ARCIONI PREFIERE PROVINCIALIZAR LA CONTIENDA ELECTORAL Y NO OPINAR DE POLÍTICA NACIONAL, ANTE LOS VAIVENES DE ALTERNATIVA FEDERAL TRAS LA MOVIDA FERNADEZ&FERNANDEZ. A DIECISÉIS DÍAS DE LAS ELECCIONES EN CHUBUT, HASTA LOS DISCURSOS BRILLAN POR SU AUSENCIA. EL TEMOR AL DÍA DESPUÉS EN UNA PROVINCIA CONSIDERADA ´INVIABLE´

Poco ruido y pocas nueces

Por Trivia Demir

A dieciséis días de las elecciones generales en Chubut, el amesetamiento de campaña es bastante notable. Probablemente porque los dos principales candidatos evitan prometer poco y nada porque ambos vienen de gestiones conocidas. La complicadísima coyuntura provincial y nacional imposibilita además tener claro que sucederá después del 9 de junio en adelante. Imposible entonces planificar y mucho menos comprometer un mínimo plan de gobierno cuando lo máximo a lo que aspira cualquiera de ellos es a poder administrar austeramente la provincia con ingresos que no alcanzan y que raramente se reproducirán por arte de magia.

El efecto ´Fernández&Fernández´

Así las cosas, desde el PJ kircherista que representa el comodorense Carlos Linares tratan de capitalizar el entusiasmo que generó en las huestes cristinistas el blanqueo de la fórmula F-F y por supuesto la confirmación de la candidatura de la expresidenta. Sin embargo, para Linares no es fácil replicar el efecto Cristina en Chubut. Una provincia que nunca fue demasiado adicta a la Jefa. Tal vez un resabio de la enemistad abierta que el extinto Mario Das Neves mantuvo con la dirigente nacional, a partir de sus candidaturas simultáneas al sillón de Balcarce 50.
Aunque también un resabio de la postergación que en general vivenció Chubut en los últimos gobiernos k. Cómo sea, Linares intentará sumar a su favor el ruido que trajo la nueva fórmula, y mostrar un anclaje nacional que su principal contrincante, Mariano Arcioni, no posee aún por dilaciones sectoriales. De hecho, en la ínfima campaña frontonera, el intendente de Comodoro ya le intentó enrostrar al actual gobernador su presunta ´indefinición´ nacional.

Las inquitudes de Arcioni

Mariano Arcioni que reporta evidentemente al massismo, decidió no asistir a la reunión de Alternativa Federal de esta semana, lo que llamó la atención y abonó el tipo de chicanas que no tardó en lanzar Linares. Fue para colmo apenas se produjo el anuncio de la candidatura a presidente del exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner, la mayoría de gobernadores que coqueteaba con el sector de Juan Schiaretti, Massa, Juan Urtubey y Miguel Pichetto se mostró proclive a avalar la unidad peronista detrás de Alberto Fernández. Dicen que Arcioni debe lidiar con las presiones de su propio compañero de fórmula, Ricardo Sastre; el dirigente sindical Jorge Avila y otros dirigentes peronistas que el mismo sábado se pronunciaron a favor de la candidatura F&F. Para poner distancia a esta situación, el mandatario insistió con su propósito de que no se nacionalice la elección del 9 de junio. «Yo soy antigrieta. Se tiene que terminar de una vez por todas con eso. La grieta nos hace mucho mal a los argentinos», aclaró.
Y ratificó que se apoyará «una alternativa que garantice que le va a poner fin a una división, que sólo nos lleva al fracaso como pueblo, como sociedad», aunque se cuidó de no explicitar su apoyo a Alternativa Federal, se descarta su respaldo por la relación que tiene con Sergio Massa.
El gobernador remarco que «de todas maneras, lo he dicho y lo repito, sea quien sea el que conduzca al país en el período que viene, nosotros vamos a estar defendiendo siempre los intereses de Chubut, desde el lugar que nos toque. Si la gente de la provincia nos da la posibilidad de seguir estaremos siempre del lado de los chubutenses», insistió Arcioni.

El día después

El cálculo que todos están haciendo es siempre en perspectiva. Para el peronismo, sea de izquierda, de centro, o de derecha, las construcciones de poder son como una hiedra que no se puede enmacetar en cuatro años. Un enramado perenne e imperecedero que va por todo. Este concepto es complejo de entender para un profesional como Arcioni que ´no viene de la política´, como analiza desde el barro, la militancia. En todo caso, las alianzas circunstanciales de Chubut al Frente se evaporarán en el aire el día siguiente de la propia elección. Sencillamente porque ese día, de lograr la reelección Arcioni, comienza la cuenta regresiva de su imposibilidad de repetir (por haber cumplido parte de la gestión de Das Neves y presuntamente la propia). Y con ello arrancará la carrera del peronismo que le aportó los votos, que irá por el próximo turno y más también, jugando una ficha a color, pero siempre otra a línea. A esto se le suma el complejo escenario económico financiero del territorio, cuyo cálculo ya comenzó a preocupar a los entusiasmados con el poder.
Arcioni, que es muy cercano a Massa, quiera o no está lastrado por un peronismo federal con fuertísima interna a nivel nacional y por un peronismo k y no k a nivel provincial. En el primer caso, un espacio que viene de perder a varios gobernadores e incluso el bastión del propio Massa, Tigre, donde el intendente ha dicho que respaldará la fórmula Fernández-Kirchner. En el segundo, un rejunte circunstancial que no tardará en mostrar sus propias jugadas. Por todo esto, el gobernador de Chubut trata de provincializar lo más posible la contienda, mientras tiene la difícil tarea de empujar la gestión.

La Alternativa que no termina de serlo

Sin embargo, las posibilidades de Arcioni están fuertemente atadas al armado nacional, mal que le pese. Y la situación en Alternativa Federal no es la más clara ni la más sólida. Precisamente porque cada vez que uno de los márgenes de la grita se mueve, se achica el espacio de la ´avenida del medio´ por la que transita el armado massista.
Ayer, y luego de haber dado un sonoro portazo, el economista Roberto Lavagna, la figura que más promete en términos de preocupación ciudadana que es precisamente la economía, dio un giro de 180 grados y, tras reunirse con el senador Miguel Pichetto , reabrió los canales de diálogo para tratar de alcanzar un acuerdo electoral con Alternativa Federal , como neto espacio peronista antikirchnerista. Lo que precisamente le hizo ruido a Lavagna es la cercanía con Macri mostrada por Schiaretti y el replanteo de los 10 puntos que se habían consensuados.
Reacio a someter su precandidatura a una primaria, el exministro de Economía había faltado el miércoles al encuentro con los referentes de ese espacio, al tiempo que había asegurado: «Es un capítulo cerrado». Sin embargo, ayer el panorama cambió y lo que parecía el final de la historia pasó a convertirse en un capítulo más con todos los condimentos de una novela.
Con críticas a Schiaretti, el economista explicó que solo expuso sus diferencias con los referentes de Alternativa Federal en torno a la forma para definir las candidaturas del espacio y el programa de acuerdos básicos para gobernar. «No hubo ninguna ruptura, todos los diálogos están abiertos», afirmó Lavagna.
El exfuncionario busca clarificar su postura: rechaza cualquier acercamiento a la Casa Rosada o negociación con el kirchnerismo.
Durante la entrevista radial, Lavagna cuestionó a Schiaretti: «Hubo una reunión con el Presidente [del gobernador de Córdoba] y salieron seis puntos muy parecidos a los del Gobierno. El ajuste no es el camino. El diálogo está abierto, pero sepamos que ahí hay una diferencia», sostuvo. En ese marco, el precandidato dijo que el papel de los gobernadores del PJ será «importante en el futuro». «Amontonar no sirve. Juntar, unir, eso sí», aseveró.
En ese sentido, les envió mensajes al gobernador de Córdoba por su caluroso encuentro con Macri, y a Massa, que pretende una gran interna opositora que incluya a Unidad Ciudadana.
«Habrá que ver dónde está cada uno. No digo ningún secreto en señalar que hay negociaciones por el otro lado (por el kirchnerismo). Queda poco tiempo, pero todavía queda», aseguró. Para Arcioni esto es una complicación importante hacia adentro, donde tiempo, lo que se dice tiempo, no queda mucho. Apenas dieciséis días. Habrá que ver…

Fuentes: EP, NA, LPO, LN, propias

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