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La adversa situación económica que atraviesa el país ha provocado que prácticamente todos disparadores e indicadores revelen cifras negativas durante los últimos meses. De hecho, hace ya un largo tiempo que Argentina se encuentra en recesión, done el consumo cae considerablemente. Un claro ejemplo de esto es la baja en la venta de supermercados y comercios, que en Chubut tuvo un impacto particular.
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las comercializaciones de los sitios antes mencionado subieron en términos nominales, pero no en términos reales. Esto quiere decir que se concretaron ventas por montos de dinero mayores, pero si se tiene en cuenta la inflación interanual las variaciones son negativas.
Puntualmente, al comparar marzo de 2019 con el mismo mes del año inmediatamente anterior, en Chubut las ventas alcanzaron a los 1.646.883 millones de pesos, lo que significa un aumento del 37% respecto a 2018. No obstante ello, si analizamos este incremento junto a la inflación interanual del mes de marzo, que según el INDEC fue de 54,7% a nivel nacional, las ventas en supermercados y comercios de la provincia patagónica tuvieron un descenso de entre el 15 y el 20%.
A nivel promedio, Argentina tuvo cifras similares a lo que sucedió en Chubut, recordando que los supermercados y comercios del país registraron ventas por 51.119.093 millones de pesos. Este número corresponde a un incremento nominal del 39,9%, pero, al hacer el mismo análisis teniendo en cuenta el aumento constante de los precios, la variación real es negativa y alcanza al 14,5%.

Tarifas y tasas de interés

En tanto, la concurrencia de fuerte aceleración del proceso inflacionario desde agosto del año pasado hasta marzo de 2019, con la concentración en los primeros meses del año de los aumentos de tarifas y la fuerte suba de las tasas de interés, determinó que por noveno mes consecutivo la Encuesta de Ventas en Shoppings y Supermercados del INDEC arrojara tasas de caída del consumo de las familias a ritmo de dos dígitos al año. En shoppings el monto total de ventas fue en marzo de 7.207,9 millones de pesos, un 16,6% inferior al de igual mes de 2018 en cantidades.
Un claro reflejo del limitado margen de gasto del promedio de las familias fue el nivel medio de los tickets por operación, que fue de apenas 657 pesos, aumentando un 13% menos que la tasa de inflación del período que ascendió a 54,7%.
Además, esa limitación determinó una disminución aún mayor de la concurrencia del público a las cadenas de autoservicios mayoristas, habida cuenta de que el monto real de ventas se contrajo 16%, a un promedio de 3.887 pesos por operación.

Compras con efectivo

Asimismo, de los 51.119 millones de pesos que facturaron en marzo el conjunto de 101 grandes cadenas de supermercados en sus 2.952 bocas de ventas relevadas por el INDEC, las operaciones con el uso de efectivo representaron el 34,7% del total, un claro indicador del predominio de las compras por impulso.
Entre el resto de los instrumentos de pagos se destacó el predominio de las tarjetas de crédito, con 35,1% del total; mientras que el uso del débito de cuenta bancaria representó el 26,9% del total. Por su parte, el 3,3% restante respondió al uso de tickets promocionales de descuento entregados generalmente por las propias cadenas comerciales.

Opinión de las consultoras

Al respecto, un informe reciente de Ecolatina aseguró que el consumo representa más de tres cuartos del Producto Bruto Interno (PBI). “Es fundamental que el poder adquisitivo mejore. De lo contrario, la mejora de la economía será solo una cuestión estadística que se diluirá rápidamente”. En tanto, dicho informe sostuvo que “recién en 2020 comenzaría a revertirse la caída del salario real formal”.
Además, la consultora dirigida por Lorenzo Sigaut Gravina insistió con que “difícilmente” la dinámica contractiva se revierta. “El poder adquisitivo de los salarios, tanto en pesos como en dólares, continuará deprimido en los próximos meses de 2019, lo que no permitirá recomponer consumo, mucho menos en bienes durables que no son de primera necesidad”, agregó.
En la misma línea se posicionaron desde la consultora ACM, que aseguró que en los meses próximos las altas tasas de interés junto con los elevados y persistentes niveles de inflación “continuaran impactando en el salario real, por lo que esperamos que las ventas minoristas sigan mostrando variaciones interanuales negativas muy pronunciadas. En particular creemos que se continuara profundizando la caída en ventas de bienes durables, dado que son aquellos bienes que requieren de financiamiento para su consumo”.
Asimismo, desde LCG coincidieron en que el 2019 terminará en números negativos para el consumo, aunque consideraron que las caídas se irán moderando en los próximos meses. Al similar afirmó el director del CESO, Andrés Asiaín: “Lo que habrá de cara a las elecciones, por las paritarias, los créditos ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social) y planchar el dólar, será una amortiguación del deterioro del consumo, en el marco de bajas interanuales”.