Un avión de la compañía rusa Aeroflot aterrizó de emergencia y envuelto en llamas en el aeropuerto de Sheremétievo, ubicado en la localidad de Moscú, del que había despegado poco antes con destino a Múrmansk, en el Norte de Rusia. Según las cifras oficiales que circulaban al cierre de esta edición, al menos 41 personas perdieron la vida.
“Por el momento confirmamos la muerte de 41 personas, entre ellas dos niños”, dijo una portavoz de la Comisión de Investigaciones rusa, Svetlana Petrenko, citada por la agencia TASS. Además, hay entre cinco y diez personas que sufrieron heridas por el fuego, que quemó totalmente la parte posterior del avión.
Por el momento se desconoce el problema que obligó a los pilotos del Superjet-100, un avión de fabricación rusa, a regresar a Sheremétievo. Asimismo, de acuerdo con la agencia Ria Novosti, un problema eléctrico habría ocasionado un incendio en vuelo.
En cambio, una fuente citada por TASS indicó como la causa más probable el impacto de un rayo en la aeronave. “Acabábamos de despegar y el avión fue alcanzado por un rayo (…) El aterrizaje fue difícil. El avión saltó de la pista como una langosta y se incendió en el suelo”, relató Petr Egorov al diario ruso Komsomolskaya Pravda
“El avión informó de un problema a bordo y se dispuso a efectuar un aterrizaje de emergencia. No lo consiguió en el primer intento y en el segundo el tren de aterrizaje impactó contra la pista, al igual que el fuselaje del aparato, y se produjo el incendio”, detalló una fuente a Interfax.
Vale aclarar que, en la aeronave, que realizaba el vuelo SU1492, viajaban 79 personas: 73 pasajeros y 6 tripulantes, de acuerdo a medios de prensa locales.