Página de cuento 743

Sapoman vs Faceman – Parte 21

Por Carlos Alberto Nacher
cnacher1@hotmail.com

“Pero…Tú me prometiste, Sapoman, tú me juraste que nos íbamos ya mismo a Ouagadougou, y ahora, con una indiferencia absoluta, casi sin mirarme, me dices que ahora no. ¿Quién te crees que eres, para manipular las decisiones y las emociones de los otros? Te sientes con poder, pero sabrás, Sapoman, que eres un ser horrible, por dentro y por fuera. Eres feo, resentido, soberbio…” Melisah no pudo terminar de decirle los restantes 15 o 20 adjetivos que tenía preparados para Faceman, un llanto tantas veces contenido por fin llegó a la superficie de sus ojos y no la dejó hablar más. Lloró, lloró, hasta que, en medio de esos sollozos, pudo hilvanar una frase, una breve reflexión, como para desahogarse de aquel inesperado renuncio de su amado: “Yo te prometí amor y fortuna, te prometí el oro y el moro…” Aquí Melisah pareció como si entrara una vez más en trance, como si fuera poseída por alguna entidad sobrenatural, de otra dimensión… “ Te dije que quiero que tomes 30 por ciento del total de mi dinero para tu uso personal, mientras que el 70% del dinero lo destinarás a la caridad, a la gente en la calle y para ayudar al orfanato. Crecí como una huérfana y yo no tengo ningún cuerpo como un miembro de mi familia, sólo para procurar que se mantenga la casa de Dios. Estoy haciendo esto para que Dios perdone mis pecados y aceptar mi alma, porque estas enfermedades me han sufrido tanto.”
Sapoman notó algo extraño en sus palabras. Su lengua verde y puntiaguda jugaba en todo el paladar. “¡Melisah! ¡Espera! Creo que no te sientes bien y estás desvariando. Ven, siéntate aquí, a mi lado.”
“Pero ¿No te das cuenta? Tengo depositada la suma de EE.UU. $ 8,5 millones (ocho millones quinientos mil dólares) en un banco en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso, en el oeste de África. En la actualidad este dinero aún se encuentra en el banco. Hice el dinero exportando oro de las minas de Burkina Faso. Lo que más me molesta es mi carrera de sickness. Having conocido mi condición yo decidí que entregar este dinero para cuidar de las personas menos favorecidas, que utilizará este dinero a la manera que voy a indicar usted.” “Melisah, estás loca. No se te entiende nada.” ¡Sería este el momento de ponerle fin a su relación con Melisah? Pero ella era tan bella, tan dulce, y por otro lado, tan intrigante y misteriosa. Además, la posibilidad de viajar a Ouagadougou de alguna manera lo excitaba. Sin embargo, Melisah interrumpió abruptamente su ensueño.
“No importa, hoy soy consciente de que todo lo que está pasando tiene su razón de ser. En el corto plazo puedo llegar a percibir trabas, momentos con altibajos, falta de esperanza. Pero en perspectiva todo tiene un sentido y de algún modo, lo comprenda o no, estoy yendo hacia el lugar donde quiero ir. Sé, en todo momento, que cada cosa pasa para acercarme a mi meta, que es la paz. Tengo la intención de que cada una de mis acciones tenga el fin de sanarme, hacerme crecer y ser mejor persona. Gracias Sapoman, hoy soy consciente de que todo está mejorando. Y todo gracias a ti. Adiós Sapoman. No ha sido un placer haberte conocido”
Continuará…

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