AVANZA LA INVESTIGACIÓN POR EL DOBLE CRIMEN EN MADRYN

Para la Justicia, fueron “varias personas” las que asesinaron a López y Lomeña

En el marco de la causa que lleva adelante el Juzgado Federal 2, a cargo de Gustavo Lleral, en los últimos días trascendieron algunas de las consideraciones que figuran en el expediente respecto de las pericias realizadas en los cuerpos de Federico Lomeña y Héctor Nehemías “Pato” López, cuyos cuerpos fueron hallados enterrados en distintos sitios de Puerto Madryn el diciembre del año pasado.
Con más de una decena de detenidos, entre los cuales se encontrarían los autores materiales de ambos homicidios, la valoración de los investigadores es que ninguno de los dos crímenes pudieron haber sido cometidos por una sola persona, sino que una cantidad significativamente mayor habría participado en los hechos; ello coincide con la información relevada hasta el momento, a partir del entrecruzamiento de mensajes y llamadas, evidenciando el “complot” ideado por uno de los integrantes de la banda dedicada al narcomenudeo, para eliminar a los dos jóvenes por una presunta deuda o disputa de poder.
En dicho marco, para los investigadores los autores de los homicidios fueron varios, a la vez que dieron cuenta del “enseñamiento” con el que fueron cometidos los crímenes, asegurando que se infligió un sufrimiento innecesario en las dos víctimas.

Hubo “crueldad” en los hechos

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Según información a la que El Diario tuvo acceso, surge de los datos de las autopsias realizadas a las víctimas que “las ejecuciones de las dos nunca pudieron ser labor de una sola persona”, además de que “también, esa cantidad de lesiones visualizadas tanto en el cuerpo de López como en el de Lomeña, hablan no solo de la crueldad sino también de la innecesariedad de las mismas para alcanzar el resultado de muerte que buscaban los imputados”.
Como si ello fuera poco, el documento agrega que “indefectiblemente, es sumamente claro que lo que se buscó por parte de los encartados, fue algo más que matar, se quiso y se dio muerte, pero con el sufrimiento y la agonía de las víctimas”.

“Me quieren callar”

Si bien López fue el primero en ser hallado, semienterrado y con las manos seccionadas en un predio de la zona de El Doradillo, la primera víctima, según las pericias, fue Lomeña, ultimado de aproximadamente veinte puñaladas y ocultado en las inmediaciones de Playa Paraná.
Por ambos crímenes hay varios detenidos, entre ellos “A. S.”, un conocido de Nicolás Cerrudo a quien la madre de Héctor “Pato” López recientemente sindicó como la persona que le dio muerte a su hijo; inclusive, la mujer denunció que una publicación realizada en las redes sociales en la que daba cuenta de ello, fue denunciada por generar “hostigamiento” y “bullying” y finalmente dada de baja. “Me quieren callar”, advirtió.
No obstante, para la Justicia los asesinos fueron varios, y el plan para eliminar a los dos jóvenes que integraban la red de distribución de estupefacientes junto a Cerrudo, contó con la participación activa de varios de los hoy detenidos; entre ellos, “El Mendocino”, quien también fue sindicado como el proveedor de la droga que venía desde la capital Mendoza, y el “cerebro” detrás del complot para asesinar a los dos amigos.

Ensañamiento

Recientemente, el juez federal Gustavo Lleral resolvió embargar por el monto de un millón de pesos a varios de los individuos que actualmente permanecen detenidos, entre ellos “G. C.”, el DJ “N. V.”, “G. M.”, “N. W.” y “N. Z.”, este último hijo de un ex policía retirado, oriundo de Puerto Madryn.
Dichos jóvenes, todos menores de 22 años a excepción de “N. W.”, de 33, están acusados del delito de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y enseñamiento”.
La figura del enseñamiento está relacionada con la “saña” con la que fueron cometidos los hechos: mientras que Lomeña fue asfixiado y recibió al menos veinte heridas de arma blanca, López falleció por un fuerte golpe en la cabeza, efectuado con un elemento contundente, y luego sus manos fueron seccionadas; algunas versiones indican, incluso, que esto último ocurrió antes de que el muchacho fuera ultimado, lo cual daría cuenta de un auténtico enseñamiento por parte de los perpetradores de las ejecuciones.

Dos testigos presuntamente desestimados

Otro de los que se despachó duramente respecto de la causa fue el padre de Nicolás Cerrudo, quien criticó a la fiscal que estuvo al frente de la causa cuando la misma tramitaba en el fuero provincial, Silvana Salazar, y advirtió que “apuntan a mi hijo de ‘autor intelectual de los crímenes’” y recordó que “yo quise presentar dos testigos y no me lo permitieron, presenté un video que seguro ya lo habrán hecho desaparecer, porque ya tenían una película armada y no querían alterar el final”.
Además, se refirió a la carta dejada por Cerrudo en el lugar en el que se quitó la vida, en la que expresaba que “esto pasa por jugar con fuego”; en este sentido, Gustavo Cerrudo sostuvo que se trató de “una carta a cinco metros del cuerpo, toda rota, arrugada, escrita con una fibra de color naranja, nada de esto coincide con la psicología de un suicida cuya última carta o de despedida es su tesoro más preciado”.
Al mismo tiempo, remarcó que “una médica forense que yo sé de buena fuente firmó como ‘homicidio’, pero metieron el gancho después como ‘suicidio’, todo se manipula, absolutamente todo”.

La notebook de Lomeña

Por otro lado, manifestó que “mi teoría, por los videos que presenté, es que López entrego a Lomeña, lo mandó al ‘matadero’ para zafar él, pero también es importante saber que el simple video no sirve de nada aunque arroje algún indicio o sospecha de algo, o las mentiras de ‘B.’, el menor que está preso; tiene que haber un móvil para un homicidio y, casualidad, había una notebook en casa que aparentemente no andaba, la pude encender y resulta que era de Federico Lomeña; la papelera estaba llena hasta las manos”.
Además, detalló que “no sé bien del tema, no soy un erudito en la computación, la papelera de reciclaje la reinicie (por la restauración de archivos eliminados) para que todo vuelva al lugar donde estaban antes de que todo fuera borrado, eso es lo único que hice y no la quiero ni tocar”.
En esta línea, aclaró que le llamó la atención la presencia de “no menos de 30 fotos” de la novia de uno de los jóvenes asesinados, dentro de la computadora de su amigo, evidenciando que podría haber habido una disputa de tipo personal entre los dos amigos.

“Esto es muy raro”

En otro orden, criticó que “Policía, fiscales, nunca averiguaron nada” y advirtió que “esto merece ser investigado, porque es muy raro” y sostuvo que los detenidos apuntan a Cerrudo como autor de los homicidios “porque no se puede defender”.
Esto último es coincidente con la visión de los investigadores, quienes advirtieron que varios de los jóvenes detenidos sindicaban a Cerrudo como único autor, cuando en realidad se había tratado de una serie de homicidios planificados y orquestados entre varios de los que hoy se encuentran presos.

Una “estrategia” desestimada

La versión indicada por la mayoría de los jóvenes, que pertenecían al mismo grupo de amigos y conocidos, daba cuenta de que Cerrudo era el principal responsable de los homicidios de Federico Lomeña y Héctor López.
No obstante, la causa que tramita en el fuero federal dio cuenta de que se trataría de una estrategia esgrimida por varios de los detenidos para endilgarle al joven de 20 años la responsabilidad de los hechos, cuando en realidad hubo una mayor participación en los mismos, ligados a una presunta disputa por droga.
A su vez, el Ministerio Público Fiscal, cuando encaró la causa en un principio, descubrió mensajes en el teléfono de uno de los jóvenes, en los que Cerrudo pedía ayuda “para matar a un transa” y pedía que compraran “cal y nafta”, a cambio de lo cual los amigos le pedían marihuana.

Una deuda “que los superó”

Luego de que los cuerpos de López y Lomeña fueran hallados en la zona de El Doradillo y Playa Paraná, las pericias dieron cuenta de que ambos habían sido cubiertos con cal, mientras que el vehículo del primero, un Volkswagen Vento, había sido limpiado con nafta, presuntamente para eliminar huellas; la desaparición de López, que había salido de su casa el día anterior por la noche, fue denunciada por su cuñado en la Seccional Segunda sobre la media mañana del día siguiente, luego de que técnicos de Servicoop que trabajaban en un sector de El Doradillo advirtieran la presencia del auto sin ocupantes.
En principio, Cerrudo declaró en calidad de testigo y aportó varios elementos a la causa; sin embargo, a poco de declarar, se quitó la vida en el domicilio familiar en el que residía, sobre la calle Hansen; dejó una carta en la que expresaba que “esto pasa por jugar con fuego”.
Desde un principio, para los fiscales que habían intervenido en la causa durante su recorrido por el fuero provincial, Cerrudo había tenido participación en los homicidios, los cuales presentaban una evidente vinculación al tráfico de sustancias. “Era una deuda importante. Se encontraron en una situación que los superó”, indicaron en conferencia de prensa.

Droga por vía terrestre

Otro dato que se desprendió de la investigación indicaba que la droga, en principio marihuana, era traída desde la capital de Mendoza por uno de los actualmente detenidos, de manera terrestre; en un Fiat Palio que, tras varios allanamientos, no pudo ser hallado.
La sustancia era distribuida, según la información, a Cerrudo y a Lomeña y López, quienes presuntamente manejaban un aceitado circuito de narcomenudeo a través de otros jóvenes que eran amigos y, algunos, conocidos; las ventas se realizaban en espacios de concurrencia masiva, como patinódromos, plazas públicas e incluso las inmediaciones de algunas escuelas.
En algunos casos, las ventas se realizaban dentro de vehículos particulares, en la vía pública; esto también fue advertido por los investigadores a partir del registró de cámaras de seguridad en distintos puntos de la ciudad.

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