En Neuquén, condenaron a 10 años de prisión a un hombre que durante una década violó a su hija, la embarazó y con la cual tuvo un hijo que cumplió 12 años. Por ahora está con prisión domiciliaria, pero en cuanto quede firme la sentencia irá a la cárcel.
La pena aplicada fue la que pidió la fiscalía, mientras que la defensa solicitó 8 años de prisión. El tribunal tuvo en cuenta lo prolongado de los abusos y la secuela de haber embarazado a la adolescente, que tuvo un hijo con su padre. Pero como atenuantes consideró la falta de antecedentes de autor, que siempre estuvo a derecho y que es sostén de familia.
La niña comenzó a ser abusada a los 11 años, a los 17 quedó embarazada, y los ataques cesaron cuando cumplió 21. Ahora tiene 27. Las violaciones ocurrieron en la vivienda familiar, donde víctima y victimario residían a solas, circunstancia que era aprovechada por el sujeto. La madre de la adolescente “es una figura ausente, ella casi ni la conoció”, indicó una fuente allegada al caso. Tampoco tiene hermanos.
Las pruebas contra el imputado fueron entre otras el relato de la víctima, el testimonio de una amiga a la cual le contó el drama que estaba sufriendo, y los análisis de ADN que demostraron el vínculo entre el abusador, la hija y el hijo en común.