Como estaba previsto, sobre las 13 horas del jueves, el Tribunal integrado por los jueces Marcela Pérez, Flavia Trincheri y Marcelo Orlando se expidió respecto de la sentencia que recibirán “B. de C.” y “J. M.”, la madre y el padrastro de “B.”, el niño que hoy tiene 12 años y por cuyo abuso sexual ambos fueron juzgados y condenados.
La denuncia había sido radicada por el padre biológico del menor en noviembre de 2017, lugeo de lo cual la causa continuó a través de la querella, dado que la Fiscalía había solicitado el sobreseimiento de los acusados.
La lectura de la sentencia se desarrolló en una audiencia breve, teniendo en cuenta que hoy recién se conocerá el texto completo del fallo; el mismo condenó a la mujer y su pareja a las penas de 16 y 14 años de prisión, respectivamente, por considerarlos responsables del abuso sexual sufrido por el niño entre sus 5 y 9 años de edad.
Durante el juicio, que duró poco más de un mes, declararon no menos de 50 testigos en un total de nueve audiencias; ahora, restará que la defensa de los condenados apele el fallo, y en caso de que la Cámara en lo Penal confirme este último, la querella solicitaría la prisión preventiva.

La “Pirámides dividida”, presente

En las inmediaciones de los Tribunales de Puerto Madryn, momentos antes de que comenzara la audiencia de cesura de pena, representantes de varias asociaciones que apoyaron al padre del menor, así como también amigos y conocidos de la villa balnearia, se hicieron presentes.
También hizo lo propio un grupo de vecinos que, días antes, había llevado adelante una manifestación en defensa de los condenados, advirtiendo que la denuncia era “falsa” y que se trata de un derrotero judicial, producto de una separación en malos términos, en la que el menor habría “quedado en el medio”.

Diez días para apelar

Una vez conocido el fallo, se dispuso que tanto “B. de C.” como “J. M.” permanezcan en libertad, hasta tanto el mismo quede firme; ahora, la defensa por parte de Fabián Gabalachis tendrá un total de diez días para apelar, luego de lo cual se aguardará la resolución de la Cámara en lo Penal.
En caso de que esta última confirme la sentencia, la querella, ejercida por los abogados Alfredo Pérez Galimberti y Federico Ruffa, solicitaría la prisión preventiva.
La lectura por parte de los jueces fue de un extracto de la sentencia; los magistrados fallaron por unanimidad.

Abuso y confesión

El caso se remonta a fines de 2017, cuando “B.”, de por entonces 9 años, se quebró durante una cena familiar y contó, según declaraciones del padre, cómo había sido abusado; en principio, por su madre y su padrastro, luego de lo cual también mencionó a un extenso grupo de personas, lo cual podría invocar una nueva causa en la Justicia.
Los abusos, aparentemente, habían ocurrido entre los 5 y los 9 años del menor, coincidentes con el inicio de la separación entre sus padres y el inicio del régimen de visitas.
Desde un principio, el caso generó una división entre un grupo de vecinos de Puerto Pirámides, en parte familiares de los acusados, quienes advertían que se trataba de un caso de “alienación parental”, es decir, de un relato inducido por el padre de la presunta víctima; no obstante ello, los peritajes realizados por los equipos especializados dieron cuenta de que el menor había sido accedido carnalmente.

Nueve audiencias y más de 50 testigos

Con el avance de la causa, distintas organizaciones se pronunciaron en apoyo al padre de la víctima, entre ellas el Foro Infancia Robada, Madres Víctimas de Trata y el grupo de madres de No al Abuso Sexual Infantil (ASI), además de distintos vecinos que se vieron movilizados por el hecho.
Entre los testigos que declararon en casi una decena de audiencias, fueron convocados, entre la defensa y la querella, más de 50 especialistas, psicólogos, médicos, docentes y familiares, así como también peritos grafólogos y forenses, y pediatras; a su vez, declaró en teleconferencia Eva Giberti, una de las expertas a nivel nacional en temáticas relacionadas con el abuso infantil.