El amigable y querido Topo Gigio, personaje creado en 1958 por la artista italiana María Perego, que se hizo popular en América latina a mediados de los años 80, bajaba sus ojos cuando sentía vergüenza y enamoraba a los televidentes. A seis décadas de su creación y de su debut en televisión sigue provocando la misma ternura y empatía.

Aquel ratón de gomaespuma, vestido como un ser humano, que hablaba y tenía sueño, se valió de una exitosa animación que ocultaba a quienes le ponían vida detrás de escena. Su primera aparición fue en la televisión italiana en 1959.

«Hasta mañana, si Dios quiere, que descansen bien, llegó la hora de acostarse y soñar también, porque mañana será otro día, hay que vivirlo con alegría», decía Gigio con una canción.

La creación de su nombre, hoy convertido en marca, surge del italiano «topo» que significa ratón y «Gigi» que es un derivado de Luigi, Luis en castellano.

Fue en 1960 cuando tuvo su primer programa, Storie di topo Gigio, dirigido por el milanés Guido Stagnaro, que duraba media hora y fue furor entre los niños de la época. Como consecuencia de este éxito, el personaje tuvo una película protagónica, libros y publicidades.

A pesar de competir contra el ratón estadounidense, ya implantado en la sociedad, el Topo Gigio tuvo gran aceptación y se exportó al mundo. Tanta fue la devoción popular, que hasta en Japón crearon una serie animada de televisión de 34 episodios.

En 1968 llegó a la Argentina y participó del programa de Teleonce La Galera. Estuvo en sketchs con Juan Carlos Mareco, Berugo Carámbula, Héctor Larrea y Susana Giménez. En Brasil, la cantante Xuxa lo adoptó para su show televisivo.

A finales de los 80 reapareció en nuestro país cuando Canal 11 emitió La Hora del Topo Gigio. Años más tarde, Juan Román Riquelme con sus festejos «a lo Topo Gigio» también hizo que muchos jóvenes de otra generación se acercaran al personaje.

Algunas de sus frases, que quedaron grabadas en la memoria colectiva de varias generaciones, fueron: «¡Lo dije yo primero, lo dije yo primero!»; y «a la camita».

El año pasado, después de muchos años haciendo ir a dormir a millones de argentinos, el entrañable Topo Gigio volvió a dar su saludo de las buenas noches en una publicidad y conmovió a muchos adultos, que recordaron a aquel ratón que los despedía todas las noches cuando llegaba la hora de apagar la tele y cerrar los ojos.