límite establecido con el pacto.
Mientras tanto, en el resto de las jurisdicciones el gasto corriente se movió desde un 22% en el caso de Buenos Aires, Santa Fe, Santiago del Estero o Salta; hasta un 29,07% en Entre Ríos, a donde quedó cerca de la banda inflacionaria. Justamente, en esta última provincia los estatales consiguieron un aumento del 28% y casi le empatan a la suba de precios.

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