La directora de la Tercera Edad municipal, Marta Rivas, analizó la realidad económica de los adultos mayores, muchos de los cuales “solicitan ayuda al Municipio y les entregamos el bolsón enseguida, porque consideramos que comer no puede esperar, mientras que si van a pedirlo a PAMI, entran en una lista de espera que puede prolongarse de tres a cuatro meses”, según manifestó.
A su vez, criticó “el desconocimiento del Gobierno Nacional” respecto de lo que significa vivir en la Patagonia, a diferencia de otras regiones del país, y planteó que muchos jubilados “terminan accediendo a préstamos engañosos para pagar sus medicamentos o costear el alquiler, porque no cuentan con vivienda propia”.
También, precisó que la asistencia al comedor del Centro de Día “se viene incrementando, y de los 18 que suelen concurrir, a veces tenemos hasta 25 y 30 adultos mayores que vienen a comer”.

Entre la ayuda y el auxilio

En este sentido, Rivas sostuvo que “desde la Municipalidad, hace unos meses largos hemos notado el incremento en las necesidades de los adultos mayores, diariamente estamos recibiendo nuevos pedidos de alimento en nuestras oficinas” y precisó que “las bolsas se van incrementando, lo cual nos da un parámetro de que la situación, para el adulto, está siendo muy complicada”.
A su vez, se refirió “al desconocimiento del Gobierno Nacional de que vivir en la Patagonia no es lo mismo que vivir en otro lugar, y la (jubilación) mínima, hoy por hoy, es de 14 mil pesos; encima, los han tentado con préstamos, a mi entender engañosos, ya que muchos adultos que alquilan y no tienen vivienda propia, ven en esto una ‘salida’, tanto para ello como para adquirir medicamentos o para cubrir una necesidad básica”.

Llegar a fin de mes, una odisea

Consecuentemente, “recurren a un préstamo y terminan cobrando 4 mil pesos, y con eso tienen que vivir”, advirtió, agregando que “actualmente, estamos entregando unos cien bolsones y es un número que suma todos los días; desde la Dirección de Adultos estamos haciendo un seguimiento importante, porque vemos que los adultos mayores están llegando a fin de mes cada vez menos con lo que ganan”.
También, enfatizó que “en cuanto a los medicamentos, antes tenían más cobertura, lo que les permitía estar más livianos, cosa que hoy no está pasando; entonces, a la hora de comer, se está complicando” y remarcó que “son cien bolsones al día de hoy, una cifra que puede variar de acá a diez días”.

Larga espera en PAMI

El año pasado “estábamos en unos 60 bolsones en total”, recordó Rivas, en relación a la cantidad de bolsas con alimentos entregadas a adultos mayores en situación de vulnerabilidad.
En esta línea, planteó que “por lo que sabemos según lo que hablamos con ellos, con quienes tenemos contacto directo, PAMI les cubre cuatro medicamentos, y sabemos perfectamente que un adulto mayor hoy no toma solamente esa cantidad; algunos tienen la suerte de no tomar ninguno, y otros deben tomar entre 7 u 8, y los deben cubrir por su cuenta”.

“Para comer no se puede esperar”

Los pedidos de ayuda no son solamente económicos, sino “de todo tipo”, señaló la directora del área de la Tercera Edad en Puerto Madryn: “Para medicamentos, alquiler, vestimenta. Tenemos pedidos de todo tipo, y desde el Hogar de Día hemos incrementado el número de asistentes a la hora de comer. Antes rondábamos los 18 y hoy, en ocasiones, tenemos entre 25 y 30 personas que van específicamente a alimentarse”, explicó Rivas.
La crisis nacional “está afectando a los más débiles, que son ellos, nosotros lo vemos día a día y desde el Municipio tratamos de sostener hasta donde se puede, pero es una realidad que en un momento va a colapsar”.
La directora del área sostuvo que “hacemos todo lo posible, y voy a dar un ejemplo muy claro: cuando un adulto va a PAMI a pedir un bolsón, entra en una lista de espera que puede durar entre tres a cuatro meses; a nosotros nos van a pedir una bolsa y se la damos automáticamente, porque consideramos que para comer no puede esperar, en ese trabajo estamos diariamente”.