Este viernes, en los Tribunales de Puerto Madryn, Diego Matías Arévalo fue condenado por el homicidio de Pedro Machao, cometido en 2017, cuando la víctima recibió dos disparos en el pecho mientras estaba mirando televisión. El fallo unánime fue dictado por los jueces Leonardo Pitcovsky, Patricia Reyes y Stella Eizmendi y el próximo 16 de abril a las 12.30 horas se pedirá la pena.

Fallo unánime

En horas de la mañana del viernes, los jueces Pitcovsky, Reyes y Eizmendi dieron a conocer el veredicto: “El tribunal arribó a un fallo unánime, que era lo que esperábamos, la prueba que se debatió, fundamentalmente el rol de la víctima secundaria, que es la pareja de Pedro Machao, fue contundente en sus declaraciones, lo que permitió con la restante prueba, arribar a un veredicto condenatorio en un homicidio totalmente injustificado, salvaje y sorpresivo cometido delante de menores de edad y una mujer embarazada. Si bien sobrevoló en el debate los distintos motivos que podrían haber llevado a ocasionar el homicidio, lo objetivo y concreto fue calificado como homicidio calificado por uso de arma de fuego con una pena de 10 a 25 años de prisión”, sostuvo el fiscal del caso, Daniel Báez.

El caso

En horas de la tarde del 16 de enero de 2017, Diego Matías Arévalo tocó la puerta de la casa ubicada sobre la calle Los Pinos, en el barrio Pujol II de Puerto Madryn. La pareja de la víctima abrió la puerta, a quien le preguntó: “Hola, ¿está Pedro?”. Cuando la mujer asintió, el hombre avanzó, se paró a su lado y lo vio a Pedro Machao sentado mirando televisión. Entonces le disparó dos veces, uno de ellos directo al corazón. Se subió a un Fiat Siena gris y escapó. La víctima falleció en el lugar.
Pedro Machao estaba en arresto domiciliario; el 28 de diciembre de 2016 había sido detenido en una causa que llevó adelante el fiscal Daniel Báez, donde se lo acusaba de asociación ilícita y abigeato. Según las escuchas telefónicas, integraba una banda que robaba animales en los campos de las afueras de Madryn. Luego faenaban, congelaban y distribuían la carne en un circuito ilegal. A las dos semanas de caer preso se le concedió el régimen de prisión domiciliaria. Allí estaba el 16 de enero de 2017, cuando le efectuaron los dos dispararon mortales.
Arévalo fue identificado gracias a un retrato hablado y otros datos y, cuatro meses después del crimen, se lo ubicó en La Plata. Allí había cometido un error: usó la tarjeta de débito de un familiar y lo detuvieron.