SIGUE SIN QUEDAR CLARO EL FINANCIAMIENTO DE LA POLÍTICA EN CHUBUT. EL PODER PENDULANTE ENTRE LAS ESTRUCTURAS PARTIDARIAS Y LOS UNGIDOS POR INVERSIONISTAS Y CAJAS PROPIAS. A UNA SEMANA PARA LAS GENERALES, LA ELECCIÓN SE HABRÍA CONVERTIDO EN UN GRAN ACUERDO DE INTERESES TERRITORIALES DE CIUDADES ESTADO

La plata y el voto

Por Trivia Demir

Comienza la recta final hacia el próximo domingo 9 y con ella el tramo de tiempo ínfimo para alcanzar una verdad a medias que regirá los destinos provinciales supuestamente por cuatro años. Un lapso de tiempo corto para quienes disfrutan de las mieles del poder, pero excesivo para quienes dependen de un Estado que hace años viene estancado como impulsor del bien común, amesetado en funcionalidad administrativa, sospechado en su negociaciones con los recursos naturales genuinos del territorio, y bastardeado en su conformación institucional ´selectiva´.
Más que un espadeo tenue, los sectores presuntamente en pugna se han mantenido aletargados en sus arengas públicas esta semana que culmina. No hay ambiente para promesas, cuando la realidad viene mostrando una línea reiterada de desmanejos. Se entiende entonces que el escaso entusiasmo en buena parte del electorado chubutense en los próximos comicios no es casual. Chubut tiene su propia ´grieta´, aunque en este caso sea en manos de representaciones provinciales todas de origen peronista. Mientras que la tercera fuerza básicamente coptada por la UCR, se convirtió en una opción lejana y en discordia. En todos los casos con referentes trillados, y liderazgos de poder que rayan por su ausencia. Esta falta de renovación es posiblemente una de las causas de la poca expectativa que genera la cita con el cuarto oscuro el próximo domingo.
Y si la baja vara que lucen la mayoría de las individualidades en términos de formación y trayectoria es una complicación, no lo es menos el desmonte estructural partidario que ha venido dándose al ritmo de las más variopintas alianzas y contraalianzas, como también la falta de financiamiento o ´inversión´ en política.
Como se sabe, siempre las campañas políticas fueron un gran negocio. No en vano hubo candidatos hasta a presidente de la Nación que parecían inverosímiles, pero que en el fondo aceptaban el papelón del intento por el dinero que permitía blanquear y escurrir. Además, los que llegaban en cualquier puesto, no lo lograban si no arrancaban con un buen apoyo privado.
Actualmente pasa algo parecido pero diferente: la propia política termina financiándose bastante más por sí sola que por el apoyo externo con fondos que no declara. Mientras que el privado suele esperar y terminar negociando con el ganador. En este proceso, las fuentes de acopio para política suelen partir de referentes que ya están en funciones y de procedimientos de recolección por lo menos dudosos.

¿Cuánto cuesta el domingo 9?

El adelantamiento electoral a Chubut no le saldrá menos de 300 millones de pesos en términos operativos al gobierno de Chubut calculan desde los partidos políticos, aunque oficialmente afirman que se trataría de la mitad. Ahí está claro que el Ejecutivo hecho mano a dinero de gastos corrientes para encarar el adelantamiento que en definitiva podría garantizarle la continuidad. Pero en paralelo, hay desde el partido una fuerte inversión en difusión y militancia que no está claro de dónde surge. Todo esto se da en el marco de permanente declamaciones del sector dirigencial de búsqueda de trasparentar los ingresos destinados a alcanzar el poder político tras las causas de corrupción ventiladas en territorio. Y de las idas y vueltas en el Congreso de la Nación con la Ley de Financiamiento que puso límite y estrictas condiciones de aportantes a las empresas y hasta los propios sindicatos.
Según el cálculo somero de los asesores de por lo menos tres partidos provinciales, convertir a un candidato en intendente de Comodoro Rivadavia o de las principales ciudades de Chubut puede costar entre 10 y 15 millones de pesos. Considerando las movidas de campaña como asesoramientos, transporte, punteros, publicidad, encuestas e impresión de boletas. Mientras que a gobernador, la campaña no bajaría de 50 millones de pesos, para al menos tener una chance real.

La repartija oficial

Exactamente a un mes de las elecciones en Chubut, la Nación repartió los fondos de campaña. Según lo establecido por la Ley de Financiamientos de los Partidos Políticos, el 9 de mayo pasado, el 20% de los fondos se distribuyeron de manera igualitaria entre todos los partidos reconocidos, mientras que el 80% restante se repartió en forma proporcional a la cantidad de votos que el partido obtuvo en las últimas elecciones a diputados nacionales. La cifra ascendió a unos 175 millones de pesos.
De los datos publicados por el Ejecutivo nacional, se desprende que a nivel nacional el PRO fue el partido que más fondos recibió, con poco más de $5.850.000. En segundo lugar se ubica el frente Unidad Ciudadana (compuesto por Partido de la Victoria, Compromiso Federal, de la Concertación Forja, Partido Comunista, Frente Grande, Kolina y Solidario) con $5.188.854. El último lugar del podio lo completa el Partido Justicialista con casi $4.400.000. Más atrás, aparecen la Unión Cívica Radical con poco más de $3.549.444 y la Coalición Cívica, con casi un millón y medio de pesos.
Con todo esto, la pregunta del millón es ¿de donde están sacando financiamiento los principales partidos políticos en Chubut? Sobre todo los que polarizan las elecciones, o sea, tal como están los sondeos y los resultados de las PASO, por un lado Chubut al Frente con la fórmula Mariano Arcioni- Ricardo Sastre a la cabeza y por otro la Alianza Frente Patriótico Chubutense que representa Carlos Linares-Claudia Bard.

¿Nadie rinde nada?

Los balances de los partidos políticos figuran en la página del Poder Judicial de la Nación en la información que ofrece la Justicia Nacional Electoral. Allí se puede comprobar que las principales fuerzas territoriales que conforman hoy los frentes en juego, como el PJ, la UCR o ChuSoTo han venido incumpliendo las normativas vigentes, no presentando en tiempo y forma sus balances.
Todos sufrieron sanciones o demoraron la rendición de gastos “oficiales” de campaña. En el caso de Chubut Somos Todos presentó en 2017, para la elección de diputados nacionales cuya lista encabezó el actual gobernador, Mariano Arcioni- una larga lista de aportantes que justificaron los fondos de campaña aunque en la mayoría de los casos, se consideran ´dibujos´ ya que figuran ministros, secretarios y subsecretarios de la gestión del extinto exgobernador Mario Das Neves. “La lista incluye a Diego Luthers y Diego Correa, ambos imputados en los escándalos de corrupción en Chubut y autores de las planillas de Excel que detonaron las conexiones con empresarios y funcionarios”, alertó en su momento ADNS.
Sin embargo, ChuSoTo con la última rendición al día, habría recibido fondos de Nación, aunque no más de $350 mil. Poco y nada para los gastos que viene requiriendo la campaña adelantada, más allá de la austeridad en el gasto que ha venido mostrando el líder que aspira a repetir. Dicen que la mayor ventaja de Arcioni ha sido conseguir una fuerte asociación con Sastre que le permitió garantizar financiamiento privado, sumado al que ya arrastraba el escribano desde Comodoro, donde cuenta con la banca petrolera siempre atada al funcionario en gestión.
Precisamente el contar con la pantalla grande que ofrecen las gestiones, tanto Arcioni como Sastre corren con la ventaja de poder tomar contacto en toda la provincia con la gente por diferentes eventos, sobre todo en una de las únicas ciudades ´mostrables´ en términos de ordenamiento socio-económico como “La más linda”, aunque en el fondo se trate de un mérito casi excluyente del sector privado.

¿Plata negra?

Con la falta de rendición, incumplen la Ley no sólo los partidos políticos, sino también el propio Estado y sus organismos de control. Estos incumplimientos conllevan sanciones, entre ellos la imposibilidad de recibir financiación ´oficial´ en la siguiente contienda. Este sería el caso de Alianza Frente Patriótico Chubutense que representa Carlos Linares-Claudia Bard ya que el PJ y el partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo, infringieron la ley 26.215, y en teoría no debían recibir fondos oficiales, ya que si bien cada uno integró una alianza electoral en 2015 con balance de campaña aprobados, no hicieron el informe individual que corresponde a cada partido. Sin embargo, el sector del PJ más cristinizado en la provincia, estaría invirtiendo fuertemente en cartelería, publicidad mediática, movilización militante, y sobre todo asesoramientos de campaña. Se supone que ahora avalados por la reflotada candidatura de la expresidenta a través de la fórmula Fernández&Fernández.
En Chubut está vigente la denominada Ley de Partidos Políticos. Se sancionó en 2014 e incluye un capítulo dedicado al financiamiento de las campañas. De acuerdo a estas leyes vigentes, un partido debe informar antes de los 30 días de terminadas las PASO y hasta un máximo de 90 días de finalizadas las elecciones generales, de qué manera gastó los aportes de campaña. Si fueron públicos o también privados, la declaración jurada con los montos y el nombre de los aportantes, y cómo gastaron el dinero. Muy pero muy en el fondo, hay un entendible temor en un importante sector social a los acuerdos de poder entre una ´casta selecta´ que intercala apenas turnos administrativos en formato democrático. Por lo que la campaña probablemente termine después del 9, pero todo indica que lo más interesante en términos de legitimación del poder recién comience. Habrá que ver…

Fuentes: NA, LN, ADNS y propias

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