EL ABOGADO NEGÓ LOS CARGOS Y PIDIÓ DOMICILIARIA PORQUE TIENE HEMORROIDES. EL JUEZ LE DICTÓ SEIS MESES DE PRISIÓN

Oscar Romero fue imputado por tentativa de homicidio

Este viernes, en Trelew, el Ministerio Público Fiscal imputó al abogado Oscar Romero por un hecho ocurrido el 16 de abril, endilgando los delitos de homicidio en grado de tentativa y portación de arma.
Finalmente, el Juez Gustavo Castro dictó la prisión preventiva del acusado.
A cargo de la investigación estarán la fiscal general Carolina Marín y la funcionaria de fiscalía Paula Valdebenito. Por su parte, Moreno estará representado por su abogado defensor Abdón Manyauik.

El relato fiscal

La doctora Carolina Marín aseguró que el 16 de abril pasado, aproximadamente las 20:15 horas, Oscar Romero, munido de una pistola semiautomática completamente limada sin número de serie ni marca y con un silenciador casero, ingresó al domicilio de avenida Hipólito Irigoyen 1015, se dirigió hacia el fondo del predio, en el que se encuentra el taller de tapicería de Horacio Pavés, gritó «Te voy a matar hijo de puta» y realizó al menos dos disparos. Uno de ellos, señaló la fiscal, alcanzó a la víctima en la región dorsal baja derecha de la espalda. Pavés se giró hacia Romero y se trenzaron en lucha. Se defendió con el destornillador que estaba utilizando, hiriéndolo en la cara a su agresor.
La víctima logró advertir con sus gritos a un transeúnte, agregó Marín, quien dio aviso a los empleados de la carnicería lindera a la tapicería, y provocó la reacción de dos empleados, y uno de ellos desarmó a Romero y llamó a la policía y a la ambulancia. Dado que tanto víctima como victimario se hallaban heridos, fueron trasladados al hospital zonal.

Romero y las bolsas de polvo blanco

A pedido de Manyauik, el imputado decidió declarar, afirmando que la hipótesis fiscal difiere totalmente de la realidad. Explicó que, como profesional, él acostumbra visitar a sus demandados en representación de sus clientes, tratando de arribar a acuerdos extrajudiciales. En este caso, se trataba de una demanda por daños y perjuicios, y admitió que no conocía a Pavés, por lo que se presentó y le explicó los motivos de la visita.
Dijo que Pavés se mostró reticente, pero que tomó una bolsa abierta con polvo blanco, presumiendo que se trataba de cocaína, en el sentido de querer llegar a algún acuerdo ventajoso, conociendo la adicción de su cliente. Romero expresó que consideró que no era un arreglo que alcanzara, pero le dijo a Pavés que se transmitiría el gesto, tras lo cual, ofreció otras dos bolsas cerradas con el mismo contenido, las cuales el abogado dice haber guardado en su bolsillo y le sugirió que le parecía atendible pero no suficiente el pago.
Luego, Romero aseguró que vio que Pavés sacaba de un bolso algo que alcanza a distinguir como un arma, por lo que se abalanzó sobre él y se trabaron en lucha, logrando apoderarse del mismo, pero recibió un golpe con algún elemento en la cien, alcanzando a disparar hacia abajo en medio del forcejeo. Habló también de una navaja grande y de la lucha que se trasladó hacia el exterior, donde según explicó, su contrincante estaba sobre él en condiciones superiores, tomando un destornillador que intenta clavarle en el ojo, pero lo asesta cerca de su nariz.
Aseguró que el arma no le pertenecía y reiteró que no conocía a la otra persona, siendo lo que sucedió algo inesperado y violento para lo que no estaba preparado. Rechazó los dichos de la fiscalía, al mencionar que parece la versión que lo trata como un asesino serial y la calificó de ridícula.
En similares términos se manifestó el defensor Manyauik, al hablar de la falta de objetividad de la fiscalía y calificar lo ocurrido como un acto de legítima defensa. Se opuso a la solicitud de prisión, aseverando que no existen los riesgos procesales, y pidió la convocatoria a la médica que atendió a Romero, ya que su defendido manifestaba problemas gástricos severos, hemorroides y pólipos, por lo que sería imposible un arresto en algún centro de detención.

Informe médico y resolución

Luego de escuchar a las partes, el juez Gustavo Castro convocó a la médica y al cuerpo médico forense para que informen sobre la situación en cuanto a la salud del imputado.
Quien forma parte del cuerpo médico forense, Diego Rodríguez Jacob, aludió a las lesiones de Romero a partir del hecho ocurrido, y a su turno, la doctora Aymará Romina Gauto refirió al seguimiento que hizo de la salud de Romero, desde su ingreso al hospital zona y luego en el sanatorio Trelew. Dejó constancia a través de sus dichos de interconsultas realizadas con especialistas, que determinaron problemas gastrointestinales con pancreatitis, hemorroides y pólipos. De todas maneras, afirmó que se le dio el alta en condiciones clínicamente óptimas y de acuerdo a lo establecido, necesita una buena dieta y fundamentalmente la higiene, debido a un sangrado constante.
Si bien el magistrado Castro aseguró no desconocer la situación de las cárceles en la provincia, sugirió que la misma la padecen todos quienes son sometidos a las medidas carcelarias necesarias. Expresó que, en este caso, Romero necesita una buena higiene, la dieta recomendada y tal vez servicios médicos, lo que se va a recomendar y exigir a las autoridades correspondientes, imponiendo la prisión preventiva en dependencia carcelaria.

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