RAMOS PADILLA CONFIRMÓ QUE INVESTIGA A CARRIÓ, OLIVETO Y ZUVIC. EL JUEZ FEDERAL DE DOLORES, A CARGO DE LA CAUSA SOBRE UNA RED DE ESPIONAJE PARAESTATAL, REVELÓ QUE LAS LEGISLADORAS FORMAN PARTE DE LOS IMPUTADOS JUNTO A BONADIO Y STORNELLI. EL JUEZ CLAUDIO BONADIO SE REPONE Y APURAN EL PASO PARA LLEVAR A CRISTINA KIRCHNER A JUICIO ORAL

Fuego cruzado

El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, confirmó que las diputadas nacionales Elisa Carrió y Paula Oliveto y la parlamentaria del Mercosur Mariana Zuvic están siendo investigadas en la causa contra Marcelo D’Alessio por espionaje ilegal.
“Se pudo detectar en la causa de atracción que Marcelo D’Alessio mantenía conversaciones tanto con el fiscal (Carlos) Stornelli como con Paula Oliveto, vinculadas con las actividades que realizaba la asociación ilícita investigada”, señaló el magistrado.
En una resolución donde rechazó hacerse cargo de una denuncia que se tramita en Comodoro Py, el juez aclaró: “Se encuentran imputados, querellados y/o detenidos entre otros, Marcelo D ‘Alessio, Ricardo Bogoliuk, Anibal Degastaldi, Carlos Stornelli, Claudio Bonadio, Elisa Carrió, Paula Oliveto y Mariana Zuvic, sin que ello implique ningún análisis de mérito sobre su responsabilidad, el que corresponde realizar en el marco del expediente”.
Ramos Padilla se negó a quedarse con una causa que tienen a su cargo, en paralelo, el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Gerardo Pollicita; y el juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Jorge Di Lello.
“Resulta imposible que acepte la competencia atribuida, ya que no corresponde que sea este juez quien dilucide tal cuestión”, indicó sobre el caso en el que él mismo está denunciado y fue presentada por las legisladoras de la Coalición Cívica y el fiscal Stornelli.

Apurando los cuadernos

El titular del juzgado criminal y correccional federal número 11, Claudio Bonadio, fue operado este sábado. El magistrado está lucido y evoluciona bien. Así se lo confirmaron fuentes de la Justicia. El juez podría volver a su trabajo el 16 de mayo.
En tanto, el fiscal de la causa «Cuadernos», Carlos Stornelli, trabaja en el pedido de elevación a juicio oral de parte de ese expediente, que también incluiría la pesquisa sobre la adquisición de bienes multimillonarios que realizó el ex secretario privado de los Kirchner, Daniel Muñoz, ya fallecido. Bonadio acompaña esas labores y tiene que firmar el escrito final sobre el tema.
Bonadio ya firmó una ampliación de procesamiento de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El juez ratificó, además, ya con aval de la Cámara de Apelaciones, una medida que la clase política evita tratar. Es el desafuero de la legisladora Fernández de Kirchner.
Si el Senado lo aprueba, ella deberá quedar detenida con prisión preventiva. Está acusada, con ratificación de la Cámara de, de haber sido la jefa de una asociación ilícita que usó medios del Estado para enriquecerse de modo ilegal.
Bonadio agregó en la ampliación del procesamiento de la ex presidenta 5 nuevos delitos vinculados a coimas. El magistrado redactó en ese último escrito que la prisión preventiva sobre Cristina «se hará efectiva cuando el Senado de la Nación apruebe su desafuero, o bien cuando cesen sus fueros».
El 15 de abril pasado, la Cámara Federal de Apelaciones le había ordenado al juez que «proceda a la inmediata elevación a juicio oral de los tramos ya concluidos» de un expediente de corrupción descripto como extraordinario.

Preparando el terreno

Todo puede ocurrir en una causa que se movió de un modo vertiginoso, y con parte de pruebas que se manejaron de modo muy reservado por sus investigadores. Los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi habían aprobado el trabajo de Bonadio y Stornelli al menos en dos ocasiones.
El 20 de diciembre, la Cámara Federal reafirmó lo actuado por el juez y el fiscal por Bonadio y Stornelli, al ratificar los procesamientos que ellos dictaron.
El mismo criterio, aunque con matices normales en estos casos, tomaron en otra resolución en la que trataron varias nulidades planteadas por las defensas de algunos de los procesados y detenidos en la causa. Ese escrito se difundió el 15 de abril.
Parte de la documentación conseguida por los investigadores, entre los que también se encuentra el fiscal Carlos Rivolo, le da mucho al expediente. Algunos las pruebas reunidas durante más de un año de pesquisa, no son conocidas por la opinión pública, ni siquiera por el sector que se informa sobre esta trama a través de los medios.
Hay entrecruzamientos de llamados, mensajes de texto enviados y recibidos por los protagonistas del caso donde se revelan el cobro y el pago de coimas y el “arreglo” de contratos de obra pública, intervenciones telefónicas, además de los más de tres decenas de arrepentidos que declaraciones que aportaron su conocimiento sobre el sistema de recaudación ilegal que se montó en las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner.
El 20 de diciembre pasado, los jueces de Cámara describieron al caso “Cuadernos” de este modo: “No se trató de una simple organización criminal ubicada en estratos medios del escalafón administrativo. Su estructura piramidal con eje en los máximos representantes del Poder Ejecutivo del Estado Nacional le dio características extraordinarias”.
Mientras todo esto ocurre, presos K y asesores de la ex presidenta apuestan a que la causa “D’Alessio”, que tramita el juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, salpique al fiscal Stornelli y por ende a “Cuadernos”.
El fiscal Stornelli redacta ese pedido para que parte del caso «Cuadernos» sea tratado ya en un tribunal oral. Bonadio lo asiste y es quien tomaría esa decisión final, si se recupera como lo creen sus médicos. Stornelli le pidió a la Procuración General una colaboradora para que lo ayude en cuestiones puntuales, Fabiana León.

Un juez con tribuna

Por otro lado, un centenar de personas se movilizó la semana pasada para exigir que la investigación que desentrañó una red de espionaje ilegal en la que está vinculado funcionarios de Cambiemos, funcionarios judiciales y políticos; no pase a Comodoro Py ya que temen que todo quede estancado y no se avance.
Desde el Poder Judicial buscan sacarle la causa al juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, y vaya a sorteo, por lo cual, es posible que caiga en el juzgado del juez macrista, Claudio Bonadio; a quien Ramos Padilla investiga en el marco de la causa.
Como una forma de demostrar el apoyo a Ramos Padilla, organizaciones políticas y sociales marcharon hasta Plaza Lavalle y casualmente, le cortaron la luz del lugar. La movilización, también, se replicó en diferentes puntos del país.

Coletazos del espionaje

En el marco del D’Alessiogate, el abogado y querellante Maximiliano Rusconi pidió la recusación del fiscal subrogante ante la Cámara Federal de Mar del Plata, Juan Manuel Pettigiani, el mismo que sugirió que le saquen la causa por espionaje ilegal al juez federal Alejo Ramos Padilla y la envíen a los tribunales de Comodoro Py. ¿De qué se lo acusa? De estar vinculado al oficialismo y, por lo tanto, de ser parcial.
Representado por el letrado Gabriel Palmeiro, Rusconi planteó que hay “vínculos, hechos y situaciones” que “demuestran la posible relación existente entre este Fiscal con determinados intereses, ajenos a la búsqueda de la verdad y el desarrollo de la presente investigación”.
La querella sostiene, en el escrito que presentó -y en el que también critica el dictamen del fiscal sobre la incompetencia de Ramos Padilla-, que “existen concretamente declaraciones púbicas, fotografías, que ubican al Sr. Fiscal relacionado directamente con sectores de la política electoral asociados al hoy Poder Ejecutivo Nacional, dirigido por el Frente Cambiemos”.

La justicia politizada

Además de la causa que instruye Rodríguez originada por la ofensiva de Stornelli, la parlamentaria del Mercosur Mariana Zuvic y la Diputada de Cambiemos Paula Oliveto presentaron también en Comodoro Py y casi en simultáneo una denuncia similar por el presunto complot. Ese expediente también está basado en “anónimos” y transcripciones de escuchas telefónicas y quedó radicado en el juzgado de Claudio Bonadio. Luego, esa denuncia fue ampliada y se sumó Elisa Carrió.
Los denunciados son Cristina Kirchner, el ex embajador ante el Vaticano Eduardo Valdés, los detenidos y procesados Marcelo D´Alessio, Ricardo Bogoliuk y Norberto Degastaldi y el propio Alejo Ramos Padilla. Según consta en la presentación de las dirigentes macristas, el juez federal de Dolores “habría actuado en evidente incompetencia, a efectos de obtener nulidades en las causas de corrupción más emblemáticas como las conocidas como causa de los cuadernos o la causa de los contenedores, desacreditando a aquellos que se acogieron a la figura del arrepentido o pretendiendo cambiar su testimonio”.
Con todo, ante la proximidad de las elecciones, las causas parecen tomar otro impulso y abriga más las sospechas de la politización de determinados estamentos del poder judicial.

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