Según los relevamientos oficiales de los últimos meses, la industria textil se encuentra en una situación preocupante, teniendo en cuenta que, entre otros aspectos, en los últimos tres años cerraron cerca de 300 empresas de dicho sector, concretándose 8.000 despidos. Al respecto de esta situación, el secretario general de la Asociación Obrera Textil, Hugo Benítez, manifestó que “además, hemos tenido 2.000 suspendidos”.
En este contexto, vale recordar que cada vez son más las marcas que tienen que pedir su concurso de acreedores, como consecuencia de sus inconvenientes financieros. De esta manera, el rubro de indumentaria es uno de los más golpeados en el mercado interno, considerando que las ventas de febrero disminuyeron 13,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Así, el financiamiento de las empresas del sector continúa siendo uno de los principales problemas, debido a que la tasa de interés para adelantos de cuenta corriente se ubicó en un 52,3% durante el último registro, que es el correspondiente al mes de febrero. Asimismo, pese a la fuerte devaluación del peso del año pasado, las importaciones de ropa cerraron 2018 con 509,6 millones de dólares, un 9,9% más que en 2017. Mientras que las exportaciones de ropa argentina fueron de 21,3 millones de dólares durante todo el año pasado, un 34,9% menos que en 2017.

Aumento de exportaciones

No obstante ello, considerando que el sector textil argentino está pasando uno de los peores momentos de los últimos años, resulta importante destacar que la caída del consumo interno, la inflación, la suba del dólar y el aumento de las tarifas están dejando consecuencias irreversibles en muchas empresas locales. Sin embargo, otras compañías están tratando de salir a flote buscando nuevos horizontes.
En el primer mes de este año, las exportaciones de prendas de vestir provenientes de empresas locales crecieron por primera vez desde 2017 y alcanzaron el 1,8 millones de dólares, lo que representa un incremento del 1% frente al mismo periodo de 2018.
En enero de 2017 las exportaciones argentinas de moda habían alcanzado los 2,3 millones de dólares. Si bien en los últimos cinco años la cifra ha ido decreciendo, el registro del primer mes de 2019 vuelve a ser superior al del mismo mes del año pasado. De todas formas, el sector aún está lejos de lo registrado en enero de 2014, cuando se recaudaron casi 7 millones de dólares. A partir de allí, comenzó el tobogán. En 2015, ingresaron 4,8 millones de dólares y en 2016 se desplomó a sólo 1,9 millón de dólares.
Por otra parte, el volumen exportado en enero ascendió un 9,2%, alcanzando 48.793 kilos frente a los 44.649 kilos de enero de 2018, de acuerdo con la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).
Por el contrario, el precio por kilo de las prendas de vestir en Argentina fue de 36,32 millones de dólares, un 7,5% menos que en el primer mes del año anterior, que llegaron a alcanzar los 39,2 millones de dólares.
En tanto, el tipo de cambio, que en la jornada de ayer se ubicó en los 44,60 pesos, hace cada vez más competitivas a las empresas que buscan vender en el exterior. Específicamente, en enero el principal destino de las exportaciones argentinas de moda fue Uruguay, donde se registró un incremento del 6,4% de las ventas, hasta 114.738 dólares. Paraguay fue el segundo destino de las ventas argentinas al exterior, con 19.086 dólares, un 1% más que el mismo mes del año anterior. Chile completó el podio, a pesar de que las ventas crecieron por debajo del 1%, hasta 17.115 dólares.
Por producto, las camisas de hombre fueron el artículo argentino con más demanda en el extranjero, copando el 30% de las exportaciones. Después se situaron los sweaters, con un 19% y en tercer puesto los pantalones, que alcanzaron un 8% del comercio exterior de la industria de la moda del país.